Estas personas son utilizadas como un medio para reunir a grupos que son invitados con algún tipo de cebo. Del caso que os hablamos, por la asistencia ofrecen dos litros de aceite y al organizador, lo gratifican con una cantidad económica que en ocasiones supera los 100 euros. No debemos olvidar que tanto los viajes comerciales como este tipo de reuniones son con fines comerciales y no siempre están bajo el amparo legal. A veces nos dejamos llevar por los adornos que rodean estos encuentros (participación de algún cantante de copla, visita a alguna ciudad con encanto o entrega de algún regalo). Pero a la hora de comprar es cuando tenemos que aplicar una de nuestras frases del refranero español: “nadie da duros a pesetas”.
Es por lo que os recomiendo lo siguiente:
Antes de comprar un producto, infórmate bien. En ocasiones, las empresas que organizan este tipo de viajes ofrecen productos o hacen demostraciones sin dejar mucho tiempo para pensar la decisión de compra. Tómate tiempo para pensar, aunque te digan lo contrario, no tienes por qué comprar y menos en ese mismo momento.
Pide información por escrito y conserva todos los documentos, contrato y facturas. También cuidado con la publicidad, pues nos pueden ofrecer algo distinto a lo que figura en ella.
Tienes derecho a anular el contrato, disponiendo de un plazo de 14 días de devolución.
Los productos que compras tienen garantía por derecho.
Tienes derecho a un contrato por escrito, pide una copia del mismo, antes de firmarlo léelo con detenimiento ¡Ojo con la letra pequeña¡ y pide consejo a tus familiares antes de comprar.
Y recuerda lo antes dicho, “nadie da duros a pesetas” y tampoco existen productos milagro.