· La tristeza.
La tristeza es un sentimiento muy fuerte que nos indica que algo no va bien en nuestro interior.
La tristeza nos dice que hay que hacer para sentirnos mejor.
La tristeza nos enseña valores, pero hay que saber interpretarla.
A veces se gana, a veces se pierde.
Tolerancia hacia la frustración y el fracaso.
En las relaciones personales (vínculos afectivos) hay que comprender los sentimientos de los demás, y para eso hay que comprender los propios.
Es por ello que no se debe reprimir la tristeza, hay que aprender a expresarla, conseguir hablar de ella y buscar el camino que nos lleve de vuelta a la felicidad.
¿Cómo sabríamos lo maravilloso que es reír, si nunca llorásemos?
VOLVAMOS A SONREÍR,
NO DEJES QUE LA TRISTEZA SE PROLONGUE DENTRO DE TI.
Observa cómo te sientes y porqué.
Recupérate de las desilusiones y los fracasos.
Piensa en positivo.
Busca soluciones.
Pide ayuda.
PONTE DE BUEN HUMOR HACIENDO LO QUE SABES QUE TE HACE SENTIR BIEN.
PERO, ¿Y SI ES NUESTRO HIJO EL QUE ESTÁ TRISTE?
No le restes importancia, para él seguro que la tiene.
No le regañes por su tristeza, deja que la exprese.
No le castigues ni utilices frases como “como sigas llorando al final vas a llorar con razón”, no hay que empujar a los niños al silencio, al contrario, hay que crear confianza y un ambiente cómodo donde todos podamos expresar nuestras emociones libremente. Aunque en muchas ocasiones ni ellos mismos sabrán que es lo que les pasa.
Continuará…
