La solidaridad del pueblo colono se ha puesto nuevamente de manifiesto a lo grande. Y en este caso impulsada por quinto año consecutivo por Colonos Moteros Libres, cuya iniciativa se consolida superando la edición de 2024 en cantidad de donaciones.
Amaneció este domingo con un chaparrón que obligó a retrasar la salida casi una hora, la cual se realizó este año desde la Peña Bética Colona «Pablo Fornals», en la Avenida de la Constitución de Fuente Palmera.
La comitiva de moteros y moteras, algo más reducida al principio a causa de la lluvia, se fue completando a lo largo de la jornada hasta reunir unas 30 motos y unas 50 personas, tanto socias como no socias del motoclub, y entre ellas algunas procedentes de otros puntos como Palma del Río o La Carlota.
La primera parada del itinerario fue Silillos, siguiéndole Fuente Carreteros, Cañada del Rabadán, El Villar, La Ventilla, Peñalosa, La Herrería y Ochavillo del Río, siendo aquí donde aprovecharon para comer unos ricos bocadillos calentitos preparados por la Entidad Local.
Luego retomaron la ruta hasta Villalón, pasaron a la vuelta por la Residencia Santa Magdalena compartiendo un entrañable rato con los abuelos y abuelas que no pudieron ocultar una sonrisa al presenciar a un grupo de motoristas que llegaban ataviados con el traje de Papá Noel.

Finalmente llegaron a la Plaza Real de Fuente Palmera donde les esperaban los miembros de Cáritas con los brazos abiertos. Y nunca mejor dicho porque los cientos de kilos de alimentos entregados van a posibilitar que el organismo pastoral abra esta semana su sede -que estaba prácticamente vacía- para el reparto de productos entre las familias más necesitadas del municipio.
Desde Colonos Moteros Libres, su presidente Antonio Orejuela ha agradecido la colaboración de asociaciones y colectivos, de los ayuntamientos de Fuente Palmera y Fuente Carreteros, de la ELA de Ochavillo del Río, así como de los alcaldes y alcaldesas pedáneas por la coordinación.
Asimismo, ha dado las gracias a los miembros de Protección Civil que les acompañaron durante toda la jornada estando pendientes del tráfico para que no hubiera ninguna incidencia, como así fue.
Orejuela destaca «la alegría y entusiasmo con el que nos esperan en cada aldea, nos ofrecen aperitivos y disfrutamos de este ambiente navideño tan tradicional; la gente ya ha asimilado nuestro evento y estamos encantados de hacerlo realidad cada año».
También comentaba que en la próxima edición tendrán como objetivo finalizar el recorrido una o dos horas antes y llegar sobre las 3 a la Plaza Real. «Intentaremos acortar las paradas porque la verdad es que se nos hace el día un poco largo y hay gente que después de comer se empieza a ir».
















