Unas cien personas acudieron a la cita entre las que ocuparon las sillas debidamente colocadas a la distancia interpersonal y las que se ubicaron alrededor de la plaza, todas con su mascarilla. El Consistorio, no obstante, dispuso en una mesa por si hacían falta, además del gel hidroalcohólico. Por tanto, la velada transcurrió bajo las medidas de prevención frente al Covid 19.
No sería hasta pasadas las 21.30 cuando diera comienzo el acto, después de que una gran mayoría de los asistentes adquiera el libro de Anguita y también les fuera firmado por el editor y prologuista del mismo, Ricardo González y Antonio Manuel Rodríguez, que junto al concejal de Cultura, Quique González, fueron los encargados de presentar y rendir tributo al reconocido dirigente político, referente de la izquierda de este país en las últimas décadas y maestro, fallecido el pasado 16 de mayo en Córdoba tras una semana en la UCI Y no superar un ataque al corazón.
Entre el público no sólo estuvieron vecinos y vecinas de la Colonia, sino también de otros pueblos cercanos como Posadas, San Sebastián de los Ballesteros o Écija.
El delegado de Cultura abrió con una concisa biografía del autor, resumiendo su trayectoria política, su aportación literaria y periodística y recordando algunos episodios destacados como la muerte de su hijo mayor, Julio Anguita Parrado, y aquella frase que se hizo famosa: “Malditas sean las guerras y los canallas que las hacen”.
A continuación tomó la palabra Ricardo González, editor, escritor, pintor, ochavillero de pro afincado en Córdoba. Su editorial, Utopía Libros, tiene editadas otras dos obras de Anguita, Combates de este tiempo (primera parte de Vivo como hablo) y Conversaciones con la tercera república.
González abordó el contenido del libro y explicó cómo empezó a forjarse con la intención de publicarlo en 2018, pero que los acontecimientos políticos del país fueron retrasando su salida para seguir ampliándolo con textos y reflexiones sobre esa actualidad, y finalmente la pandemia también paró su publicación y fue objeto de las últimas líneas del mismo. De hecho, el fallecimiento de Anguita acontecería días después de la entrega del manuscrito a la editorial.
Vivo como hablo recoge en dos terceras partes de sus páginas artículos y discursos de Julio Anguita desde 2015 a 2020, abarcando la convulsa y apasionante era política que nos ha tocado vivir: la ruptura del bipartidismo, la corrupción de las altas esferas, los cambios en el seno de la izquierda, la irrupción de nuevas formaciones políticas, la constitución del primer gobierno progresista de coalición de la Democracia o la crisis sanitaria del coronavirus.
Cerró el acto Antonio Manuel Rodríguez, profesor, jurista, escritor, activista, vecino de Almodóvar del Río, autor del prólogo del libro… una cara y una voz ya conocidas en la Colonia por diferentes conferencias y por haber sido el último pregonero de la Feria Real.
Antonio Manuel comenzó afirmando que no hay dos palabras que definan mejor la última obra de Julio Anguita: salud y república. “La salud, en primer lugar la suya, la de un corazón maltrecho de haberse dado tanto, de haber colocado el alma por encima del pellejo… pero también habla de salud democrática, social, económica”. Y este libro “reivindica la medicina más potente ante una sociedad insana que atraviesa una crisis sanitaria y que viene de las crisis anteriores: la república.
El prologuista se preguntó por qué no tenemos una república en España, en pleno siglo XXI: “el problema de España es que no tenemos una derecha republicana, laica y federal, sino nacional católica castellana y entiende que solo se puede ser español si se reza de rodillas y se habla castellano, y encima, si puede ser, que seas blanco. Por eso España es más una noción que una nación, y hay quienes defendemos una noción de España diversa, incluyente, y ojalá algún día los valores de la república, de estado federal y de la laicidad no están equivocadamente ubicados en la izquierda, porque esos tres valores son transversales. ¿O acaso Trump y Merkel son de izquierdas? Pero en Estados Unidos y Alemania hay un estado federal, una república”. Y recordó que el laicismo significa respeto a todas las confesiones y creencias.
“Estoy seguro que Julio diría lo que siempre ha dicho, que tenemos que reivindicar un estado federal para resolver el problema plurinacional, un estado laico y un estado donde la monarquía no sea un régimen que nos avergüence porque el Borbón tenga máquinas de contar dinero con el que paga a su amante. Y lo que estoy diciendo es un dato objetivo que a cualquier ciudadano del planeta que tenga un mínimo de dignidad y formación democrática le produciría vergüenza. Por eso, ese libro no es la biografía de un hombre que murió, sino la luz de un hombre que sigue vivo… y seguirá viva mientras vosotros y vosotras empuñéis su palabra”.
Vivo como hablo se puede adquirir a través de la página web de Utopía Libros al precio de 19 euros.