Alrededor de 600 personas se dieron cita anoche en la Plaza Real para disfrutar de la obra «¿Quién va?¿Quién vive? Con todos ustedes el gran Olavide», lo que demuestra la enorme expectación generada en torno a esta representación teatral, escrita y dirigida por Antonio Barrera, y plasmada en la tablas por Cambalache.
Este grupo de teatro está formado por miembros de la Asociación Cultural Ramón de Beña y de la Compañía Ilusión. En concreto fueron catorce vecinos y vecinas de La Colonia, actores y actrices aficionadas que actuaron como auténticos profesionales.
Algunos con más experiencia y otros que se subían por primera vez a un escenario. Sus nombres son: Manuel Castel, en el papel de Olavide; Andrés Ramírez, como Carlos III; Ramón Dugo, en el papel de Johann Kaspar Thürriegel; Antonio Romero; Ana Machado; Tere Fernández; Gerardo Fernández; Paqui Mengual; Juan Luis Hens; Dolores Gálvez; Antonia Borruecos; Azahara González, Rosa Martín y Rosi Martín.
También colaboró la Asociación de Mayores San Isidro Labrador con doce figurantes: Pastora Blázquez, Juan Álvarez, Luisa Guerrero, Juan García, Antonia Chacón, Eugenio López, Carmen Ramírez, Julián Hermán, Santiago González, Fernando Silva y las niñas, Martina González y Valeria Álvarez.
La velada comenzó con la presentación por parte de la presidenta de Ramón de Beña, Rosi Martín, junto al director, Antonio Barrera, y al concejal de Cultura, Quique González. La obra está subvencionada por el Ayuntamiento de Fuente Palmera y cuenta también con la colaboración de la Diputación de Córdoba.
Hay que destacar la presencia en el público de representantes políticos de otros municipios de las Nuevas Poblaciones, como la concejala de Cultura de La Carlota, Laura Bernier, o el alcalde de Guarromán (Jaén), Alberto Rubio, que quedaron prendados por lo que vieron sobre el escenario y con ganas de que la obra se pueda disfrutar en sus localidades.
Junto a ellos en la bancada de autoridades, el alcalde colono, Francisco Javier Ruiz, y las concejalas Marta Montenegro, Sonia Rovira y Laura Sánchez, así como el mencionado Quique González.
En cuanto al desarrollo de la representación teatral, giró en base a cómo se fraguó la llegada de los primeros colonos, la aparición de Pablo de Olavide y a partir de ahí se centró en la intensa y azarosa vida y obra del que fuera el principal artífice del proyecto ilustrado de las Nuevas Poblaciones, hasta sus últimos días con el paso por la cárcel incluido y una última escena donde recibió el reconocimiento de habitantes de todos los pueblos colonos.
El director, Antonio Barrera, estaba muy satisfecho a la finalización «porque el público ha estado entregado, ha aguantado toda la obra mostrando su interés por la historia, con un aplauso final inmenso, pero quiero hacer hincapié en este grupo de personas que la mayoría nunca había hecho teatro, en todo caso obras más pequeñas y no algo complejo como esto, durante una hora y media… brutal».
Este profesional de las artes escénicas, vecino de Almodóvar del Río, afirmaba que «lo bonito es contar la historia de Olavide con gente del pueblo, porque lo sienten de verdad y saben que mucha culpa de que estén hoy aquí se la deben a este señor; ojalá puedan representar la obra no solo en el resto de pueblos carolinos, sino en otros para que conozcan esta singular historia».
Por su parte, Rosi Martín rebosaba felicidad al igual que todos sus compañeros y compañeras que no dejaban de recibir la enhorabuena de amistades, vecinos y familiares. «Nuestra idea a partir de ahora es seguir haciendo teatro, si nos llaman para esta obra nos gustaría ir, pero también hacer otras cosas más cortitas».
Después de nueve meses de ensayos la presidenta reconocía que lo han pasado muy bien en todo este tiempo. «Ha sido muy importante el compromiso y también quiero acordarme de Maribel García Cano y de Manuel González Mestre, quienes nos asesoraron y documentaron, algo fundamental en este tipo de trabajos».