El feriante Maese Zambulón y su burro Rigoletto hicieron disfrutar a jóvenes y no tan jóvenes, además de hacer partícipes a varios pequeños del espectáculo. Se trata de una fábula sobre un burro y su domador que transitan por un país imaginario, recorriendo pueblos y ciudades con su circo de variedades. La técnica utilizada es la del títere habitado, de tamaño natural, donde dos titiriteros van dentro, en este caso, de un burro, que junto al maestro de ceremonias, va anunciando por las calles a modo de risa y de presentación antigua que ha llegado al pueblo su espectáculo circense.
El argumento de la obra nos lleva a una reflexión más profunda. Como nos cuenta Emilio, el domador, «es un homenaje al burro, pero al burro que somos todos. Este animal nos ha ayudado a lo largo de nuestra historia, ha cargado con nuestros pesos, se ha llevado nuestros palos, desprecio, incluso ha llevado hasta la carga emocional. Traduciendo, es un homenaje a la gente humilde, la que llevamos el peso de la sociedad pero somos tratados como burros. Es una historia de maltrato animal y, a la vez, de maltrato a las personas que nos tratan como si fuésemos esclavos. En definitiva es la historia de nuestra esclavitud, y cómo somos esclavos siempre de alguien superior, como esa voz que se oye en la obra, que no sabemos quién es, no le vemos, pero sabemos que está ahi y que nos machaca, pero también contamos cómo podemos liberarnos y crear una economía entre todos».
Astokillo’s Circus es una obra que tiene varias lecturas, al principio más destinada a los niños y al final se engancha más al público adulto con el razonamiento anterior.
Sobre la acogida en Fuente Palmera, la compañía vitoriana comentaba que «aunque suene a tópico, notamos la diferencia de trabajar en el norte, nosotros que somos vascos, a hacerlo por el sur, este público es más receptivo y participativo, todos los niños quieren salir, todo el mundo aplaude cuando tiene que hacerlo y es superamable. Es un placer venir a Andalucía. Por otra parte, la organización nos ha recibido muy bien, nos han presentado su proyecto y nos han acogido en su casa, en el centro rural de El Villar que ha sido inaugurado esta semana. La verdad es que es de agradecer que se preocupen por ti, eso es algo que pasa siempre en este gremio, es como una fraternidad titiritera, y cuando alguien va al País Vasco nosotros hacemos lo mismo. Los titiriteros somos el vivo ejemplo del Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como, escribimos y hacemos la obra, nos construimos los muñecos, lo hacemos todo, pero además buscamos los medios para que otros compañeros puedan trabajar, hacemos circuito. Es lo que hacen aquí José Diego y Mari Luz, que aparte de tener su propia compañía, hacen este tipo de festivales».
La Muestra Internacional de Titiriteros Solistas continúa hoy a partir de las cinco de la tarde en la Plaza Real.
La compañía valenciana Teatro La Estrella presenta su obra «El Circo Malvarrosa», donde un grupo de personajes estrafalarios encuentran su lugar en el mundo dentro del Circo Malvarrosa. Es una recreación poética, con marionetas, de los pequeños circos familiares que antaño recorrían Europa. Un solo actor es el encargado de mover este pequeño universo mágico en el que se mezcla fantasía y realidad. Se utilizan marionetas de tamaño natural de diferentes técnicas: bunraku, de cabaret, de varilla, de palo, etc. Desde hace 25 años, el Circo Malvarrosa se ha paseado por las calles y plazas de media Europa, visitando importantes festivales como Evora(Portugal), Tolosa, Madrid o Alicante.Mañana domingo será el turgo para los gaditanos Cajón de Titeres y su espectáculo «Pericote y la bruja Mala-Espina», también a las cinco en la plaza.
Y el lunes, se pondrá el broche final con «Tres cuentos de Andersen», a cargo de la compañía brasileño-uruguaya Ángeles de Trapo. En el bulevar a las cinco de la tarde.