Según la medicina tradicional china, cada una de las estaciones del año está relacionada con un elemento: madera, fuego, tierra, metal y agua.
De igual modo los órganos de nuestro cuerpo se relacionan con estos elementos.
Durante el otoño los sueños y las visiones se albergan en el oeste donde nacen los llantos y las emociones, tanto la alegría como la tristeza. Es estación de cosecha y de purificación.
Su elemento es el metal y el órgano relacionado con el otoño es el pulmón, que es un órgano de metal, y el intestino grueso es la víscera correspondiente a este elemento y a esa estación.
El pulmón es pues el órgano más activo en otoño, está muy vinculado al instinto de supervivencia de cada uno de nosotros. Nos proporciona la emoción de la vitalidad y el coraje. En ocasiones, hay un desequilibrio en este órgano y nos sentimos melancólicos y tristes.
El verano tardío, que vivimos en estos días, es momento para prepararnos para el otoño que vamos a vivir, porque con la bajada de temperaturas llegarán los primeros virus, catarros, gripes, que son procesos forzados de depuración y limpieza del organismo.
Con los últimos días de temperaturas altas y antes de la llegada de jornadas que se acortan, toda la naturaleza se prepara para una metamorfosis intensa, que también llega a nuestro interior pudiéndonos hacer entrar en un caos total si no estamos preparados y centrados. Quizás vivamos procesos de mal funcionamiento intestinal como es el estreñimiento provocado por el estrés y por el afán de retener, así como mal funcionamiento del sistema digestivo y gastroenteritis que igualmente son una depuración forzosa.
Si nos preparamos y entramos en sintonía con la energía del otoño comprenderemos los procesos vividos en esta estación y sacaremos provecho a lo que este periodo nos ofrece.
Recuerda que el otoño es una época dinámica en la que debemos eliminar como las hojas que caen de los árboles. Es momento de encuentro y cosecha de los frutos de nuestro interior: proyectos, trabajo, salud, relaciones…
Podemos tener en cuenta algunas pistas para cuidarnos y fluir con la energía otoñal:
1.- Entra en contacto con la naturaleza. Paseos por el campo aprovechando la luz del sol otoñal y recargándote.
2.- Haz ejercicio moderado.
3.- Tomar zumos y fruta de esta estación te ayudará a depurar y limpiar dejando ir todo lo que tu cuerpo no necesita. Aprovecha los frutos de temporada pera, manzana y uva.
4.- Toma suficiente agua.
5.- Recuerda que los alimentos picantes y las especias tomadas con moderación facilitan la descongestión y limpieza nasal.
5.- Disfruta de horas de descanso que te proporcionaran relax a ti y por tanto a tus órganos vitales.
6.- Sonríe y haz cosas que te gustan. Aprovecha cada momento que te proporciona la vida y deja ir todo aquello que no te beneficie.
No Temas al Otoño, si ha venido.
Aunque caiga la flor, queda la rama.
La rama queda, para hacer el Nido
