Nadie que aparezca por Ochavillo en esta jornada escapa de teñirse de blanco.ochaviller@s respecto a la tradición católica por la que los fieles se colocaban la ceniza en la cabeza o en la frente como signo penitencial, de conversión y de arrepentimiento de los pecados. Vecinos y visitantes lo saben desde hace más de medio siglo, cuando la panadera de la localidad, Amelia Castell, que falleció hace unos años, tuvo la ocurrencia de usar harina, menos dañina, en vez de ceniza para que se la arrojaran unos a otros. Supuso una variante más introducida por l@s
El evento representa una actividad intergeneracional en todo su esplendor. Niñ@s, jóvenes y mayores confluyen en una batalla sin vencedores ni vencidos. Los más peques se dedican a hacer montones de harina en la plaza, los jóvenes siguen el conflicto más al pie de la letra, y los mayores, mayoritariamente mujeres, lo combinan con bailes y juegos populares como la flor del romero, el porrón, el pañuelo o la comba.
La fiesta comenzó sobre las nueve de la mañana con los 200 kilos de harina aportados por el Ayuntamiento, organizador de la jornada. Como manda la tradición, a partir de las doce del mediodía ya no se puede tirar harina, aunque más de uno se la suele saltar. Como cada año, una de las atracciones es la visita de Canal Sur TV, que cubre el evento para el programa Andalucía Directo. Pasadas las 11.30, participantes y reporteros televisivos bajaron a la Plaza de La Fuente, donde en casa de una vecina se había preparado un potaje y unos dulces caseros típicos de la Cuaresma, como son los buñuelos y el pastel de manzana. A continuación, volvieron a subir hacia la Plaza Real para continuar con los juegos populares y empezar a cocinar el arroz, esta vez en el Salón de la Juventud ante las previsiones de lluvia. Ya por la tarde, y como colofón a la jornada, ha tenido lugar un pasacalles con la animación de la Batukada Sambalota, de La Carlota.
La prensa germana se hace eco del evento
La presente edición de la Batalla de la Harina ha contado con la peculiaridad de la visita de un periodista alemán, que ha llegado a Ochavillo a través de una vecina del pueblo, ahora residente en Fuente Palmera. Lola García, natural de Ochavillo del Río, ha vivido cincuenta años en Moncengladbach, toda una vida. Pero en todo este tiempo nunca ha faltado a los carnavales de su pueblo, sobre todo al Miércoles de Ceniza. Su amigo reportero, Peter Baumgarten, ha estado tomando buena nota y fotografías para publicar la celebración en un periódico de la ciudad alemana de Augsburg. Además, tiene un proyecto para escribir un libro sobre las fiestas de La Colonia de Fuente Palmera.
Más abajo ofrecemos la Galería de Imágenes con más instantes de la jornada.