El evento ha vuelto a celebrarse en el Salón Moyano Rodríguez, como hace dos años, para evitar las enormes temperaturas que sufrimos estos días y que descartaron desde un primer momento el bulevar, escenario de la edición de 2014.
El alcalde de Fuente Palmera, Francisco Javier Ruiz, abrió el acto felicitando y dirigiéndose a los premiados en estos términos: “ustedes representáis los mejores valores de nuestro pueblo, como son el esfuerzo, el compromiso y la dedicación constante, que sumados a vuestras inquietudes, tradiciones, estudios y forma de vida han ido poco a poco construyendo esta Colonia”. A continuación intervino Enrique González, concejal del Ayuntamiento y coordinador del acto, que adelantó que sería una mañana muy emotiva y destacó la primera vez que se celebró esta efeméride hace 33 años, cuando se cumplió el 215 aniversario. Seguidamente tomó la palabra D. Francisco Tubío, Cronista Oficial de la Villa, que hizo una breve reseña histórica, deteniéndose en esta ocasión en la figura de los alcaldes pedáneos. El historiador y maestro, expuso que al principio se nombraban dos alcaldes por núcleo, uno extranjero y otro que hablase el idioma castellano, pero que a partir de 1837 sólo existió un regidor por aldea.
A diferencia de ediciones anteriores y por consenso, se han suprimido las intervenciones de corte más político de los portavoces municipales, por lo que se dio paso al nombramiento de los Colonos del Año.
En primer lugar se distinguió como Colona de Mayor Edad a Encarnación Reyes de la Rosa, de Cañada del Rabadán, que el pasado mes de abril cumplió 99 años. Por razones de salud no se pudo desplazar a Fuente Palmera y fue su hija Josefa Téllez quién recogió la placa conmemorativa. El expediente de instrucción ha estado a cargo del grupo socialista y lo ha leído la concejal María Dolores Hens. Sobre Encarnación, también conocida como La Niña por ser la menor de sus hermanos, señaló que conserva su gran genio y su sorprendente memoria, además de la sabiduría que dan los años. Bondadosa, respetuosa y amable, Encarnación fue una mujer que vivió en sus carnes la crueldad de la guerra civil y las penurias de la posguerra. Durante el conflicto perdió a uno de sus hermanos, aunque antes, cuando tan sólo tenía dos años, falleció su madre. Desde muy joven, faenas de la casa y trabajo en el campo. Se casó en 1941 y tuvo tres hijos. Enviudó a los 57 años. Hoy día disfruta de nueve nietos y ocho biznietos.
A continuación se nombró a uno de los Hijos Predilectos, Manuel García Reyes, de Fuente Palmera. El grupo instructor ha sido el PP, leyendo el expediente su portavoz, Manuel Jiménez. Maestro de profesión, ejerciendo actualmente en Palma del Río, Manolo el de Florita nació un 20 de noviembre de 1957. Su vida ha estado siempre ligada a la divulgación de la cultura y es un apasionado de la historia local. Ha sido profesor en el Centro de Educación de Adultos y se hizo más conocido en 2003 tras convertirse en alcalde de Fuente Palmera al ganar las elecciones con el grupo Olivo y desbancar al PSOE de Guisado. Manuel García fue regidor colono durante un mandato, hasta 2007, y confiesa “que nunca esperó encontrar en tan ruinosa situación al Ayuntamiento”. Por último, dedicó el premio “a los que transitan conmigo en la vida, mi familia y amigos, y a los que ya no están con nosotros, mi madre y mi amigo Juan Rovira”.
En tercer lugar, se distinguió como Colono del Año a Rafael Díaz Balmón, más conocido como Pacocho, por una vida de esfuerzo en mantener vivo un oficio casi perdido en otros sitios. Su expediente ha sido expuesto por Jesús Díaz, portavoz de Jóvenes por La Colonia. Pacocho es y será siempre el zapatero de Fuente Palmera. Nacido en 1947, su padre y su abuelo ya habían mantenido la tradición familiar de la zapatería. De hecho, conserva intacta una escala del año 1767 para tomar la medida del pie. Tuvo una infancia buena y, a pesar de la miseria de aquellos años, en su casa no se pasó hambre porque su padre recibía de los señoritos trigo, maíz, harina o aceitunas como pago por el trabajo de hacerle los zapatos. A los trece años dejó el colegio para aprender el oficio familiar. Tuvo una etapa, desde 1970 a 1983, en la que compaginó la zapatería con la ganadería, dedicándose a ordeñar vacas. Rafael Díaz tiene tres hijos fruto de dos matrimonios. Se casó en 1977 con Mercedes Segovia, con quien tuvo a Rafael y Mercedes, pero el destino les jugó una mala pasada y su mujer falleció de forma repentina en 1987. Años después rehízo su vida junto a Enriqueta Caro, con quien tuvo a su tercera hija, Carmen, en 1993. En su trayectoria como artesano, ha hecho zapatos y botas a muchos colonos, teniendo clientes fijos como Manolo Carrolo, Manolo Carrasco o Pepe Carrasco. Incluso fabricó las botas de los municipales durante un tiempo. Otra anécdota es que ha tirado a la basura muchos sacos de zapatos que los clientes nunca recogieron y, por supuesto, tampoco pagaron. Reconoce que ha sido muy feliz con este oficio, su auténtica pasión. En el año 2012 se jubila y pasa a disfrutar de otra gran afición, el campo. Pero poco después sufre un infarto del que tuvieron que operarle rápidamente. Por suerte, se recuperó y hoy día se encuentra bastante bien.
A continuación, recibió la distinción Marta Reyes Vázquez, de La Ventilla, por el mejor expediente académico en el IES Colonial en el curso 2013-2014, obteniendo una nota media de bachillerato de 9,26. Leyó su expediente Enrique González, de IU. Marta nació en 1996, ha tenido una feliz infancia y se siente orgullosa de ser ventillera. Su paso al instituto no fue fácil, con el cambio a nuevos métodos de estudio, nuevos compañeros y nuevos profesores, pero finalmente consiguió adaptarse. En la actualidad estudia Enfermería y ha superado satisfactoriamente el primer año de carrera. Le gustaría alcanzar una beca Erasmus y, prueba de su solidaridad y humanidad, le encantaría trabajar como voluntaria en el Congo. Es una chica alegre, simpática, sacrificada, a la que le gusta el flamenco, la copla, la música pop, además de ser una deportista nata. Marta ha agradecido este galardón y ha dado la enhorabuena al IES Colonial por su 25 aniversario y por sus nuevos proyectos. Y ha dedicado unas palabras de agradecimiento a su familia por todo el apoyo recibido.
Seguidamente, fue el turno para el nombramiento de Hijo Adoptivo de La Colonia, que ha recaído en el profesor Carlos Javier Gómez Segade. Su expediente, a cargo del grupo Olivo, fue expuesto por Teresa Fernández. Carlos nació en 1950 en Pontevedra. Su madre, maestra rural, le inculcó el oficio, igual que al resto de sus ocho hermanos. Posadas fue su primer destino, pero sólo por un año, y en 1974 llega a Fuente Palmera. Era un joven solitario que recuerda las calles cuadriculadas del municipio, que las mujeres no entraban en los bares y que los hombres no hacían la compra, en definitiva, “la España profunda”. Su lema siempre ha sido: profesor es el que enseña y maestro del que se aprende. En teoría, sólo iba a estar dos años en Fuente Palmera, pero conoció en 1975 a la que hoy es su mujer, Cándida Hidalgo. Carlos tomó la palabra y agradeció el título a la anterior y a la nueva Corporación. También dio las gracias a todo el pueblo “por hacerme colono” y se siente muy orgulloso de ser tan gallego como colono y tan colono como gallego.
En sexto lugar, fueron nombrados Colonos del Año los jugadores y técnicos del equipo benjamín del Club Deportivo La Colonia Fútbol Sala, por una trayectoria meteórica que ha desembocado esta temporada en la consecución de varios títulos, entre ellos, el del campeonato de Andalucía y de España para algunos de sus componentes. Además, subcampeones de liga y de Andalucía por clubes. El expediente, a cargo de IU, fue leído por el concejal Rafael Barea. En primer lugar, recibieron el reconocimiento los entrenadores Luis Hens, Julio Fernández y Manuel Aguilar Manolichi, este último verdadero promotor de este proyecto. En 2010 comenzaron con la escuela y cada año han ido a más, hasta el punto que se está desbordando la demanda de niños para la próxima campaña. En su haber, el tesón y esfuerzo a la hora de entrenar, al mismo tiempo que realizan una labor educativa inculcando los importantes valores que tiene el deporte. Manolichi ha señalado que será difícil volver a ver un juego tan espectacular como el que realiza este equipo, que además ha visto como tres de sus jugadores acabaron siendo fichados por el Córdoba CF.
A continuación, llegó uno de los momentos más emotivos de la jornada con la distinción a título póstumo como Hijo Predilecto de Francisco López Vidal, más conocido como Curro López. El portavoz del PSOE, Antonio Javier Guisado, fue el encargado de leer el expediente, que hizo saltar las lágrimas a más de uno entre el público al recordar la figura de Curro. Son muchos los calificativos de una persona que dedicó gran parte de su vida a sus vecinos. Curro, que nos dejó el pasado mes de enero casi sin avisar, fue un hombre recto, educado, humilde, respetuoso, religioso, de grandes inquietudes y espíritu solidario. Fue maestro porque cuando te hablaba te iba enseñando. Tenía un defecto, que era que le costaba decir que no. Por eso ayudó a tanta gente y participó en tantos colectivos. Curro, conocido también como el de la Caja, ya que trabajó en la Caja Rural desde 1968 hasta su jubilación, perteneció trece años a la Hermandad del Cristo, de la que fue miembro fundador; estuvo 25 años en la Peña Flamenca Joseíto Téllez; 11 años en la Cruz Roja; y también perteneció a la U.D.C. Fuente Palmera de fútbol; y en los últimos años trabajó también de forma desinteresada para la AECC de Fuente Palmera. Fue secretario, vocal, socio, presidente, etc., de numerosas asociaciones y colectivos, y el encargado habitualmente de redactar los libros de actas de su puño y letra. Antonio J. Guisado también apuntó que “nos ha dejado sus virtudes en sus descendientes”. Tanto sus tres hijos como su viuda recogieron el título de Hijo Predilecto. Su hija María del Mar, bastante emocionada, tomó la palabra para agradecer el nombramiento a la Corporación actual y a la anterior.
Y por último, La Colonia saldó ayer una deuda con una artista nacida en Fuente Palmera en 1940 y que paseó sin alharacas por los escenarios de España y fuera de nuestro país, un estilo peculiar de entender el flamenco y la copla. Florentina Rodríguez Lora, Flor de Córdoba, fue distinguida como Hija Predilecta a sus 75 años. El instructor de su expediente fue Francisco López de Ahumada, del grupo Olivo, leyendo el mismo su compañera Carmen Mª Troyano. Florentina Rodríguez vivió en Fuente Palmera hasta los siete años, cuando se trasladó a Posadas. Recuerda aquellos años de miseria y hambre haciendo una confesión: “yo creo que el hambre me enseñó a cantar”. Cuenta que a veces el cura Don Laureano le daba algo, pero le pedía que cantara una soleá. Desde muy joven destacó en el mundo del flamenco, primero a nivel local y en fiestas familiares. Pero su voz fue saliendo de las pequeñas fronteras y su particular versión de Los Cuatro Muleros la llevó a adquirir un gran peso en el mundo del cante, y especialmente para una mujer. Más de 40 grabaciones discográficas, con títulos como La Rosa o La Romería Loreña, la convierten en una verdadera estrella del momento y en una cantante muy popular. Respetada y admirada, tuvo siempre como referente y maestro a Pepe Marchena, quien confesó que era su versión femenina. Se codeó con los grandes, como Estrellita Castro, Marifé de Triana, La Niña de la Puebla, La Niña de Antequera, Rafael Farina o Antonio Molina. Por su trayectoria personal y artística, por una vida dedicada al arte, Flor de Córdoba ha sido merecedora de este título de Hija Predilecta de La Colonia. Florentina Rodríguez dedicó unas palabras a sus paisanos y expresó muy emocionada que era “un gozo estar en mi pueblo después de tanto tiempo”.
A continuación tuvo lugar la sorpresa de la jornada con la presentación del logotipo que ilustrará dentro de dos años el 250 aniversario de la fundación de La Colonia. De forma totalmente improvisada, el alcalde, Francisco Javier Ruiz, invitó a los exalcaldes presentes en el acto(Antonio Díaz Aguilar, Manuel García Reyes y Juan Antonio Fernández Jiménez) a que le acompañaran en el descubrimiento
Como colofón a la fiesta y en homenaje a Flor de Córdoba, nuestro singular poeta de Cañada del Rabadán, Currete, dedicó unos versos a la cantaora. Y la también artista cañetera Rocío Luna, acompañada a la guitarra por Valentín Rosa, de La Ventilla, interpretó la versión de Los Cuatro Muleros que hizo famosa a Flor de Córdoba y le dedicó igualmente un fandango. Con esta actuación flamenca se dio por finalizada la conmemoración del 5 de julio. Luego pudimos presenciar como las dos cantaoras intercambiaron opiniones, incluso oímos como Flor de Córdoba, rodeada de su familia colona, cantó por lo bajini a Rocío Luna en una imagen que representaba el pasado y el futuro, el ayer y el hoy, como la propia historia de La Colonia, escrita ya con letras de oro por los ocho protagonistas que han sido distinguidos como Colonos del Año 2015.