Marta Rodríguez y Jesús Morales: «Estuvimos en Las Ramblas una hora antes del atentado terrorista»

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17 de agosto de 2017, Barcelona, Cambrils, una fecha que ha quedado marcada para tod@s por la barbarie terrorista. Pero sin duda, no es lo mismo verlo desde la distancia que vivirlo y palparlo de cerca, en la propia ciudad condal y a escasos metros de Las Ramblas.

martajesus1Marta y Jesús, ante el Arco de Triunfo el 17 de agosto por la mañanaEs el caso de una joven pareja colona, Marta Rodríguez (21 años) y Jesús Morales (26), que desde el día anterior se encontraban en Barcelona con la intención de disfrutar de un par de jornadas de turismo en la capital catalana. Volvían de un viaje a Rumanía y antes de regresar a Fuente Palmera decidieron visitarla, ya que no habían tenido la oportunidad anteriormente. Por tanto, era la primera vez que pisaban Barcelona, pero no será la última, porque afirman que volverán ya que se les quedó mucho por ver.martajesus3Al fondo, el Palacio de Montjuic

Todo se truncó esa tarde del 17 de agosto, en la que estuvieron paseando por Las Ramblas hasta una hora antes del atentado. Su decisión de visitar el Palacio de Montjuic les llevó a alejarse un poco de la zona. Destino…fortuna… En su testimonio nos cuentan, entre los muchos detalles, que estuvieron dos horas refugiados en el probador de un centro comercial.

En primer lugar, queremos agradecer que Jesús y Marta hayan aceptado la propuesta de Fuente Palmera Información de contar su experiencia en la siguiente entrevista.

Ambos son de Fuente Palmera y han estudiado en Málaga el grado en Estudios Ingleses (antigua carrera de Filología Inglesa), del que les queda el proyecto final (TFG). Actualmente, los dos también están realizando las prácticas en Fuente Palmera, Jesús en la Biblioteca Municipal Antonio Machado y Marta en la Escuela Infantil Municipal. A Marta se le ponen los vellos de punta y le embarga la emoción con sólo nombrar el tema, mientras que Jesús se muestra aparentemente más tranquilo.

– ¿Cómo y por qué estabais en Barcelona? ¿Cuándo llegáis a la ciudad condal?

Habíamos estado un mes en Rumanía haciendo un voluntariado y decidimos visitar algo después de haber estado trabajando cuatro semanas sin descanso en un campamento de verano como profesores de inglés. Fue una buena experiencia, pero realmente agotadora, por lo que decidimos pasar unos días en otro sitio más relajados antes de regresar a Fuente Palmera. Por qué no Barcelona, pensamos. Era una buena opción porque no habíamos estado ninguno de los dos antes. Después de pasar tres días en Bucarest, llegamos a Barcelona el miércoles 16 de agosto por la tarde.

– ¿Habíais planificado vuestra estancia, lo que ver…hasta que día?

Sí, íbamos a estar dos días, con regreso a Fuente Palmera el viernes 18 a mediodía, como así fue finalmente. En la tarde noche del miércoles 16 estuvimos dando una vuelta y al día siguiente pensábamos estar toda la jornada viendo cosas, incluso el mismo viernes por la mañana. Nuestra intención era aprovechar el tiempo el máximo posible, explorando Barcelona. El miércoles fuimos a la Sagrada Familia y después por la noche a Las Ramblas, donde estuvimos cenando en un restaurante. Como siempre, Las Ramblas estaban abarrotadas de gente; estaríamos sobre una hora y ya nos volvimos al hostal, que estaba a una media hora andando. 

– ¿Y el jueves 17?

Nos levantamos temprano para planificar nuestra ruta, buscando en Internet todo lo que queríamos ver y llegando a la conclusión que íbamos a pasar toda la mañana por Las Ramblas y alrededores, ya que ahí está la Plaza de Cataluña, El Raval, La Boquería, el barrio gótico, etc. Lo que no decidimos es lo que íbamos a hacer por la tarde. En primer lugar, fuimos al Arco de Triunfo, bajamos por el Parque de la Ciutadella y pasamos por Las Ramblas para llegar al barrio gótico. Después, sobre las dos y media del mediodía, nos separamos un rato porque cada uno quería ver cosas que nos gustaban más individualmente, pero siguiendo por la zona. Una hora después aproximadamente, nos volvemos a juntar y decidimos irnos de Las Ramblas después de haber estado toda la mañana por allí, ya que queríamos visitar el Palacio de Montjuic. Y cogimos el metro para trasladarnos.

– ¿Qué hora era en ese momento?

Las cuatro de la tarde. Lo que pasa es que nos confundimos un poco y nos bajamos en la segunda parada tras coger el metro, que ponía Montjuic, pero no era la del Palacio. Era una parada todavía cercana a La Rambla, vamos… que se veía desde ella el final del paseo. Entonces estuvimos dando una vuelta por allí buscando el Palacio, pero éste estaba más alejado. Serían entonces casi las cinco. Durante ese intervalo incluso le pregunté (Marta) por teléfono a una amiga de aquí de Fuente Palmera que había estado en Barcelona hasta el día de antes, dónde estaba el Palacio de Montjuic, ya que ella lo había visitado. Entonces me indicó la parada exacta del metro, que era la tercera después de la que nos habíamos bajado. Entonces nos volvimos a subir, y justo cuando salimos del metro vemos que pasan un montón de coches de policía y todo el mundo mirando. Entonces le dije a Jesús: «por qué miran a los coches, en una ciudad tan grande como Barcelona es normal que pasen coches con la sirenas, etc.». Seguramente (Jesús), la gente ya sabía donde y por qué se dirigían esos coches a tanta velocidad.

– ¿Qué hacéis entonces?

Seguimos nuestra ruta y nos dirigimos al Palacio. Pasarían unos quince minutos, nos echamos alguna foto incluso y entramos a un centro comercial que está enfrente del Palacio. En ese momento veo que una prima mía (Marta) que vive en Holanda, María Elena, me está llamando desde el móvil de su novio. No me da tiempo a cogerlo y se corta, pero al segundo vuelve a llamarme. Ahí me asusté un poco… qué quiere…que raro que me llame tantas veces en tan poco tiempo. Se lo cojo entonces y lo primero que me dice es «dónde estás, dónde estás», a lo que le contesto que en un centro comercial. «Que ha habido un accidente en Las Ramblas…una furgoneta ha arrollado a varias personas…». Nos quedamos un poco en estado de shock y automáticamente dudamos de si era un accidente u otra cosa, viniendose a la mente lo que había pasado meses atrás en otras ciudades europeas. Yo (Marta) ya me asusté… y me estoy poniendo nerviosa de recordarlo.  

Seguidamente ya empieza a llamarnos todo el mundo, la familia lo primero…mi madre…la verdad es que esas dos horas que estuvimos en el centro comercial estuve todo el rato hablando por teléfono. Mi madre estaba viendo un novela, cortaron la emisión para dar la noticia, oyó Las Ramblas e inmediatamente me llamó. Le dijo a mi hermano Jose que me llamara, cogió el teléfono superalterada y me dijo «Marta, dónde estás». Ya le dije que estaba en un centro comercial.

– Y decidís permanecer en este centro comercial…martajesus4

Vimos que la gente estaba también asustada, hablando todos por teléfono, dando vueltas por allí…sólo algunos seguían comprando… También había algunos periodistas que estaban informando en directo desde allí. Mi prima seguía llamándome cada cinco minutos o menos, el temor y la incertidumbre permanecía entre nosotros, por lo que decidimos meternos en el probador de una tienda, en el cual estuvimos dos horas. Al mismo tiempo pudimos cargar el móvil y seguir hablando. Por supuesto, no queríamos salir a la calle porque nos informaban de que al terrorista no lo habían cogido y porque quizá pudiera haber otros focos del atentado, como ha ocurrido en otras ocasiones, caso de Londres.martajesus2Salida estación metro Montjuic

– ¿Cuándo y por qué pensáis en salir del centro comercial?

A las dos horas, cuando se nos ha pasado un poco el impacto y asimilamos lo que estaba pasando -aunque realmente creo que no llegamos a asimilarlo en toda su dimensión-, nos salimos para afuera. También he de decir que no nos sentíamos del todo seguros allí, ya que no cerraron las puertas del centro comercial. Por esa razón también nos metimos en el probador. Entonces nos fuimos medio corriendo buscando un taxi, no había ninguno hasta que apareció uno al rato, el cual nos llevó directamente al hostal, tuviendo que pasar por La Rambla, donde vimos a mucha gente detrás de los cordones policiales. Pasamos justo por el sitio por el que accedió la furgoneta. 

– Una vez en el hostal…

Permanecimos en la habitación viendo la tele, informándonos del suceso y hablando con la familia. Vimos lo de Cambrils y ahí nos dimos la razón de que efectivamente podía pasar más de un atentado. Al día siguiente no teníamos ganas de salir, sólo fuimos a un supermercado, comimos en la habitación y cuando llegó la hora de irnos para la estación de tren, llamamos a un taxi para que nos llevara directamente. Y allí esperamos dos horas hasta que salió el tren. La verdad es que también nos sentimos en la estación un poco inseguros. Es cierto que en cualquier sitio al que hubiéramos tenido que ir nos íbamos a sentir intranquilos, y más un sitio con concurrencia de gente. Sólo habían pasado unas horas de todo.

– La llegada a Fuente Palmera…

Nos recogió la hermana de Jesús en Córdoba y al llegar a Fuente Palmera todo el mundo preguntándonos, como es lógico. Además, todos sabían que habíamos estado allí porque había colgado fotos en Instagram el mismo jueves por la mañana, con la geolocalización de Las Ramblas. Por ello, todos mis amig@s me preguntaron si habíamos estado en Las Ramblas en el momento del atentado. En cuanto a la familia, lo pasaron peor que nosotros porque ni Jesús ni yo fuimos conscientes de lo que realmente estaba pasando, parece que no nos lo creíamos, aunque teníamos miedo. Todos estaban más asustados que nosotros. Sabían que estábamos en Barcelona, pero no exactamente en qué sitio, aunque estuviéramos bien.

Es verdad (Jesús) que en esas dos horas que estuvimos en el probador te da tiempo a pensar en todas las posibilidades del mundo. Los que nos llamaban nos sugerían qué hacer, que si irnos al hotel, que si llamar a unos familiares que vivían fuera de Barcelona… Realmente no sabíamos lo que hacer, porque llegas a pensar que te puede pasar algo tanto si te mueves como si te quedas donde estás. Durante esas dos horas incluso intentamos cambiar el billete del tren para irnos ese mismo día, pero a partir de las cinco de la tarde ya no había trenes. 

Desgraciadamente los atentados son algo que estábamos acostumbrados a ver en la tele, en otros países en los últimos tiempos…y no lo sientes lo mismo; y al pasar en España y tan cerca de nosotros, no éramos conscientes de la realidad…, una sensación rara…, en el momento teníamos el miedo pero no eramos conscientes que allí al lado estaban matando gente.

– ¿Os fuísteis a la feria ese viernes?

Sí, aunque parezca un gran contraste. Pero la vida está para disfrutarla. Hay que mostrar tranquilidad y demostrarle a esa gentuza que no nos van a cambiar la vida. ¿Yo qué gano con quedarme en mi casa? Al revés, no vamos a cambiar nuestra vida por ellos. La respuesta se vio en la misma Barcelona los días siguientes.

– ¿Volveréis a Barcelona?

Sí, por supuesto. Ahora mismo tenemos una visión rara de Barcelona… ¿y si nos hubiéramos levantado una hora después, o hubiéramos decidido quedarnos en Las Ramblas esa tarde? Fue una cuestión de suerte, nunca piensas que te va a tocar a ti, pero la probabilidad existe. Es muy fuerte… En definitiva, no hay que dejar que los terroristas nos coman la cabeza y nos hagan quedarnos en casa. Es cierto que piensas que te quedas en Fuente Palmera y no vamos a ningún sitio más, pero, por ejemplo, nuestros proyectos son irnos a buscar trabajo fuera del país, y eso pasa por las grandes ciudades europeas…Ahora lo vemos de otra manera, pero no tenemos miedo.

 

 

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