Queremos agradecerle enormemente su disposición y el tiempo que nos ha dedicado en esta entrevista.
Desde que empezó la pandemia, ¿has estado atendiendo solo a pacientes Covid?
Sí, desde que todo esto empezó estoy en la unidad de Covid tratando a pacientes que tienen el virus y desde este mes de mayo estoy en la UCI Covid.
¿El personal sanitario está resignado a que esto sólo se arregla con la vacunación… porque ya vemos que parece imposible que cambie el comportamiento de muchas personas en este país…?
Estamos resignados porque la gente no es consciente de los estragos que hace el virus, la desgracia que ha llevado a muchas familias y las secuelas que puede dejar; lo que hemos visto después del estado de alarma, la que se ha liado, eso probablemente lo notaremos en unas semanas. Por tanto, sí, la vacunación es necesaria porque tenemos que seguir viviendo y la mejor forma es con más gente inmunizada.
¿Cómo llevas personalmente tu trabajo? ¿Llegas a desconectar cuando acaba tu jornada? ¿Es más duro el aspecto psicológico que tu labor en sí de asistencia a los enfermos?
Unos días se llevan mejor y otros, no tanto. Muchas veces no es posible desconectar porque te llevas a casa lo vivido, la preocupación de la gente, sus historias que ellos te cuentan con tanto miedo. El plano psicológico es muchísimo más duro porque la asistencia la llevamos bien, unos días más cansadas por los epis, otros menos, pero lo peor es ver a esas personas solas en su habitación, esa soledad con la que los pacientes y sus seres queridos tienen que afrontar el virus, con el miedo del qué les pasará y bueno, muchas historias personales que ellos te cuentan y cada una de ellas púes te llega.
¿Cómo es el día a día de una familia cuya mamá es enfermera covid? Supongo que los primeros meses de la pandemia serían muy complicados…
Al principio fue duro. Ha sido un año complicado, cargado de trabajo, estrés, ansiedad, incertidumbre y miedo, mucho miedo por llevar el virus a casa, eso siempre lo tenías en mente, el miedo a lo desconocido, al no saber, todo lo que se vivía… Ahora ya bastante mejor… al final nos terminamos acostumbrando y lo hacemos rutinario.
¿Cómo se le dice a un paciente que tiene que pasar de planta a la UCI? ¿Qué reacciones has visto, sufrido…?
Púes no hay forma, se le tiene que decir y ya, es un bien para ellos, eso es lo que se persigue. Sobre sus reacciones, he visto muchas lágrimas, el miedo en sus caras, cuando van para la UCI ellos ya saben que las cosas no van bien; se van muy asustados, no saben qué les va a pasar y si van a volver a ver a sus familiares. Todo eso se refleja en sus caras.
¿Y cuándo es a la inversa?
Esa parte es la más gratificante porque esas caras son de alivio, de saber que la cosa ya marcha mejor y ven más cerca el reencuentro con la familia.
¿Crees que al personal de la sanidad andaluza y/o española se le va a valorar más laboralmente a partir de ahora?
Pues pienso que no, el tiempo pasa y se olvidan las cosas.
¿Van a mejorar vuestras condiciones salariales y de trabajo?
No, ni mucho menos, todo seguirá igual o incluso peor.
¿Cambiarías ahora tu profesión por otra?
Siempre me he sentido orgullosa de mi profesión, pero durante esta pandemia mucho más.
Por último, un deseo, un mensaje….
Pues lo que todo el mundo desea, que todo esto pase, que llegue el día que lo tengamos como un mal recuerdo, que podamos vivir como lo hacíamos antes. El mensaje es una llamada a la responsabilidad, sé que después de más de un año esto cansa, pero estamos empezando a ver la luz, hay que coger el último empujón para salir de esta y eso lo haremos con responsabilidad, ahora tenemos más libertad, pero siempre hay que hacer las cosas con cabeza.
UN MILLÓN DE GRACIAS, María José.
