Uno de los aspectos más importantes y diferenciadores con otro tipo de talleres o charlas es que «Mi cuerpo es mío» se ha impartido de forma individualizada aula por aula, sin tener que juntar clases ni etapas educativas, por lo que se ha garantizado la calidad de los mismos, llegando de forma más directa y clara a las alumnas y alumnos.
Por supuesto, los talleres se han adaptado a cada edad, abarcando desde los 3 años (Educación Infantil) hasta 6º de Primaria. La sexóloga Marina Josende, responsable de dar dicha formación, señala que han consistido básicamente en enseñarles a todos los niños y niñas la importancia de cuidar sus partes íntimas, de cuáles son esas partes del cuerpo que nadie debe tocar sin su consentimiento.
Uno de los métodos para impartir los talleres al alumnado se refiere a diferenciar entre los llamados «secretos bonitos» y los «secretos feos». Si bien los primeros no se deben contar -como puede ser el regalo sorpresa que se hace a una madre por su cumpleaños-, los «secretos feos» son aquellos que hacen sentir mal al menor y que tienen que contar a un adulto.
Entre estos se puede dar el caso de los abusos, como por ejemplo cuando alguna persona cercana o familiar haya tocado el cuerpo del menor de alguna manera, este no se haya sentido bien y por vergüenza o miedo no lo cuente a un adulto. También entran en el capítulo de los «secretos feos» los posibles casos de bullying, cuando el alumno o alumna ve algo que se le hace a un compañero en el colegio debe de contarlo igualmente.
Una de las cosas en que Marina Josende hace mucho hincapié es que cuando los menores lo cuentan a un adulto, que normalmente es su padre o su madre, y estos no le hacen caso o no le creen, es fundamental acudir a otro familiar u a otra persona hasta que le crean, «ya que por desgracia casi el cien por cien de los casos de abuso sexual infantil están en la familia o entorno muy cercano».
Asimismo ha insistido en la importancia de que pidan siempre permiso al padre, a la madre o familiar, si algún adulto, por muy cercano que sea, un vecino, etc., les pide que lo acompañen a cualquier sitio, lo cual es algo que suele darse con más frecuencia en las zonas rurales.
Este juego de los «secretos bonitos y feos» se aplica a todas las edades y tiene grandes resultados de comprensión, apunta la sexóloga. En el caso de los más peques también se trabaja con cuentos adaptados a cada edad y coloreando dibujos relacionados con la temática.
Y para el alumnado de 5º y 6º de Primaria se ha tratado con relevancia el tema de las redes sociales, sobre todo el hacerles ver que detrás de ellas hay personas a las que no conocen y deben ser muy prudentes a la hora de interactuar.
Por otro lado, entre los detalles que han salido a la luz en estos talleres, Marina Josende destaca como los menores se saltan los controles parentales en los dispositivos digitales, en que plataformas navegan y que, por supuesto, están muy por delante de los adultos en el manejo de la tecnología.
«Una de las cosas que me ha quedado muy clara es que un niño o una niña con un móvil y acceso a Internet es una bomba de relojería; deberían estar siempre vigilados porque se las saben todas; está claro que es algo muy difícil de controlar, porque siempre va a haber un amigo o un compañero con el móvil que le enseñe lo que tu le prohibes, por tanto la mejor arma es la educación desde pequeños», afirma.
«Está comprobado que se empieza a consumir pornografía desde los 8 años, y yo puedo decir que hay niños que desde antes», sentencia.
Charlas en el IES Colonial
El instituto colonial también ha sido escenario de una serie de charlas informativas bajo el proyecto Educando en la Prevención de la Violencia Sexual, tanto para el alumnado de la ESO como de Bachillerato. Además, a partir de 3º de ESO se ha incluido la mejora de la salud sexual.
Entre otros temas se han tratado los del consentimiento, el respeto por la diversidad sexual existente, la prevención de embarazos no deseados o las enfermedades e infecciones de transmisión sexual, las cuales han subido en los últimos años entre un 300 y un 400%. Por tanto se recalcó mucho el cómo cuidarse y qué alternativas hay para poder disfrutar de las relaciones sexuales con seguridad.
Los talleres se podrían ampliar a las familias
Desde la Delegación de Igualdad, Laura Sánchez ha comentado que este ciclo de talleres era uno de los proyectos estrella que se había marcado hace cuatro años, es decir, «llevar a los centros educativos una programación de este tipo aula por aula; nos ha costado hasta que encontramos a una profesional cualificada, que además reside en Fuente Palmera, como Marina Josende».
«Uno de los objetivos al impartir esta formación individualizada era que los niños y niñas no se cortaran a la hora de preguntar o comentar algo, ya que estaban en su entorno diario, con sus compañeros y compañeras de cada día, y que por supuesto captaran el mensaje que estábamos mandando», indica la concejala de Igualdad.
Ahora el siguiente proyecto es llevar los talleres al ámbito familiar, atraer a las familias a esas charlas para que tengan como mínimo conocimiento de la realidad que viven sus hijos e hijas.
Además, se considera muy importante que en los hogares se implemente lo que se le ha enseñado a los menores en las aulas. Para Laura Sánchez «estos temas son todavía muy tabúes y se evita incluso en nuestros círculos más cercanos hablar de la realidad de los abusos sexuales; por tanto, estoy muy satisfecha con el resultado de los talleres y que los hayamos cerrado aquí en Silillos, precisamente en un núcleo donde hemos tenido tres casos recientes de abusos».
Por tanto, «es algo que hay que trabajar sí o sí, y si desde otras administraciones no se trabaja, desde el Ayuntamiento de Fuente Palmera tenemos clara la apuesta y emplear los recursos necesarios en formación y prevención».
