La conferencia estuvo a cargo del director de CONFEMAC, Vicente Pérez Cano, que fue presentado por la concejala de Bienestar Social, Marta Montenegro.
Lo primero que se quiso dejar claro ante l@s asistentes, mayoría femenina y cuatro ó cinco hombres, es que los derechos de las personas mayores son los mismos que los de cualquier persona, es una cuestión que no cambia con la edad.
El problema es que la sociedad no valora lo mismo los derechos para las personas jóvenes o maduras que para las personas mayores, es decir, que a estas no se les respeta, básicamente. Esto se denomina edadismo, la discriminación por la edad.
Vicente Pérez puso numerosos ejemplos del día a día que la sociedad en general considera normales, cuando no lo son. ¿Cuántas veces hemos oído aquello de «tú a tu edad para que…»?. Para qué quieres ir a la escuela de adultos, para qué quieres ir a la feria si estás muy mayor, para qué quieres arreglarte el pelo si no puedes salir de la casa, etc.
Uno de los casos más comunes es cuando l@s hijos o familiares deciden internar en una residencia a la persona mayor, sin preguntarle su opinión, siempre y cuando esta tenga sus facultades mentales perfectamente para poder decidir u opinar, al menos. Esto se considera maltrato o abuso, es una vulneración de los derechos de la persona.
Al principio de la pandemia vimos otro ejemplo cuando se decidía no llevar a las personas mayores contagiadas a los hospitales, se priorizaba en los más jóvenes. ¿Por qué no se valoró el estado funcional del cuerpo, en vez de la edad?.
El director de Confemac explicó que en muchas ocasiones l@s hijos actúan sin mala fe, pero incluso con buena voluntad se pueden conculcar los derechos de una persona.
Asimismo, abordó los conceptos de autonomía y dependencia, dejando claro que una persona, aunque sea dependiente físicamente, si está bien cognitivamente, tiene la capacidad para decidir por sí misma.
De esta forma, las personas mayores tienen que decidir si quieren ser sujetos u objetos. Si siguen haciéndose respetar o prefieren que los anulen y los gobiernen. «Cuando uno se jubila sigue teniendo vida propia».
Por tanto, las personas mayores tienen los mismos derechos que cualquier otro ciudadano: tienen derecho a un trato digno, a amar y ser amadas, a mantener el control de sus bienes y utilizar su dinero como crean oportuno, a gestionar su tiempo libre, a cuidar su salud, a viajar donde quieran, a una vida libre de violencia, a dejar dicho cómo, dónde y por quién quieren ser atendidas en caso de perder las facultades mentales, etc., etc.
Sobre este último punto, Vicente Pérez recomendó que siempre se haga testamento y que existe un documento llamado curatela notarial mediante el cual pueden dejar constancia de sus voluntades ante una posible y futura incapacidad.
Por último, apuntó que si una persona mayor no puede defender sus derechos, que pida ayuda. Entre los recursos, pueden llamar al número de teléfono gratuito de Confemac 900 65 65 66, contra el maltrato y abuso a personas mayores.
El colofón a la charla lo puso una merienda para todos l@s asistentes por gentileza del Ayuntamiento de Fuente Palmera.
