Fernando Villalón, conocido como el poeta Brujo, fue un poeta y ganadero sevillano que dirigió parte de 
sus esfuerzos, entre otras excentricidades, a obtener una ganadería de toros con los ojos verdes. Este soñador que se relacionaba estrechamente con los autores de la Generación del 27 dejó plasmadas en sus obras líneas llenas de mitos, magias y extrañas creencias, entre las que vamos a destacar esta poesía que situó en nuestra localidad Fuente Palmera (Las malas lenguas la llevan – 1926) y que nos servirá para arrancar esta nueva entrada del blog.
El autor menciona en ella la Cañada Real de Sevillaque atraviesa como una arteria nuestro núcleo a través de la calle Portales, quedando dentro de los terrenos de la misma la Iglesia Parroquial y otras casas comprendidas en el trazado. No es la única cañada que atraviesa suelo colono, pues además de ésta discurren la Cañada Real de Córdoba a Sevillay otras vías pecuarias cercanas que lindan con el término local tales como Cañada Real del Monte de los Frailes(El Villar) o la Vereda de Fuente Palmera y
Rabadán que tiene su historia puesto que discurre por el trazado de Cañada del Rabadán donde se da la especial situación de ser los terrenos aledaños no urbanizables en detrimento de los vecinos que allí viven aunque parece que los pasos para dar solución a este oneroso problema se están dando. Pero este es otro tema que tal vez tengamos ocasión de comentar en otra ocasión.
Volvamos a la calle Portales y retrocedamos un poco en el tiempo ya que esta vía, que nace en la Plaza Real y muere en las afueras enlazando con el paseo de Las Arenas, tiene su propia leyenda. El ingeniero francés Simón Desnaux ya se encargó de trazarla en uno de los primeros (sino el primero) de los mapas que se conservan de la localidad (¿1768?) donde también se mostraba el centro del pueblo con sus principales detalles arquitectónicos y los caminos a los pueblos de alrededor, cada uno saliendo de un cuadrante diferente de la plaza. En cuanto a su toponimia sabemos que antes de 1931 se llamaba calle Portales, desde 1931 a 1936 calle Fermín Galán y después pasó a llamarse General Franco hasta obtener su nombre actual. Al parecer obtiene su nomenclatura original por los portales que existían desde su origen en dicha vía.
Esta travesía principal de la localidad ha sido siempre punto estratégico de negocios, eventos, celebraciones y actividades para la localidad tales como (voy a citar ejemplos recientes) el concurso del “Día del Tomate”, la Feria de la Boda, Carnaval, Celebraciones navideñas, actividades culturales o la Feria Real, festividad insignia que se repite en todos los núcleos de población andaluces y que suele tener orígenes en las ferias de ganado y fiestas religiosas.
Y es aquí donde queríamos llegar tras dar varios párrafos de rodeo. Centrémonos en ésta última festividad. En nuestro caso parece ser que los periódicos de la época datan la creación de la feria de Fuente Palmera en el año 1872 (hace 142 años):
“Se ha creado una nueva feria en esta provincia y se celebrará en los días 20, 21 y 22 del corriente mes. Hay aguaderos, encinas que dan sombra, y por este año como primero no se cobrará cantidad alguna por los asientos de los puestos públicos.”
Curioso el detalle de los aguaderos y las encinas, y que nos hace preguntarnos por el lugar exacto de celebración de aquella primera feria colona por tanto que hoy día, hasta donde nos llega la memoria, la asociamos automáticamente a la calle Portales, con los chiringuitos y puestos ambulantes distribuidos por esta vía y las que nacen perpendiculares a la misma y su coronación en Los Silos donde hasta hace poco estaban las atracciones; se largo paseo con la calle abarrotada de gente donde vas encontrando familiares y amistades a las que saludar, churrerías donde comer, “puestecillos” de escopetillas de plomos donde mostrar habilidad…
Pues bien, como viene siendo tónica habitual estos últimos años, llegadas estas fechas, los vecinos debaten sobre un hipotético cambio de emplazamiento de nuestra fiesta agostiza. Al parecer ya existen iniciativas de recogidas de firmas por parte distintos establecimientos abogando dos opciones: trasladar la feria a la zona del Bulevar de la Constitución o mantenerla donde siempre se ha venido celebrando. En este aspecto cada ratón quiere el trozo de queso más cerca de su madriguera. Lógico. Bien es cierto que la mayoría de los vecinos están de acuerdo en que la antigua ubicación de las atracciones de feria en la zona de Los Silos era más propicia que la de los últimos años, aunque también lo es, y según tengo entendido, que un motivo del cambio estuvo relacionado con las limitaciones en el suministro eléctrico y las obras que se llevaron a cabo en la explanada de Los Silos, y por lo tanto la decisión era poco más que irremediable.
Tal es el movimiento que se está llevando a cabo al respecto que se está comentando la posibilidad de realizar una votación como medio más democrático para que el pueblo sabio decida. Una votación que pueda dirimir cual es el sentimiento general de la población al margen del interés que pudieran tener los establecimientos beneficiados por la actividad generada esos días. En principio si se acometiera tal proyecto habría que plantear la viabilidad legal del mismo, la mejor manera de llevarlo a cabo y para cuándo se haría efectivo la aplicación del resultado. Es evidente que este año la feria ya no va a cambiar su ubicación.
Esbozaremos ahora, mediante una lacónica (y subjetiva) lista, los posibles alicientes de cada una de las dos opciones que se plantean:
– Calle Portales
- Es el lugar tradicional de la feria y cambiarla de ubicación puede hacerla perder su identidad, de cara a los vecinos y de cara al turista eventual
- El paseo por la calle Portales y la Plaza Real suponen señas de identidad de la feria
- La organización sería más sencilla puesto que es el lugar habitual de celebración y no habría que hacer frente a nuevas decisiones
- Ante la falta de un recinto ferial preparado está demostrado que la feria se puede llevar a cabo donde lo ha hecho tradicionalmente, tan sólo habría que corregir algunos aspectos como la ubicación de las atracciones.
- Vinculación de la principal fiesta de la localidad al casco histórico de la misma, a la zona de edificios más representativos de la misma.
– Zona del Bulevar de la Constitución
- Un lugar más seguro y con el visto bueno de los agentes de seguridad y personal de urgencias
- Más económico para el Consistorio y por consecuencia para la localidad
- ¿Mejores zonas de aparcamiento?
- Gran espacio de celebración pudiendo contar con los parques cercanos, barrera del centro comercial Día y alrededores, polígono industrial cercano, etc.
- Zona abierta, en parte industrial donde hay menos vecinos a los que el ruido y las consecuencias de la fiesta pudieran molestar.
- Otras muchas localidades ya han apostado por sacar la feria a espacios alejados del núcleo hacia recintos feriales o espacios abiertos con buen resultado (La Carlota, Almodóvar del Río, etc.)
- Las atracciones son ubicadas actualmente en suelo privado y es cuestión de tiempo que tenga que buscársele una nueva localización. Además en su ubicación actual aglutinan la feria y hacen que pierda encanto. Es inviable que vuelvan a la explanada de los Silos
Evidentemente todos estos puntos son rebatibles y son sólo un sesgo de los muchos que se pudieran plantear. No son las mismas motivaciones las de un feriante, que las del encargado de un bar que abra en feria, que las del ciudadano que pretenda descansar algo esos días y se encuentre la fiesta en su rebate. Como en tantas otras ocasiones, aquí todo el mundo tiene razón. Hay voces que incluso ven con buenos ojos trasladar la feria desde la Plaza Real hasta la zona de los médicos subiendo por la calle Méndez Núñez. Las opciones están sobre la mesa. En este mundo de cambios nada de lo que llega se queda y nada de lo que se va se pierde.
Despidamos este dilatado artículo con la imagen del bonito cartel de las fiestas para este año. ¿Qué pensará la pequeña flamenca de todo esto?
