Kateryna Moskalenko, vecina de Fuente Palmera, está coordinando la ayuda humanitaria de la Colonia con Ucrania desde que comenzó hace ya tres semanas la invasión y guerra de Rusia contra su país.
Ella llegó a España hace 20 años. Los cinco primeros estuvo en Palma del Río y luego se trasladó con su familia a Fuente Palmera. Por tanto, lleva más de media vida en nuestra tierra, pues tiene 34 años. Kateryna está casada y tiene una hija. Trabaja en la empresa Líneas y Redes del Sur.
Fue su padre quien emigró en 1999 para buscar un futuro mejor. Al año siguiente se vino su madre y un tiempo después, cuando el matrimonio legalizó su situación en España, vinieron ella y su hermana. Era el año 2002. A día de hoy, sus padres y su hermana siguen en Palma del Río.
La familia de Kateryna procede de Rivne, al norte de Ucrania, ciudad que precisamente antes de ayer salió en las noticias tras ser bombardeada su torre de televisión, muriendo 19 personas.
Kateryna tiene bastante familia en Ucrania, sobre todo por parte de su padre. Su abuela tiene cinco hermanas más, una de las cuales reside en Rusia. Lo más importante es que siete de sus familiares, tres de ellos niñ@s, llegaron hace unos días a Palma del Río.
Tres son de Mariúpol, ciudad asediada por el ejército ruso, y fueron de los últimos en salir, sufriendo toda una odisea tras pasar 24 horas tendidos en un tren porque estaban bombardeando las líneas ferroviarias. Finalmente, salieron en autobús, pero tuvieron que dejar atrás el poco equipaje que llevaban, “por lo que han venido con lo puesto”, nos cuenta emocionada Kateryna.
Desde Kyev ha llegado una prima de su padre con sus dos hijos. “Y la última, que ya por fin la tenemos con nosotros, es mi abuela, que vive en la frontera con Bielorrusia, por donde han entrado los tanques; su pueblo ha sido destrozado; ella está muy desmejorada, de hecho la tuvieron que ingresar tres días en República Checa porque estaba desnutrida y deshidratada…”.
Kateryna explica que ahora están esperando a los trámites para que les den los documentos de acogida temporal, necesarios para escolarizar a los niñ@s y tener acceso a la sanidad, “pero la verdad es que las comisarías de la Policía Nacional están desbordadas y tienen problemas con los protocolos”.
También nos cuenta que los padres de esos tres niñ@s se han quedado en Ucrania. Uno está en las milicias de Mariúpol, del que no saben nada desde hace tres semanas porque están cortadas las líneas telefónicas.
La comunicación con las zonas asediadas es bastante difícil, “con ciudades que no tienen luz, gas ni suministro de agua; están muriendo niños deshidratados… la gente está derritiendo nieve para beber… una situación dramática”.
En este sentido, Kateryna comenta que “no podemos creer todo lo que vemos en la televisión; por un lado, los hombres que se quedan en el país no están luchando en la guerra todavía; el ejército ucraniano aún no ha llamado ni a los reservistas, pero se tienen que quedar todos los de 18 a 60 años por si es necesaria su incorporación”.
Familias ucranianas en Fuente Palmera
En Fuente Palmera residen tres familias ucranianas. Aparte de Kateryna, hay una familia con dos hijos, y un matrimonio que al tercer día de estallar el conflicto se fueron para Ucrania porque tienen allí a su hijo y su nieta recién nacida.
Campaña de ayuda humanitaria: “El Ayuntamiento de Fuente Palmera se ha volcado totalmente”
La recogida comenzó en Palma del Río porque una vecina ucraniana es hermana del vicegobernador de la provincia de Rivne, el cual le indicó cómo tenían que organizar el envío de material humanitario.
“Ella se puso en contacto con nosotros y aquí empezamos a poner carteles y buscar colaboración. Los colonos y colonas se están portando fenomenal. El Ayuntamiento también se ha volcado, sufragando el coste del transporte del primer camión y aportando unos generadores de electricidad. La verdad es que no me esperaba tanta respuesta.
Los puntos receptores han sido las farmacias, el Hotel Carlos III, la oficina de Líneas y Redes del Sur, la Asociación de Alzhéimer, Cash Moyano y el Ayuntamiento.
Toda la ayuda la llevan a la caseta municipal de Palma del Río, cedida por el Ayuntamiento, donde se paletiza y se carga. Al principio se iba para Málaga, pero cuando empezó a haber mucho volumen, los camiones ya salían desde la localidad palmeña. Están colaborando todos los pueblos de la comarca.
Hasta el momento han salido dos camiones, cuyo destino ha sido Lublin, una ciudad fronteriza de Polonia, desde donde se reparte el material a distintas zonas de Ucrania según las necesidades. Los productos más demandados son alimentos listos para consumir y artículos de higiene personal, “porque la gente vive en sótanos, bocas de metro y sitios donde no hay luz ni gas para cocinar, ni para lavarse, ni nada”.
Por otra parte, “ahora estamos analizando con Cruz Roja, Cáritas, etc., cómo podemos ayudar a los refugiados que están llegando aquí, que vienen sin nada y puede pasar bastante tiempo hasta que trabajen, porque ahora mismo no hay aprobada ninguna ayuda por el Gobierno español; lo más inminente es el permiso de residencia y resto de documentos”.
“La verdad es que una cosa es la teoría y otra la práctica; por ejemplo los niños no se están escolarizando porque es necesario un certificado de empadronamiento, ¿pero dónde se empadronan estas familias si no tienen vivienda?; por tanto, no sabemos cuándo van a ir al colegio”.
Kateryna cree que con el tiempo llegarán también refugiados a Fuente Palmera, “aunque mucha gente se está quedando en los países limítrofes porque tienen la esperanza de que esto acabe pronto, pero también porque no tienen familiares en otros países más lejanos”.
Concentración de repulsa en la Plaza Real
Mañana viernes tendrá lugar una concentración de repulsa de la guerra en Ucrania a las 6 de la tarde, en la que se leerá el manifiesto de la Federación Española de Municipios y Provincias.
Precisamente mañana es el último día en que los vecinos y vecinas pueden aportar material humanitario, ya que por ahora solo va a salir un camión más, debido al alto coste del transporte. “Vamos a hablar con los ayuntamientos de Posadas, Lora del Río, La Campana, etc., a ver si nos pueden echar una mano”.
“Se está cometiendo un genocidio contra el pueblo ucraniano”
Kateryna se lleva preguntando desde el inicio de la invasión, “qué finalidad tiene todo esto, porque no lo entiendo”. “Hemos conseguido, después de 30 años, que a Ucrania se nos reconozca como un pueblo libre, que podamos escoger nuestro propio camino; y lo único si me apuras es que hemos intentado formar parte de la UE y de la OTAN”.
“Pero Rusia lleva tres décadas torpedeando esto; en 2014 invadieron Crimea, incumpliendo el Tratado de Budapest por el que tanto Rusia, como Estados Unidos y Gran Bretaña nos garantizaban la defensa de nuestras fronteras tras entregar nuestro armamento nuclear a Moscú”.
“Como no teníamos suficiente ejército, se quedaron con Crimea, y el resto del mundo se quedó callado; invadieron la región de Donbass y nadie dijo nada; así le han dado alas a Putin”.
Kateryna añade que lo más inadmisible “es que se ataque a civiles, a los hospitales, barrios residenciales… eso no son objetivos militares; han matado a familias enteras en los corredores humanitarios; esto es un genocidio y nos están matando sólo por el hecho de ser ucranianos”.
Mensaje a la ciudadanía
Por último, Kateryna quiere “agradecer a todas las personas que están colaborando con material, alimentos y donaciones, más si cabe ante la situación económica que estamos viviendo que no es nada boyante; igualmente al Ayuntamiento de Fuente Palmera por su contribución y la organización de la concentración de mañana”.