El nuevo edificio cuenta con dos plantas: la superior está destinada a dos viviendas para sacerdotes y en la planta baja, además de los cuatro salones, se localizan un despacho y el archivo parroquial. El almacén para Cáritas, también radicado en la planta baja, ha sido concebido como un lugar donde las personas tengan privacidad y por eso “se ha dotado de una salita de espera donde los usuarios se sientan bien acogidos, para darles dignidad”, explica Carlos Sanz, párroco de la Purísima Concepción.
Esta obra ha requerido un presupuesto de más de doscientos mil euros y su construcción recayó en una constructora local cuyo propietario, Juan Francisco Jiménez Osuna, ha propiciado el empleo en la localidad. Una circunstancia que ha dado frutos más allá de la relación laboral de todos ellos porque “algunos de ellos se han acercado a la parroquia y tres serán confirmados”, celebra el párroco.
Rafael Prados y Luis de Olmedo han sido los directores técnicos de una obra sufragada por el Obispado de Córdoba y la feligresía colona, que ha aportado donativos en función de sus posibilidades; una muestra de compromiso de la comunidad cristiana que el párroco agradece mucho ya que “de otro modo no se podría haber hecho”.
* Fuente: diocesisdecordoba.com