María Reyes, Hermana Mayor de la Hermandad de la Virgen de los Dolores, fue la encargada de abrir el acto en representación de la Hermandad, sobre la que este año recae el peso de la organización de la Semana Santa. En su intervención, agradeció la asistencia de miembros del resto de hermandades colonas, del párroco D. Carlos Sanz y del alcalde de Fuente Palmera, Francisco Javier Ruiz. Para los amantes de la estadística, hacía 5 años que un alcalde de Fuente Palmera no asistía al pregón de Semana Santa, desde que en 2011 lo hiciera Juan Antonio Fernández. El regidor colono, acompañado por el teniente de alcalde, Rafael Barea, ocupó la primera de las bancas junto a María Reyes. Asimismo, asistieron otros representantes políticos de los grupos municipales Jóvenes por La Colonia y Partido Popular.
María Reyes cedió el turno de palabra a Juani Patrón, tía de la pregonera, que fue la encargada de presentarla. En su discurso, señaló a Pilar como una mujer comprometida con su Parroquia y perteneciente a una familia con la que siempre se puede contar para ayudar a los demás. Pilar López Patrón también es catequista, fue costalera y es hermana de la Hermandad de la Virgen de los Dolores y de la Hermandad de la Purísima Concepción. Colaboró activamente en organizaciones como Cruz Roja, junto a su padre, Pepe López, y su tío, Curro López, y Cáritas. Actualmente, forma parte de la junta directiva de la Asociación Española Contra el Cáncer de Fuente Palmera.
A continuación, subió al púlpito la protagonista de la noche. Pilar López comenzó el pregón recordando como un día de finales del pasado mes de enero, María Reyes fue a su casa a comunicarle la noticia. Pilar no dio crédito a lo que acababa de oír y sólo pudo decirle: «ahora no te tengo que contestar, ¿verdad?». Posteriormente, con más calma, meditando y rezando, pensó que cómo iba a decir que no, cómo iba a rechazar ese privilegio y honor que se le ofrecía. Pilar señaló que además de un gran honor, «el estar aquí esta noche supone un gran responsabilidad, porque se ha de pregonar el amor de Dios manifestado a los hombres en Cristo Jesús, especialmente a los más débiles, a los más pobres y a los más desfavorecidos».
Pilar López afirmó que siempre ha vivido la Semana Santa sabiendo que eran unos días muy especiales. Así, recordó varios episodios desde que era muy pequeña: por ejemplo, cuando su padre, el hermano martillo -como se le conoce en el ámbito cofrade al que fuera capataz del paso de la Virgen de los Dolores y del paso de la Purísima-, guardaba en el cajón de su mesa de despacho el martillo que sólo cogía de año en año para salir a las procesiones; también recordó aquella procesión del silencio del Jueves Santo a las doce de la noche, donde el recogimiento era máximo; o cuando el Viernes Santo, después de los oficios, se oía bajar por la calle Portales la banda de Tambores y Cornetas para acompañar en la salida procesional a Ntro. Padres Jesús Nazareno, al Stmo. Cristo de la Sangre y a la Virgen de los Dolores.
Asimismo, recordó como su hermano y ella, aún muy pequeños, le pedían a su padre que los dejara dar con el martillo cuando había que hacer una pará o para reanudar la marcha. Así fueron pasando los años hasta que a principios de los 80 se hizo un paso nuevo para la Virgen y decidieron que lo llevaran las mujeres. Desde el primer momento, Pilar decidió ser costalera, y pasó de ir al lado a ir debajo del trono, a las órdenes de su padre, Pepe López.
Los primeros años fueron duros y muy criticados. Incluso hubo enfrentamientos a través del periódico con otras costaleras de Córdoba. En Fuente Palmera también hubo polémica, pues nunca antes se había visto nada igual. Además, con el añadido de salir dos días seguidos, Jueves y Viernes Santo, “completábamos nuestra estación de penitencia con muchos dolores de cintura y exhaustas casi siempre, pero orgullosas de haber paseado a nuestra Madre por las calles de nuestro pueblo”.
Por aquella época fue cuando las mujeres empezaron a reunirse para crear la Hermandad y confeccionar sus estatutos. Se denominó Hermandad del Nombre de María, y aglutinaba a las imágenes de la Virgen de los Dolores y de la Purísima. Fue hace pocos años cuando se dividió en las dos hermandades que conocemos actualmente.
Pilar López narró que de todas las Semanas Santas recuerda dos especialmente por motivos bien distintos. La primera, la de 1994, cuando su padre ingresó en la UCI del hospital por un infarto el mismo Domingo de Ramos. Y la segunda, la de 2011, cuando el Martes Santo su marido y ella recibieron la noticia de que a la semana siguiente viajaban a Rusia a recoger a su hijo, después de cinco meses de espera. Fueron muchos los rezos y súplicas de Pilar aquel Miércoles Santo en el Vía Crucis y muchas peticiones a la Virgen dolorosa por su familia, por aquel viaje tan largo que tenían que hacer, porque todo saliese bien. Al mes de la partida regresaron con su hijo, “que para nosotros es una bendición de Dios y de su Santa Madre y el cual, al día de hoy, es monaguillo de nuestra Parroquia por petición propia”.
Otro de los episodios más emotivos que recordó fue uno de esa Semana Santa de 2011, cuando el Viernes Santo no salió la procesión porque llovía a mares. En el interior de la Iglesia, el Hermano Mayor de la Hermandad del Cristo de la Sangre, Manuel Jesús Adame, que sabía lo de su viaje a Rusia, les dedicó voz en grito una levantá del Cristo. Pilar arrancó a llorar y en ese momento prometió que su hijo sería hermano de la Hermandad del Stmo. Cristo de la Sangre y así lo es. “Esto sí que no lo olvidaré en la vida y como creo Machuli, que nunca te di las gracias por ello, desde aquí y ahora: gracias”. La emoción embargó a Manuel J. Adame, que no pudo contener algunas lágrimas.
Pilar mantuvo su templanza y tranquilidad con las que discurría su pregón y, a continuación, invitó a todos los vecinos de Fuente Palmera a “que vivan y participen en nuestra Semana Santa, porque nadie duda que para los cristianos, los que creemos y confiamos en Jesucristo, es un gran acontecimiento, es la celebración del misterio de la Pasión, muerte y resurrección de Jesús”.
Por último, pidió que todos recordemos durante estos días “a todos aquellos que sufren su propia pasión, a todos los que están viviendo los horrores de la guerra, a los que se tienen que exiliar buscando la oportunidad de tener un futuro, a los que están entregando su vida por defender la Fe que todos profesamos, a los que están siendo explotados víctimas de las mafias, a los más inocentes que no comprenden nada de lo que les está pasando, a los que son abortados antes de ver la luz, a los enfermos y a todos los necesitados en su cuerpo o en su alma”.
Presentación del cartel
A continuación, Pilar López y María Reyes procedieron al descubrimiento del cartel de la Semana Santa 2016, protagonizado por una imagen de primer plano de la Virgen de los Dolores, realizada por la fotógrafa local Sara Sánchez. La pregonera fue obsequiada con dos regalos, una Biblia de Jerusalén y una réplica en miniatura y enmarcada del cartel. Seguidamente, se produjo uno de las imágenes de la noche: la presencia del alcalde junto al cartel. Como hemos señalado al principio, hacía 5 años que un alcalde de Fuente Palmera no asistía al acto de promulgación del pregón de Semana Santa. Fue en 2011 cuando el exregidor socialista Juan Antonio Fernández asistió al pregón de Antonio Garrido (Hermandad del Nazareno). Era el último año de su primera legislatura. Han tenido que pasar cinco años para que un alcalde regrese a este tipo de eventos. En este caso, Francisco Javier Ruiz(IU) lo ha hecho en su primer año de mandato.
Como colofón, la pregonera recibió las felicitaciones de su familia, amig@s, parroquian@s y compañer@s de las distintas hermandades. También se repartieron algunos libretos con la programación de la Semana Santa, que comenzará el domingo 20 de marzo con el Domingo de Ramos y finalizará el día 27 con el Domingo de Resurrección. El sábado 19 tendrá lugar el Pregón del Costalero, a cargo de D. Antonio Manuel Balmón Fernández, ‘El Rubio’, perteneciente a la Hermandad del Stmo. Cristo de la Sangre.