Esta alternativa, a su vez, se la sugirieron en el encuentro celebrado la semana anterior en la Dirección General de Urbanismo de la Junta de Andalucía, donde participaron técnicos autonómicos y representantes de las delegaciones territoriales de las dos provincias implicadas.
El objetivo era avanzar de una vez por todas en la solución definitiva a este problema histórico, por lo que se decidió que Écija modificara su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y Fuente Palmera sus normas subsidiarias para que se refleje la realidad territorial y urbanística del núcleo cañetero.
En la reunión mantenida en el Consistorio ecijano estuvieron presentes, además de los dos regidores, el delegado de Gestión del Espacio Urbano y el arquitecto municipal del Ayuntamiento de Écija, Sergio Gómez y Fernando Beviá, y el ingeniero agrónomo y el arquitecto municipal del Ayuntamiento de Fuente Palmera, Antonio J. Sepúlveda y Manuel Fernández, respectivamente.
Tras la misma, Francisco Javier Ruiz ha manifestado que «este acuerdo para iniciar la modificación del planeamiento urbanístico se plantea para dar cobertura a lo que ya hay construido en Cañada y resolver el gran problema de que el actual PGOU de Écija califica al núcleo en varios tipos de suelo. Desde el Ayuntamiento, lo que queremos en primer lugar es que se considere todo lo construido como suelo urbano».
Francisco J. Ruiz y el alcalde de Écija, David García
Ruiz ha indicado que tienen que volver a Sevilla «porque hay que redactar un documento inicial estratégico y un avance ambiental antes de la aprobación provisional y definitiva de las normas urbanísticas. Tenemos que ver qué tratamiento se le da a la vía pecuaria (Avd. Andalucía), lo que se nos indica para desafectarla y se pueda construir en ella».
Respecto al asunto del P.O.I. (Plan de Ordenación Intermunicipal), que era la alternativa sobre la que se había trabajado en los últimos años, el regidor colono señala que «al no haber disputa por los límites, en la Junta de Andalucía nos dijeron que el camino más corto era la modificación del planeamiento urbanístico hasta que se pueda hacer la permuta de terrenos entre una provincia y otra, lo cual ya sabemos que necesita una ley estatal y es un asunto a largo plazo. Por tanto, se aprovechará el trabajo del P.O.I. para hacer un convenio de gestión que irá paralelo a la modificación de las normas con el objetivo de clarificar las competencias de cada ayuntamiento, por ejemplo en el tema de dar licencias, etc. Es un trabajo de campo que ya está hecho porque se han delimitado todas las infraestructuras que tiene Cañada, como calles, alcantarillado, iluminación, arquetas, accesos, etc.».
Para Ruiz, «el PGOU de Écija de 2010, el cual no se alegó en el Ayuntamiento de Fuente Palmera, refleja un planeamiento bastante malo en algunas zonas de Cañada, ya que ha cortado calles por la mitad, clasificándolas como urbanas y zona verde, o de especial protección; en definitiva, un galimatías que hay que resolver con un desarrollo urbanístico homogéneo. No se entiende como una calle con sus acerados, luz, etc. hasta la mitad sea urbana y la otra mitad de especial protección».
Por último, el alcalde prevé que para esta legislatura puedan estar aprobadas inicialmente las modificaciones de las normas subsidiarias de Fuente Palmera y el nuevo PGOU de Écija, debido a que «se trata de un trabajo complicado porque, entre otras cosas, Medio Ambiente exige ahora una evaluación ambiental estratégica en todos los planeamientos urbanísticos; sabemos que los vecinos de Cañada van a tener que esperar un tiempo para hacer obras, pero lo que queremos es darles plena seguridad y que no se hagan más barbaridades. Lo importante es que ahora ambos ayuntamientos estamos por la labor».
