Natural y residente en Silillos, está casada, tiene una hija de 29 años y un hijo de 26. A sus 55 años, Paqui se marca como objetivo continuar creciendo con el negocio «hasta que me jubile, y luego no sabemos lo que pasará, porque mis hijos trabajan en cosas que no tienen nada que ver con este mundillo y será difícil que la empresa siga como familiar… a no ser que lo cogiera alguna nieta…».
Su relación con la confección y la costura comenzó muy pronto. Sus padres regentaban un bar y cuando tenía doce años la quitaron del colegio al quedarse embarazada su madre de mellizos. Como era un embarazo de alto riesgo, Paqui tuvo que permanecer en casa para ayudar. Y poco después llegó a Silillos una mujer llamada Eusebia que daba corte y confección. Paqui no se lo pensó, porque aunque no le gustaba mucho estudiar, sí tenía mucho interés en aprender un oficio. Su madre la apuntó y en poco tiempo empezó a mostrar maneras. Era la más joven de las aprendices y Eusebia le repetía una y otra vez: «tú vas a llegar muy lejos, tú vas a llegar muy lejos». Esta profesora de Palma del Río no es que fuera pitonisa, sino que su sabiduría y sus ojos veían los progresos de aquella adolescente de Silillos. Paqui recuerda con cariño a Eusebia: «después la he visto y no me he cansado de darle besos; parece que fue una estrella que vino en busca mía«.
A raíz de ese curso, en el que obtuvo un diploma con sobresaliente, Paqui ya empezó a cortar y a hacer patrones. Las primeras prendas que confeccionó fueron unos trajes de flamenco para sus dos hermanos recién nacidos, «parece que Dios me estaba empujando desde primera hora a este mundo». Posteriormente ya hizo algunas faldas, batas de casa y vestidos que le encargaban las vecinas. Fue pasando el tiempo y después de casarse se apuntó a un curso de patronaje industrial en la antigua Escuela de Empresas de Fuente Palmera, donde la admitieron de las primeras gracias al sobresaliente del diploma de su primer curso. Seguidamente, cuando la Escuela de Empresas empezó a montar los talleres, Paqui se embarcó en una cooperativa junto a cuatro mujeres más en la que confeccionaban trajes de niño. Corría el año 1990 y esta experiencia duró más o menos un año. “Deshicimos la cooperativa porque no le veíamos futuro, pero yo, como tenía tantas ganas e ilusión de seguir adelante, decidí hacerlo sola y fue cuando ya empecé con los trajes de gitana. Mi marido me decía que estaba loca, que lo dejara… pero yo también pensé que era una lástima toda la inversión en maquinaria, porque intentamos venderlas y no nos daban por todas ni lo que costaba una. También me animó mucho el director de la Escuela de Empresas”.
De esta forma, Paqui Rivero se convirtió en una empresaria emprendedora. Primero se ubicó en un local que tuvieron como tienda durante los últimos meses de la cooperativa, concretamente donde está hoy la tienda de detalles Todoriginal, en la calle Pablo Antonio de Olavide de Fuente Palmera. Sin embargo, “allí no me cabía el taller, por lo que tuve la suerte de que estaban acabando unos locales en la calle Portales y pude alquilar uno en muy buenas condiciones, aunque al principio tuve que hacer yo la instalación eléctrica y luego el propietario me la iba descontando del alquiler. Así que me metí a pesar de todo; en varios años conseguí quitar la deuda que asumí de la cooperativa al quedarme con las máquinas y, poco a poco, fui invirtiendo en nueva maquinaria. Y hasta el día de hoy aquí seguimos, en calle Portales nº 23”.
Creaciones Paqui Rivero se dedica actualmente a la confección y venta de trajes de flamenca de todas las tallas, desde para bebés recién nacidos hasta cualquier edad. Son vestidos a medida a gusto del cliente, tanto de creación cien por cien propia como de catálogos, fotos, etc., aunque siempre dándole un toque diferente y personal que los hagan únicos. “No me gustan las copias, hay que tener creatividad y siempre lo cambio cuando me dicen que quieren un traje determinado, porque les digo que si no se le pone algo distinto, se lo pueden encontrar en la feria. Pero lo mío es diseñarlos al completo, todo lo que hay en la tienda es así, y por supuesto los que aparecen en los desfiles y en la Feria de la Boda de Fuente Palmera”.
Paqui Rivero también confecciona trajes de flamenco para niños y algunos trajes de fiesta, sobre todo porque se los piden sus mismas clientas de los vestidos de flamenca. Por otro lado, vende trajes de arras y bautizo. Y en cuanto a novia, hace trajes rocieros, como los dos últimos que se los pidieron desde Dos Hermanas y Córdoba.
El local de Creaciones Paqui Rivero está lleno de colorido. Los tejidos, telas, volantes y vestidos inundan las paredes y rincones, dejando entrever apenas las máquinas en la parte trasera donde está el taller. Dispone de una mesa industrial de corte, una plancha industrial, dos máquinas de coser, un motor de corte –aunque ella utiliza siempre la tijera-, una remalladora de cinco hilos y una máquina de filo.
Sus trajes llegan hasta Alemania
Paqui pretende continuar en este sitio “porque la clientela ya me conoce, vienen de Sevilla, Córdoba, Badajoz, incluso de Barcelona, Alicante, Valencia, Lérida y Alemania. En algunos de estos últimos casos, se trata de grupos de personas que celebran El Rocío u otras fiestas andaluzas allí donde viven y no tienen ni siquiera que venir aquí, les mando los trajes por tallas y si hay algo, ellas mismas se lo arreglan. Lo que es por la comarca, tengo muchas clientas de Posadas, La Carlota, Écija, Peñaflor, Palma, Hornachuelos, etc.”.
Sobre la materia prima, le traen tejidos de muchas partes de España. “Es un dolor de cabeza constante lo de los proveedores, llamando aquí y allí, pidiendo en un lado, en otro…”, confiesa Paqui. Los más utilizados son el popelin de flamenca y la licra. Esta última va cogiendo fuerza porque es muy cómoda, aunque pesa un poco más que el popelin.
Respecto a la tendencia de este año, se llevan los trajes cortos. No obstante, Paqui Rivero sigue apostando por los trajes largos, con volumen y adornos.
Ciclo Formativo del IES Colonial
El establecimiento de Paqui Rivero ha participado este año en el Ciclo de Grado Medio de Confección y Moda del IES Colonial, acogiendo a cuatro alumnas que se han ido rotando. La experiencia le ha resultado muy positiva porque ella también ha impartido cursos alguna vez y comprende la necesidad del sector textil de Fuente Palmera de encontrar personas que estén formadas para trabajar en las empresas. Además, las alumnas han estado muy contentas en su taller, adquiriendo conocimientos y agradeciendo la confianza puesta en ellas.
Garantía en todas sus creaciones
Creaciones Paqui Rivero significa una garantía absoluta para tod@s sus clientes, utilizando en sus vestidos tejidos de primera calidad. De esta forma, está asegurada la durabilidad de la prenda, pues en muchas ocasiones, las clientas cambian el traje por capricho o encargan otro para tener dos. Son muy comunes los arreglos, pero cuando el vestido sale del taller parece otro totalmente diferente y nuevo. La confianza es plena, de ahí que las clientas vuelvan una y otra vez.
Creaciones Paqui Rivero
Calle Portales, 23. Fuente Palmera. 629 748 403