Esta jornarda forma parte de un itinerario para conocer de primera mano el trabajo en los dieciseis centros municipales de información a la mujer que hay en la provincia, pues Díaz se incorporó al cargo el pasado 4 de enero y afirma que «no concibo una labor de coordinación sin ver la parte más cercana a la población, que son los diferentes centros del IAM repartidos por la provincia. Estamos observando su funcionamiento y viendo lo que está bien y lo que está mal. Asimismo, estamos conociendo a las presidentas de las asociaciones, que nos trasladan cómo marchan sus colectivos y los problemas que puedan tener».
En su recorrido le acompañan la técnica de participación, que se ocupa de las asociaciones, y el técnico que se encarga también de la coordinación entre los centros de información. El objetivo es tener una visión específica de cada sitio y no hacer un análisis global de la provincia, ya que no se advertirían las particularidades de cada municipio.
Tras su encuentro en Fuente Palmera, lo primero que destaca Ana Díaz es que se ha llevado una grata sorpresa por la asistencia de representantes de las once asociaciones de mujeres que hay en La Colonia. También valora «la relación tan estrecha existente entre los colectivos y el centro de información, que aunque es lo correcto y lo ideal, se palpa aquí una buena sintonía entre todas».
Respecto a las fortalezas y las debilidades de las asociaciones, comenta que el principal hándicap es la falta de juventud en las mismas, «no se termina de implicar a las jóvenes, lo cual es algo muy importante, tanto en el relevo generacional de las juntas directivas como en el aspecto de la escasa concienciación que tiene la juventud en el tema de la desigualdad de género. Estamos viendo cómo saltan las alarmas por las estadísticas en la violencia de género, que se está dando ya en edades muy tempranas. Por lo tanto, este despegue de la juventud hay que trabajarlo mucho. En cuanto a la renovación de las juntas directivas, que no sólo es un problema de aquí, sino generalizado, parece que el cargo de presidenta es heredado y no hay conciencia dentro de la asociación de que esa persona está cansada y que sin salirse del colectivo, quiere apartarse un poco y que tire del carro otra persona. Y lo que ocurre es que como nadie se echa para adelante y la presidenta no desea que la asociación se pierda, pues se perpetúa en el cargo aunque suponga un desgaste personal».
Sobre el funcionamiento del Instituto Andaluz de la Mujer, afirma que mantiene sus líneas de trabajo continuamente actualizadas y se renueva por sí mismo, sin que influyan los cambios de personas en los cargos. Además, «la Junta de Andalucía se preocupa mucho y es pionera en tratar los problemas de desigualdad de género, por lo que el trabajo de la coordinadora es llevar las líneas de trabajo a las asociaciones y que éstas compartan los avances y estén al día de los problemas y necesidades que la sociedad tiene en cada momento. Esta labor se materializa perfectamente a través de los distintos centros municipales de información a la mujer».
Ana Díaz también tuvo la oportunidad de conocer y cambiar impresiones con la concejala de Igualdad, Marta Montenegro, y con el alcalde de Fuente Palmera, Francisco Javier Ruiz. En concreto, sobre el tema de la repercusión y la difusión de las actividades que realizan las asociaciones relacionadas con la perspectiva de género, es decir, «que no se centren sólo en llevar a cabo la actividad, sino que se explique y llegue a la ciudadanía para que repercuta en la mejora de la sociedad, y en este caso en la mejora de la vida de las mujeres». Para Ana Díaz, «el trabajo que hacen es bueno pero hay que explicarlo más y mejor, porque la gente se confunde y se cree que son asociaciones más lúdicas, cuando en realidad están realizando una buena labor sobre la perspectiva de género».
En este sentido, Marta Montenegro coincide con la coordinadora del IAM, señalando que «aunque la sociedad realice una crítica sobre las actividades lúdicas que realizan, todas las asociaciones están impregnadas de matices feministas y siguen siendo activistas de actos de igualdad, como por ejemplo el 25N, cuando se llena un autobus de mujeres colonas para desplazarse a la manifestación en Córdoba con motivo de este Día de la No Violencia hacia las Mujeres». La concejala también piensa que el principal problema en La Colonia es la falta de participación de mujeres jóvenes, «pues tenemos presidentas que llevan casi 20 años y están cansadas y/o habituadas a una rutina».
Por último, ya se está trabajando de cara al 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora, aunque todavía no se sabe el lema que dará título a la campaña de este año.
