Aficionad@s de toda la comarca y toda la provincia se dieron cita en la noche del sábado en Ochavillo del Río para disfrutar de un cartel de auténtico lujo, como ya nos avanzó la semana pasada el presidente de la Peña, Juan Manuel Moro ‘Wiches’, púes su objetivo es organizar festivales con artistas de primer nivel.
Además, con el aliciente de que no sólo actuaron de manera individual, sino que como fin de fiesta protagonizaron un mano a mano memorable que quedará por mucho tiempo en la retina y en el alma de todos los presentes y amantes del cante.
El XII Festival Flamenco ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Ochavillo del Río y de la Diputación de Córdoba, además del patrocinio de la editorial Utopía Libros y el apoyo de numerosas casas comerciales.
LOS ARTISTAS
Manuel Moreno Maya, ‘El Pele’, nace en Córdoba un día del mes de enero de 1954 en el seno de una familia gitana por los cuatro costados. A través de ella le llegan los primeros impulsos flamencos, las primeras semillas jondas que habrían de germinar en ese corazón gitano y musical de El Pele, un personaje importantísimo para la historia del flamenco.
Desde muy pequeño busca en reuniones y tablaos, los escenarios para mostrar su arte y para llevar dinero a su familia. El Cordobés, que por aquellos años reinaba en el planeta de los toros y de las fiestas, fue quien lo bautizó con el nombre con el que ya tiene un sitio de honor en el gran libro del flamenco.
Hacer un recorrido por el itinerario flamenco de El Pele es descubrir una importantísima trayectoria artística que va mucho más allá del simple triunfo en un festival o de la conquista de una afición cualquiera en cualquier peña del mapa flamenco, con todo lo que ello lleva -y El Pele también ha recorrido estos caminos- de prestigio y de consideración artística.
Pero El Pele ha hecho más. Su intuición musical, sus conocimientos artísticos y su personalidad buscadora de nuevas formas y de nuevas modas arrancando siempre de las raíces más puras del flamenco, lo han llevado a compartir los escenarios más dignos del mundo con las primerísimas figuras de la música de todas las latitudes posibles.
Un día veraniego del año 1990, el genial David Bowie escuchó un disco de El Pele. Tan ganado quedó su arte, que decidió llevarlo para que abriera sus conciertos. Así lo hizo en Madrid y en Barcelona. Antes había sido Prince quien había sido ganado por el arte gitano y jondo de El Pele.
La trayectoria artística de El Pele viene marcada por la incansable búsqueda de nuevos horizontes desde las más puras raíces, su eterna inquietud por conocer y recrear a su propio estilo; ésto le ha llevado a estar considerado como un innovador con la necesaria prudencia y respeto a no perder sus principios.
Pedro Heredia Reyes, Pedro El Granaíno, nace en Granada en 1973. De familia gitana, el cante forma parte de su vida desde el día que nació, su vinculación directa con el mundo del flamenco y lo vivido entre los suyos marcan el ambiente en el que crece como persona y va madurando como artista.
Con 18 años se traslada a vivir a Sevilla y años más tarde su camino profesional se une a la familia de los Farrucos, los cuales le dan la oportunidad de formar parte de su compañía de baile y de esa manera nos hacen partícipes de conocer la privilegiada garganta de este nuevo cantaor que desde 2007 comienza a cosechar críticas importantes dentro del flamenco.
Es el Festival de Jerez 2012 el que le da la oportunidad de debutar como cantaor en solitario, donde expone su metal de bronce, asume riesgos y conquista a la crítica. Es esta declaración de intenciones la que le lleva a la Bienal de Sevilla ese mismo año, donde se presenta su primer recital sobre las tablas del Espacio Santa Clara dentro del ciclo De Viva Voz, repite aforo lleno y elogios de la crítica.
Colabora con guitarristas de la talla de Vicente Amigo y Tomatito, entre otros, y con cantaores como Enrique Morente, Estrella Morente y Alejandro Sanz. Ha sido dirigido por Carlos Saura en su película “Flamenco, Flamenco” de la que forma parte, y ha llevado su cante a ciudades como Londres, Nueva York, Estambul, Los Ángeles, San Francisco, México, Paris, Miami, Ámsterdam y Roma, entre muchas otras.
Los matices de su garganta, la manera de interpretar los cantes, el respeto a los clásicos, su temple y su fuerza, su carisma tan personal y esa voz gitana y antigua tan inconfundible que posee, hace que sea reclamado por peñas y festivales flamencos.