La cita fue el domingo 10 de septiembre, en plena preferia carloteña, por lo que también pudieron disfrutar al final de la jornada del cante y el baile por sevillanas que se celebraba en la caseta municipal.
Sobre las 9 de la mañana ya empezaron a llegar los primeros Hermán a La Carlota. Pero el encuentro virtual comenzó días antes con la creación de un grupo de WhatsApp donde empezaron a contar las horas que quedaban para verse, sus ganas, su ilusión renovada, sus vicisitudes, alguna baja que otra…Conforme se acercaba la cita, incluso afloraban los nervios, especialmente en aquellos que venían desde más lejos, Barcelona, por ejemplo.
También llegaron desde Sevilla y, los más cercanos, desde Córdoba capital, Almodóvar, Posadas y Fuente Palmera, además de los de La Carlota. Hubo casos que llevaban unos días en la zona, como una familia parando en Aldea Quintana u otra en el Camping Carlos III, que han hecho coincidir su vacaciones con el encuentro; y otros que siguieron sus días de descanso en otros puntos de la geografía andaluza.
Para algunos era su primer encuentro, por lo que fue muy emotivo conocer a miembros de su propia familia. A las once habían quedado en la puerta del Ayuntamiento para dirigirse hasta el Ecomuseo de La Carlota, donde les esperaba el historiador Javier Tristell, que les acompañó amablemente otro año más para seguir profundizando en la historia de sus orígenes.
Posteriormente se trasladaron al Palacio de La Carlota, donde al igual que en los dos años anteriores disfrutaron de un excelente almuerzo-buffet y continuaron hablando de su vida, pasado y presente, de sus familias, de sus proyectos…
En representación de Fuente Palmera repitió la familia Hermán Rovira con l@s herman@s Pili, Julián (Peñalosa) y Eli, acompañados por su madre y sus cónyuges. También asistió Rosi Hermán y Curro, de La Peñalosa.
Los Hermán ya piensan en el encuentro de 2018, cuya fecha está fijada a priori para el puente del Pilar, entre los días 12 (viernes), 13 y 14 de octubre. Asimismo, barajan hacer algunos cambios para ir renovando la forma del encuentro y que no sea siempre en el mismo sitio. Una primera opción podría ser buscar un local u otro espacio y contratar un catering, incluso cambiar de municipio. ¿Por qué no Fuente Palmera?