En la Colonia de Fuente Palmera tenemos nuestro «Verano de cine», que se realiza por todos los colegios que tienen demanda. ¿Y qué pasa cuando no hay demanda?, pues los coles no se abren, se quedarán cerrados hasta el próximo septiembre. Una verdadera pena, ya que se quedan en el cajón un montón de ideas y actividades.
El verano guay, pasó a verano de color, más tarde verano de fantasía, tuvimos un verano de diversión y este año nos toca un gran verano de cine donde todos son los protagonistas y donde todo se hace por y para que el mes de julio sea una gran fiesta. «El Guay», como se conoce o la frase de «Ya viene la del guay» es la placa identificativa que tenemos colgada desde hace tiempo, pero en realidad da igual como se llame, varía la temática pero que el verano va a ser guay lo tenemos claro.
Preparar actividades que entretengan, diviertan y a la vez eduquen en valores o trabajen la psicomotricidad, nos lleva un mes de trabajo, en el cual disfrutamos como enanos sólo de pensar en las caritas que van a poner nuestros «locos bajitos»
No sólo pensamos en los más pequeños, nuestros talleres abarcan desde los 3/4 años hasta los 12, es decir, desde la educación infantil hasta que terminan la educación primaria 6º curso. Y para cada edad tenemos actividades específicas intentando que todos disfruten al máximo igual que lo hacemos los monitores.
¿Cuál podría ser el éxito de una escuela de verano?, mi opinión está clara desde el principio, si un monitor disfruta al máximo de todo lo que propone, es capaz de transmitir esa ilusión en las aulas y dejamos que se refleje en el día a día, todo está conseguido. Da igual si los materiales son mejores o peores, escasos o reciclados. El elemento imprescindible es la ilusión, la disposición y las ganas que tenemos todos los que nos encargamos de estos trabajos de que todos disfrutemos de un mes guay, de color, de cine….o de lo que se nos ocurra.
Piratas, indios, vaqueros, payasos, malabaristas, fonambulistas, domadores, leones o monos…seremos lo que queramos ser, porque nuestra imaginación no tiene límites y la vergüenza la perdimos hace tiempo o en el caso de algunos nunca la conocimos.
Firmado por una privilegiada por trabajar con vuestros hij@s
Gracias a vuestra confianza podemos disfrutar con ellos.