Tras la Santa Misa de las 20.30 h. y la admisión de catorce nuevos hermanos de la Hdad. Ntro. Padre Jesús Nazareno, comenzaba el solemne acto. No sin antes realizar un bonito reconocimiento al joven miembro de la Hermandad, Jesús Castel Adame, de 17 años. En agradecimiento a su implicación se le obsequió con un costal con el escudo de la Hermandad y un diploma poniendo en valor su labor.
A continuación se apagaron las luces de la parroquia, quedando en penumbra con la única luminosidad de las velas entregadas a los asistentes, que llenaron la iglesia.
Bajo los sones de la Banda de Cornetas y Tambores Ntro. Padre Jesús Nazareno se abrieron las puertas y comenzó a entrar la comitiva de la Hermandad que flanqueaba al «nuevo» Nazareno.
Tras colocarlo delante del altar, presidido por el párroco José Antonio Valls, tomó la palabra el hermano mayor, Antonio Garrido, que calificó la noche como «mágica y única para la historia de nuestra Hermandad y familia Nazarena».
Agradeció el esfuerzo, dedicación y compromiso de todos los hermanos y hermanas cofrades, junta de gobierno, costaleros y equipo de capataces, «porque sin ello nada de este sueño hubiese sido posible». También dio las gracias por su colaboración al Ayuntamiento de La Colonia de Fuente Palmera, que estuvo representado por el alcalde, Francisco Javier Ruiz, y por las concejalas, Laura Sánchez e Inés Mengual.
Garrido expuso brevemente el recorrido del proyecto de restauración, cuyo tramo final de ocho meses ha sido el de la reparación integral de la talla, a cargo del escultor cordobés, Jorge Domínguez Conde.
La intervención estructural ha consistido en hacer un cuerpo y unas manos nuevas, conservando únicamente el busto original. Así se han resuelto dos problemas, el de la proporcionalidad, ya que el cuerpo no concordaba ni con la altura ni con las dimensiones de la cabeza, presentando una excesiva estrechez de hombros; tampoco la posición de las piernas era la más adecuada teniendo en cuenta que va cargando la cruz.
Al mismo tiempo se ha eliminado el hándicap de la estabilidad, pues cimbraba mucho al no estar bien anclado a la peana. Además se ha aplicado un tratamiento de conservación en la cabeza tapando todas las fisuras y reintegrando cromáticamente la policromía.
En cuanto a la cruz se ha hecho más grande para que guarde las proporciones con la talla y con el paso. El Nazareno recupera asimismo una antigua corona de espinas que se retiró en una restauración anterior, donada por un vecino. El coste de la restauración, asumido por la Hermandad, asciende a 6.800 euros más IVA.
El hermano mayor, en nombre de la junta de gobierno, expresó su más sincero reconocimiento profesional a Domínguez Conde y en agradecimiento a su buen hacer quedó nombrado hermano perpetuo de esta ilustre hermandad nazarena.
Además de la medalla, el escultor recibió un cuadro de cristal con la imagen tallada del Nazareno y un diploma con el citado reconocimiento. Jorge Domínguez, abrumado por tales honores, agradeció a la junta de gobierno su confianza y por las facilidades dadas a lo largo de todo el trabajo.
Igualmente dio las gracias al pueblo «porque cuando un pueblo cuida de su patrimonio cuida de su historia, y eso dice mucho de sus habitantes; lo más importante es que perpetuemos la cultura y raíces de nuestros pueblos».
A continuación se procedió a la bendición de la imagen por José Antonio Valls, bajo la música de la Banda de Cornetas y Tambores. El acto concluyó con un besamanos por parte de los y las fieles.
