No le fueron a la zaga sus compañeros en las tablas, Manuel Cribaño ‘Niño de Peñaflor’ y la cantante de copla Chabely del Sur. Todos ellos acompañados a la guitarra por Francisco Hurtado ‘Morilito’, hermano de Chabely, que igualmente recibió el reconocimiento del respetable.
Como suele ser habitual en este tipo de eventos, el espectáculo comenzó con casi una hora de retraso, hasta que el público fue llegando al Salón Domínguez, que registró una gran entrada con más de doscientas personas. Una buena parte llegaron en autobús desde Peñaflor, con los seguidores de Manuel Cribaño. Otros desde diversos puntos de La Colonia, Écija, etc., así como miembros de otras peñas de la provincia invitados por La Alondra.
El festival tuvo un presentador de lujo. Una vez más, Francisco Granados, un apasionado del flamenco natural de La Guijarrosa pero afincado en Córdoba, fue el encargado de dar entrada a cada uno de los artistas y hablar un poco de los orígenes del flamenco, resaltando su valor incalculable en nuestra tierra, «a pesar de que estuvimos esperando hasta el 16 de noviembre de 2010 para que la Unesco lo distinguiera como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad».
La primera actuación corrió a cargo de Chabely del Sur, cantante de Moriles pero con residencia desde hace unos años en La Carlota. Granados la presentó con una poesía del ecijano Eloy Herrera y la definió como una «artista de categoría que siente y vive intensamente tanto la copla como el flamenco». Chabely, que comenzó su carrera hace quince años, también forma parte del grupo Fusiones del Sur, que ha estado más de una vez por las ferias y otras celebraciones de La Colonia. Chabely del Sur abrió la velada a pie de público con ‘Capote de grana y oro’, ganándose el calor de público con su garbo y contagioso salero. Luego continuó con ‘Las cosas del querer’ y otras piezas, incluso algún tema con letra propia.
Luego llegó el turno de Rocío Luna, que apenas necesitaba presentación, como señaló Francisco Granados. «Su amor por el flamenco le ha llevado a donde está». A sus 17 años, Rocío ya posee una dilatada carrera como cantaora. No en vano, se subió por primera vez a un escenario con siete años y el resto ya es historia… Multitud de premios, destacando entre ellos el Melón de Oro del Festival Lo Ferro en 2010, siendo la cantaora más joven de la historia del prestigioso certamen flamenco.
Rocío Luna deleitó anoche con una actuación esplendorosa, derrochando arte por los cuatro costados. Jugaba en casa y estuvo más que a la altura. La joven dedicó varios de sus temas a su abuela, a las madres, también a los padres y a su público cañetero, entre otros. Una de sus interpretaciones fue ‘Los cuatro muleros’, de Pepe Marchena, una copla que posteriormente haría famosa a Flor de Córdoba, cantaora colona a la que Rocío tuvo el placer de conocer recientemente.
Tras la actuación de Rocío tuvo lugar un descanso en el que se sorteó un jamón, siendo el agraciado un vecino de Cañada del Rabadán, y el presidente de la Peña, Pepe Herruzo, recibió un detalle por parte de una vecina, en concreto una teja pintada al óleo en la que sobresalía el símbolo de la Peña, una alondra. Como no podía ser de otra manera, el gran ‘Currete’, vecino de Cañada del Rabadán, arrancó los aplausos de sus paisanos con unos poemas dedicados a los artistas de la noche, además de comprometer a Francisco Granados a sumarse al recital, que lo hizo con una poesía acompañado a la guitatrra por ‘Morilito’.
Finalmente, subió al escenario el ‘Niño de Peñaflor’, que en primer lugar recordó que hace quince años actuó en Cañada por primera vez acompañado a la guitarra por el ventillero Valentín Rosa ‘El niño de la alondra’. Cribaño, conocido por su participación en la quinta edición de Se llama Copla, en la temporada 2011-2012, quedando en sexto lugar, encandiló a todos los presentes en la sala, cerrando así un festival de gran nivel organizado por la Asociación Peña Cultural La Alondra, que ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Fuente Palmera.
La Peña La Alondra lleva unos 30 años de andadura y cuenta con cerca de 200 socios, de ellos unos 115 activos. Suele organizar tres eventos a lo largo del año. Sobre el 28 de febrero celebra su Día de Convivencia, en el que participan miembros de numerosas peñas de toda Andalucía. Otro de sus festivales suele celebrarse antes de la feria de Cañada y este último casi siempre en el mes de noviembre u octubre.