Desde las nueve de la mañana, varias componentes de la junta directiva, Josefina Martínez, Belén Alinquer, María Jesús Carretero, Tránsito Balmón y Cristina Vázquez, se han trasladado a las inmediaciones del mercadillo de Fuente Palmera, justo al lado del Centro de Salud, para recoger donativos y pedir la colaboración de l@s vecin@s con este colectivo que realiza una labor encomiable con las personas mayores que padecen esta patología y otras demencias.
La jornada ha resultado positiva en cuanto a la recaudación, aunque no ha sido un lunes de mucha afluencia al mercadillo. Asimismo, dos de las integrantes de la directiva, Belén Alinquer y Tránsito Balmón, se han dado una vuelta por Silillos y Fuente Carreteros, especialmente por los comercios. Sobre la una del mediodía dieron por finalizada la tarea y se marcharon camino de la sede de la asociación, no sin antes entrar en el Centro de Salud para conversar y hacerse una foto con los enfermeros Ramón Cárdenas y Rafael Mediavilla, y con la auxiliar de enfermería Ana Romero. De hecho, Ramón Cárdenas es el enfermero que actúa de enlace entre la asociación y los familiares de enfermos de alzheimer.
Paralelamente, en la sede del colectivo, situada en la calle Pablo Antonio de Olavide, diez de las once usuarias que actualmente reciben terapias en la asociación han disfrutado también de una jornada especial, rompiendo un poco con la rutina. A partir de las once y media, y durante una hora, han recibido la visita de dos monitores de la empresa Eduocio, que se ha ofrecido voluntariamente a realizar unas actividades con estas personas mayores, las cuales han consistido en adornar con fondant unas galletas con diversas formas geométricas. Con esta terapia han trabajado la psicomotricidad fina y la coordinación óculo-manual, así como la memoria a la hora de reconocer la forma geométrica de las galletas. Como colofón a la mañana han visto una película de Lola Flores.
Por otra parte, las monitoras de la asociación, Carmen y Minerva, han colocado en algunas columnas del local unas frases para profundizar en la concienciación sobre el alzheimer, tales como: ‘La enfermedad de Alzheimer no sólo se trata con terapia, sino con cariño’; ‘Mientras unos intentan olvidar otros luchan para recordar’; ‘Lo bueno de tener Alzheimer es que me enamoro de ti todos los días’; ‘El Alzheimer borra la memoria pero no los sentimientos’; ‘Es difícil asimilar que llegará el día en el que no recordarás quién soy’; ‘Alzheimer…la enfermedad que hace que no recuerden que un día jugaban con nosotros…’.
La Asociación Colonial de Familiares de Enfermos de Alzheimer Purísima Concepción pertenece a la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias(CEAFA) a través de su delegación de Cabra. Este organismo representa a más de 200.000 familias en España y reclama una acción global y coordinada que integre a todos los actores vinculados para poder hacer frente a una realidad que hoy afecta en nuestro país a más de 3,5 millones de personas entre enfermos y familiares. El abordaje del Alzheimer es una cuestión que, al igual que en otros países, debe estar pilotada por el Estado con el apoyo y liderazgo de quienes demandan soluciones que satisfagan sus necesidades, los pacientes y sus familiares cuidadores. Sólo de esta manera, indica CEAFA, se podrán articular medidas homogéneas y coherentes con el penoso marco de vida al que se ven abocados millones de personas. Desde la Confederación, animan a sus asociaciones miembros a utilizar el lema «Avanzando juntos» para promocionar este día, transmitiendo el mismo mensaje a toda la sociedad, así como una imagen de unidad y fuerza ante esta enfermedad.
El Alzheimer es un problema socio-sanitario de primera magnitud con incidencia en todos los órdenes de la sociedad, cuya evolución está estrechamente ligada a la extensión de la esperanza de vida de la población. La dependencia que genera afecta no sólo a la persona que sufre directamente la enfermedad, sino también a la familia cuidadora, además de a importantes colectivos de la sociedad que se ven «tocados» por los efectos de la enfermedad en los cuidadores familiares. El Alzheimer es, pues, un problema de todos, y entre todos ha de afrontarse, trascendiendo de fronteras, ideologías u otro tipo de condicionamiento.
