Más de 600 personas se congregaron anoche en la Plaza Real para ver salir al cortejo fúnebre del Santo Entierro, que va tomando cada vez más auge por sus singularidades. Además de que es una procesión nueva –este es su tercer año-, el hecho de que la comitiva esté protagonizada por niñ@s y adolescentes, buena parte pertenecientes a la Agrupación Parroquial de Jóvenes que coordina la procesión, arrastra a muchos vecinos y familiares. Por otro lado, acoge a mucho público de la procesión anterior del Viernes Santo, que se recogió apenas media hora antes. Y por segundo año consecutivo se apostó por el grupo ecijano de figurantes romanos, un escuadrón de soldados encabezados por dos miembros a caballo que volvió a ser el objetivo de las primeras miradas. Asimismo, un trío musical de cámara y otros tantos tambores fueron los únicos, junto a los sonoros pasos de las sandalias de los soldados romanos, que rompían el riguroso y respetuoso silencio del cortejo.
En cuanto al trono del Cristo Yacente, recuperó los faroles de la primera edición en detrimento de los cuatro cirios ubicados en las esquinas en 2016. Los jóvenes se relevaban para portar el paso y cerrando el cortejo, las autoridades eclesiásticas y municipales.
Varias horas antes comenzó la estación de penitencia del Viernes Santo con el Santísimo Cristo de la Sangre y Nuestra Señora de los Dolores, con una hora de diferencia en la salida de uno y otra. Las únicas novedades en cuanto a los pasos recaían en el de la Virgen, que se ha terminado de platear este año, se ha arreglado y plateado la corona, y otros pequeños retoques como agregar una lágrima que le faltaba. Como es habitual, la procesión estuvo marcada por los encuentros entre las dos imágenes, como el de la calle Écija y el de la calle Portales, siendo en esta última donde la cantaora cañetera Rocío Luna dedicó sendas saetas a las imágenes.
La Banda de Cornetas y Tambores Ntro. Padre Jesús Nazareno de Fuente Palmera acompañó al paso del Cristo, y la Agrupación Musical ‘Maestro Manuel Pozo Lifona’ de Almodóvar del Río, a los Dolores. Destacar la juventud del grupo de 24 costaleras de la Virgen, algunas de las cuales participaron también en la jornada del Jueves Santo.
La estación de penitencia del Jueves Santo también destacó por una gran acogida. A las nueve de la noche salió Ntro. Padre Jesús Nazareno y las diez Ntra. Sra. de los Dolores, protagonizando el clásico encuentro en el cruce de la calle Écija y calle Concepción. Como es habitual en los últimos años, el Nazareno es acompañado por la banda local de cornetas y tambores que lleva su nombre y el paso de la Virgen no lleva acompañamiento musical.
Tanto esta procesión como la del Viernes Santo han sufrido este año un ligero cambio en el itinerario, ya que se ha suprimido su recorrido por las calles Sevilla, Posadas y Camilo Delgado.
El Miércoles Santo tuvo lugar la estación de penitencia de Vía Crucis, precedida por la Santa Misa en sufragio por los hermanos difuntos de la Hdad. del Stmo. Cristo de la Sangre y la ofrenda floral de claveles rojos.
La Semana Santa comenzó el Domingo de Ramos con la típica procesión del paso viviente de la Borriquita, que tuvo sus prolegómenos con la bendición de ramos de olivos y palmas en la calle Portales ante de la Santa Misa de la Entrada Triunfal en Jerusalén.
Para hoy, Sábado de Gloria, se espera una gran afluencia como es costumbre en la Solemne Vigilia Pascual en la noche santa (24.00 h.). Y mañana, Domingo de Resurrección, tendrá lugar a las 12.30 h. la Solemne Misa de la Resurrección del Señor.