El comunicado es el siguiente:
Queridas familias: ante esta situación que estamos viviendo con el Coronavirus y el tiempo que llevamos en estado de alarma y la ampliación que se ha hecho del mismo hasta el 15 de abril, se nos presenta a todos, también a nuestra parroquia, una situación de desconocimiento y de difícil predicción.
Muchos de vosotros habéis preguntado a vuestros catequistas o a nosotros mismos qué va a pasar con las Comuniones, que teníamos fechadas desde el 26 de abril hasta finales de mayo.
La normativa que se nos ha hecho llegar nos aconseja, que en el caso de que siguiéramos con las fechas marcadas, solo participe la familia más directa del niño o niña que haga la Comunión, es decir, padre, madre y hermanos y hermanas. Al haberse alargado el estado de alarma, no sabemos si las Autoridades nos van a permitir realizar un encuentro de este tipo a pesar de ser un grupo reducido de personas.
Por tanto, Daniel y yo, vuestros párrocos, os animamos a que estéis tranquilos, porque vuestros niños y niñas van a hacer su Primera Comunión, pero lo importante ahora es que esto pase y nos volvamos a ver todos sanos y contentos.
Las Comuniones quedan suspendidas hasta que volvamos a tener una situación de normalidad.
Cuando hayamos superado esta situación y volvamos a la normalidad, nos pondremos en contacto con vosotros a través de vuestros respectivos catequistas para informaros de cómo vamos a llevar a cabo la celebración de las Comuniones y en qué fechas lo haremos.
Os pedimos paciencia y comprensión ante esta situación, ya que a todos nos ha descolocado nuestros planes.
Rezamos por todos vosotros para que por intercesión de nuestra patrona, la Purísima Concepción, el Señor nos proteja a todos de esta enfermedad para que no llegue a nuestras familias.
Vuestros párrocos Daniel Angulo Guillén y Carlos Sanz Hernández.
Esta suspensión, la cual se veía venir y que de una manera u otra se ha adoptado en todos sitios, acarrea no pocos inconvenientes para las familias, añadidos a la no celebración de la ceremonia en sí, como el tema de los catering, restaurantes y lugares ya apalabrados o contratados para realizar el convite; o el asunto de los trajes y vestidos de l@s niñ@s -la mayoría ya adquiridos a falta quizá de la última prueba-, que pueden conllevar más de un dolor de cabeza porque se puedan quedar cortos de talla si las comuniones se pasaran a después del verano.