Las instalaciones de la Comunidad de Regantes de Fuente Palmera, ubicadas en Ochavillo del Río, han sido testigo hoy de un reencuentro entrañable y emocionante, tan relevante si cabe como el proyecto que pueda surgir de esta historia.
Resulta peculiar y hasta sorprendente que una obra de arte de 240 metros cuadrados haya pasado desapercibida durante más de cuatro décadas, pese a hallarse en una propiedad privada, y que muy pocos vecinos de Ochavillo del Río y menos aún del resto de La Colonia conocían hasta hoy.
Luis Valdelomar, el arquitecto cordobés de 90 años autor del gigantesco relieve que reviste las paredes de la estación de bombeo, se ha reencontrado hoy con el mural de mayores dimensiones de su carrera profesional, pero también con las personas que le ayudaron a plasmarlo, Manuela Calvo y Manuel Sarmiento, que se habían formado en Artes y Oficios. Asimismo, con José Sánchez, uno de los vecinos de Ochavillo que trabajó en la elaboración.
Emplearon casi un año en hacerlo realidad. Empezaron en 1982 y terminaron en 1983, paralelamente a la construcción de las instalaciones. Con anterioridad, en 1981, Valdelomar inició los bocetos en papel vegetal, atendiendo el encargo de su íntimo amigo y entonces presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, el ingeniero de caminos Práxedes Cañete, que por cierto da nombre a una calle en Fuente Palmera.
El mural se compone de cuatro paneles, dos de 30×3 metros y dos de 10×3 metros. El arquitecto se encontró con las paredes resultantes del encofrado y señala que ese hormigón “tenía muchas posibilidades de crear calidades, por lo que utilizamos en unas zonas pintura de cemento y en otras la técnica de la martillina, o sea, un tratamiento a base de picar el hormigón”.
En el mismo aparecen representados el origen y desembocadura del río Guadalquivir, la campiña, la conquista de Córdoba por los cristianos en el siglo XIII y la huida de los musulmanes por Sevilla. Los paneles están llenos de detalles y referencias pictóricas e históricas.
Tanto el presidente de la ELA, Manuel Arjona, como el delegado de Cultura de la Diputación, Gabriel Duque, lo califican como “auténtica joya” y quieren colaborar para su puesta en valor. En el acto también ha estado presente la diputada socialista, Rocío Moyano, el gerente de la Comunidad de Regantes, Fernando Carmona, y miembros de la asociación local, Adipha, con su presidente a la cabeza, Francisco Adame, que fue quien propuso la iniciativa a la Entidad Local de Ochavillo del Río.
Arjona ha comentado que el presidente de la Comunidad de Regantes se ha mostrado muy receptivo a colaborar para estudiar la mejor manera de dar a conocer esta obra de arte a la población, que podría ser a través de las rutas de senderismo que se organizan en Ochavillo, siendo una parada más de las mismas. «Queremos poner al pueblo en el mapa», apuntaba.
El delegado de Cultura ha señalado en primer lugar que «es curioso que un mural artístico de estas dimensiones se encuentre en una nave industrial; es espectacular y la primera vez que veo algo así; hay que intentar poner de acuerdo a todas las administraciones para ponerlo en valor porque esto es difícil verlo en otro sitio».
Duque ha añadido que la Diputación, siempre con el beneplácito de la propiedad, podría promocionarlo «y si se realiza algún tipo de trabajo audiovisual al respecto también podríamos prestar nuestra ayuda mediante los distintos programas de los que disponemos en la Delegación de Cultura».
Precisamente el hijo del autor del mural, Luis Valdelomar, también arquitecto, tiene proyectado hacer un documental de unos quince minutos contando la historia.
