Es ahora el nuevo Gobierno el que ha procedido a dar los pasos para la creación de este Consejo, de la misma manera que ha tenido que volver a reconstruir otros órganos de participación que quedaron desmantelados por el Gobierno anterior. Es el caso, además del Consejo Andaluz del Agua, de siete comités de gestión y de tres consejos del agua de demarcaciones hidrográficas.
Con su puesta en marcha, la Junta de Andalucía apuesta por un órgano de interlocución en cuestiones de interés para la sociedad andaluza como es el caso del agua. Esto se plasmó en el Pacto Andaluz por el Agua, proceso puesto en marcha para congregar el máximo consenso político y social. Ahora se vuelve a poner de manifiesto con el Consejo Andaluz de Agua, que se convierte en un órgano de interlocución sobre este tema.
El Consejo tiene entre sus funciones las de actuar como órgano de información, consulta y asesoramiento, con capacidad para informar los anteproyectos de leyes y proyectos de decretos que, en materia de agua, sean sometidos a la aprobación del Consejo de Gobierno. Igualmente, se le otorga la capacidad de formular iniciativas y de proponer cuantas medidas se consideren oportunas para la mejor gestión, uso y aprovechamiento del recurso.
Respecto de su composición, lo presidirá la titular de Desarrollo Sostenible, y lo conformará también distintos representantes de la administración autonómica, además de representantes de las Confederaciones Hidrográficas del Guadalquivir y del Guadiana, de la administración local y de los distintos tipos de usos del agua de las cuencas que transcurran por el territorio de la Comunidad de Andalucía, en donde estará la representación de los usos agrarios, urbanos, industriales, hidroeléctricos y turísticos.
También contarán con representación las organizaciones profesionales agrarias, organizaciones de regantes, de consumidores y usuarios de mayor implantación en Andalucía y representantes de organizaciones sindicales y empresariales más representativas. Finalmente, también se encuentran representadas las asociaciones ecologistas y las universidades andaluzas.