En la presente edición, la temática elegida ha sido la arqueología y, fundamentalmente, la época romana, a raíz de la propuesta que le hizo al AMPA la Asociación de Defensa e Investigación del Patrimonio Histórico, Arqueológico y Natural de la Colonia de Fuente Palmera (ADIPHA). Como ya informamos en este periódico, Ochavillo del Río ha sido el centro de operaciones de un grupo de arqueólogos de la Universidad de Montpellier (Francia) que ha estado desarrollando el llamado programa OLEASTRO (Oleicultura y Ánforas en la Turdetania Romana), con numerosas prospecciones en la zona de la Vega del Guadalquivir.
Debido a la gran repercusión que ha tenido esta actividad en el pueblo, así como el carácter didáctico, la originalidad y el atractivo de la temática arqueológica, el AMPA decidió que la decimoprimera edición de su Semana Cultural tenía que dedicarse a ella.
Los resultados no han podido ser más satisfactorios, púes todo el alumnado del centro (Infantil, Primaria y 1º y 2º de la ESO) está participando con una estupenda actitud, implicándose en todos los talleres y divirtiéndose a la vez que aprende. Desde el pasado lunes hasta este jueves han tenido lugar diversos talleres de alfarería, mosaicos, arqueología y elaboración de un arqueódromo, además de visitas al yacimiento arqueológico de Ochavillo.
Hoy viernes culmina la Semana Cultural con una excursión a Palma del Río para visitar el Museo de Arqueología y el Centro de Interpretación del Río Guadalquivir.
Una de las actividades más características ha sido el arqueódromo, para el que se han utilizado los dos areneros ubicados en el patio del colegio. Con la colaboración del Ayuntamiento de la ELA, que proporcionó varios operarios, se extrajo la arena de los dos espacios, tanto del arenero destinado al salto de longitud como el utilizado por el alumnado de infantil. Seguidamente, los técnicos de ADIPHA construyeron varias capas separadas por plásticos donde colocaron restos de piezas que correspondían a distintas épocas de la historia, incluso algo de basura simulando la actualidad. Una vez terminado el arqueódromo, se dividió por cuadrantes y el alumnado realizó las tareas de búsqueda, teniendo en cuenta las precauciones que hay que tener para no dañar las piezas, cómo se recogen, cómo se limpian y cómo se intentan unir mediante un puzle en 3D para obtener un ánfora.
Para los talleres de alfarería y mosaicos se ha contado con la inestimable colaboración de expertos en la materia. Como no podía ser de otra manera, el taller de alfarería ha sido impartido por un rambleño, Jesús Luque Marín, de la archiconocida Alfarería Yiyo. Utilizando dos tornos eléctricos y las indicaciones de Jesús, l@s alumn@s han elaborado vasijas, copas, etc. y se han familiarizado con el manejo de la arcilla.
El instructor del taller de mosaicos ha sido Ángel Vargas Marín, de Almodóvar del Río, aficionado a la creación de mosaicos artísticos desde hace catorce años y que ha hecho de este arte su medio de vida.
En su taller de artesanía, ubicado en un enclave privilegiado que le sirve de inspiración (con vistas a la ribera del Guadalquivir y al Castillo), crea auténticas maravillas que parecen salidas de una Roma lejana en el tiempo. Sus conocimientos básicos los ha trasladado al alumnado, no sólo de Ochavillo, sino de los colegios de Peñalosa y Villalón, que han sido invitados a la Semana Cultural. Gracias al buen funcionamiento de la Red de Directores de Centros de La Colonia, ha sido posible que alumnos de otros colegios puedan participar en las actividades de la presente edición.
Junto a Ángel, el taller de mosaicos ha contado con la participación de un vecino de Fuente Carreteros, Rafael Casa Lotero, que posee un taller de artesanía y se ha encargado de fabricar las teselas de piedra artificial con las que l@s alumn@s han confeccionado los mosaicos. En el proceso de fabricación, ha habido una primera fase de colocación de las teselas, bajo el asesoramiento de Ángel Vargas, y una segunda parte, dirigida por Rafael, para administrar la escayola a los marcos, limpiarlos y dejarlos secar.
Las teselas son cada una de las piezas cúbicas que forman un mosaico. Son fabricadas en piedra artificial y por eso tienen todas una cara pulida, que es la que se pone hacia arriba. En la cara opuesta es donde se coloca una gota de cola para pegarla al tablero. Las teselas deben tener un margen de separación, que debe ser igual o parecido por todos los lados. Una vez pegadas todas las teselas, hay que esperar unos minutos para que la cola seque. Posteriormente, hay que hacer la escayola, bastante densa, vertiéndose por encima de las teselas hasta cubrirlas completamente. Pasados unos minutos, y antes de que la escayola se ponga muy dura, se limpia con una esponja. Cada alumn@ ha elaborado su propio mosaico y se lo lleva a casa.
Al principio, les ha resultado un poco pesado la colocación concienzuda de las teselas, pero a medida que los mosaicos iban tomando forma y sabiendo que cada alumn@ se llevaba el suyo, las sonrisas han aflorado entre niñ@s y jóvenes.
Rafael Casa Lotero también ha expuesto entre el alumnado en qué consistía un antiguo juego de época romana que ha perdurado en el tiempo hasta hace pocas décadas. «Los bisabuelos y abuelos de estos niños jugaban a La Erezana, cuyo nombre viene de que los campesinos se entretenían con este juego en el poco tiempo libre que les dejaba su trabajo en la era», cuenta Rafael. Se trata de una especie de tres en raya en el que cada jugador utiliza nueves fichas (chinos negros y chinos blancos) que colocaba sobre las teselas negras de los mosaicos.
L@s alumn@s también han disfrutado de la vertiente más lúdica de la Semana Cultural con la animación, juegos y talleres a cargo de la empresa Eduocio, algunos de ellos adaptados al eje temático de la arqueología.
El director del CEIP Fernández Grilo de Ochavillo del Río, Jorge Montero, ha valorado «el esfuerzo espectacular del AMPA, como cada año, ya que organizar una semana cultural de este calibre conlleva un coste personal y económico difícil de entender por el que no está metido en ello. De esta forma, me gustaría recalcar que las familias se animen y se involucren en este tipo de actividades, porque cuando vean las imágenes de sus hijos disfrutando, no crean que esto surge de la nada, sino que tiene una planificación, muchas horas de preparación y la propia realización de las jornadas. La verdad es que si no fuera por los que siempre están, la Semana Cultural no sería posible, de ahí que insista en que no sean siempre los mismos padres y madres y que se animen unos pocos más». 
