Dicha denuncia, que consta de 86 páginas con nombres y apellidos y otras 252 con pruebas documentales, entre ellas 96 consejos de guerra digitalizados, es la mejor documentada hasta la fecha según el consulado argentino y formará parte de la causa número 4591/10 que engloba todos los delitos cometidos por genocidio y crímenes de lesa humanidad llevados a cabo en España por la dictadura franquista a partir de julio de 1936 y hasta la transición, y que está instruida por la juez María Romilda Servini al Juzgado Federal de Buenos Aires.
Entre la tipología de los delitos reflejados, se detallan desde 132 desaparecidos forzados, ocho deportados en Mauthausen, 138 esclavos del franquismo y condenados a penas de prisión y un torturado por Billy el Niño.
Uno de los casos más espeluznantes documentado en la denuncia es el de la familia Peña Jiménez. El 12 de septiembre de 1936 en el cementerio de Fuente Palmera la joven Josefa fue violada y asesinada por falangistas antes sus padres. Luego mataron a la madre, Expectación Jiménez, y ambas fueron lanzadas a la fosa que previamente había cavado el padre, quien fue rematado con la pala con la que había abierto el agujero y arrojado también a éste. Bernete relata que “aún podría haber sido peor, púes un hijo pequeño que los siguió hasta el camposanto fue mandado a casa por los falangistas, ya que les debió parecer demasiado matar a un niño de tan corta edad”.
El único crimen de lesa humanidad, que tenga constancia la denunciante, que no se cometió en la Colonia de Fuente Palmera de 1936 a 1978 fue el de los
bebés robados. En este sentido, Bernete apunta que el censo da una idea de los 5.297 habitantes en 1920, 7.026 en 1930 y 7.226 en 1940, según datos del Instituto Nacional de Estadística.La documentación presentada desengrana las atrocidades que cometió el régimen franquista en esta población. Entre personas ejecutadas extrajudicialmente, víctimas de desaparición forzada, fusiladas o muertas en prisión por varios motivos hubo 132 asesinatos, la mayoría entre agosto y diciembre de 1936. «El número de víctimas entre los defensores de la República no fue mayor porque mi tío el Capitán Chimeno alertó a la población de la entrada de los fascistas y lideró una columna de cientos de refugiados hacia zona roja «, detalla.
Ocho deportados a Mauthausen
La Colonia de Fuente Palmera se creó 1767 por orden de un Borbón y se hizo repoblando aquellas tierras con personas del centro de Europa. «Que triste es que los colonos descendientes de aquellos otros acabaran haciendo un viaje de regreso para morir en los campos de exterminio o en el exilio», lamenta. Uno de los ocho deportados a Mathausen fue Juan Salas Sánchez, que con 26 años murió en el castillo de Hartheim y, cuando hacía 10 años de su muerte, el Juzgado Especial número 3 del Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo le abrió un sumario.
Manuel Bernete Jiménez, abuelo de María José Bernete y esclavo del franquismo, tuvo un consejo de guerra con condena a 12 años y 1 día.
Una de las motivaciones de la denunciante, quien pone en valor el papel que las mujeres llevaron en la Guerra Civil y el franquismo, es que se anulen los consejos de guerra para que así las personas muertas en el campo de concentración nazi recuperen la nacionalidad española, ya que murieron como apátridas porque Franco les quitó la nacionalidad.
En general, Bernete pretende que se anulen todos los consejos de guerra a los que fueron sometidos las víctimas del franquismo. En este caso, uno de ellos ya ha sido anulado por el Parlamento de Cataluña, es el caso de Rafael Lorite Mesa, de Fuente Carreteros y residente en los años 30 en Cataluña, donde fue juzgado.
Entre los sometidos a consejo de guerra y los destinados a batallones disciplinarios de trabajadores o de soldados trabajadores se contabilizan 138 personas. «Este apartado está incompleto, pero seguiré trabajando para intentar acercarme a la cifra total», subraya. «Aquí estarían mi abuelo Manuel Bernete Jiménez, esclavo del franquismo en el pueblo nuevo de Belchite después de haber sido condenado a 12 años y un día, o mi bisabuelo y mis tíos abuelos, que estuvieron en prisión y que sufrieron unas condiciones infrahumanas y torturas», destaca.
Además, 41 personas fueron detenidas en una caída del Partido Comunista en 1960, que se estaba organizando entre los trabajadores del campo; algunos estuvieron meses y hasta años en prisión, entre ellos dos de los tíos de la investigadora. De estas, dos personas pasaron por el Tribunal de Orden Público (TOP), una de ellas torturada por Billy el Niño.
En esta denuncia aparece la mano de obra esclavizada por el nazismo en la Organización Todt (organización del ejército alemán que utilizaba prisioneros como mano de obra esclava para su maquinaria bélica), entre ellos sus familiares Antonio Bernete Aguayo y Manuel Beurno Balmón. También constan los antifascistas, que pasaron por los campos de concentración franceses, los exiliados, las mujeres vejadas y las asociaciones y particulares, los bienes de las cuales fueron ordenados confiscar.
La autora de la denuncia
María José Bernete nació en Cataluña hace 52 años y es hija de emigrantes colonos del núcleo de Silillos. Su padre, ya fallecido, y su madre, de 90 años, emigraron primero a Bélgica, con una de sus abuelas, pero no se llegaron a aclimatar y decidieron volver a España e instalarse en Barcelona.
Recuerda venir todos los veranos a Silillos hasta que tuvo 16 ó 17 años. Luego regresó con unos 25 años para que su pareja conociera el pueblo de sus antepasados. Y ya no volvió hasta que empezó a trabajar en el documental de su tío Juan José Bernete Aguayo, “Capitán Chimeno, Héroe del Sur”, durante los años 2006 y 2007. Un año después fue reconocida como Colona del Año por el Ayuntamiento de Fuente Palmera. «Cuando empezamos a entrevistar testigos, me di cuenta que la represión sufrida por mis familiares era una pequeña parte del universo de castigo y muerte del franquismo en Fuente Palmera. Esto me animó a investigar para hacer un censo de víctimas, que hoy todavía es incompleto «, detalla Bernete.
Chimeno fue un militar anarquista que luchó en el bando republicano y al que Queipo de Llano puso precio a su cabeza. Murió en una emboscada el 18 de septiembre de 1937 en el cerro Mulva (Fuente Obejuna).
Esa investigación fue el embrión de toda la labor posterior y altruista ligada a la memoria histórica y que en los últimos años encauzó María José Bernete a los represaliados del franquismo del municipio de toda su familia. La activista afirma que han quedado nombres en el tintero, pero que podrá incluirlos en una probable ampliación de la denuncia. “Ahora, muchos familiares de las víctimas tendrán acceso a la información tras esta batalla de reconocimiento en el ámbito judicial”.