Son unas jornadas que se han organizado coincidiendo con las fechas del 14 de abril (proclamación de la Segunda República en 1931) con las que se pretende recuperar la memoria de mucha gente olvidada y rendir homenaje a las personas que perdieron la vida en la lucha de las libertades.
En este sentido, la figura del silillero Juan José Bernete Aguayo, más conocido como el Capitán Chimeno, es el máximo exponente en La Colonia. En el documental, grabado entre los años 2006 y 2007, aparecen los testimonios de muchos colonos y colonas, personas mayores principalmente, entre ellas, familiares de Chimeno, vecinos de Silillos, algunos que lucharon junto a él y otras que llegaron a conocerlo y que vivieron en sus carnes la crudeza de la Guerra Civil y las penurias del régimen franquista. También aparece en la película el hijo del último alcalde republicano de La Colonia, que vive en Murcia, así como el historiador Arcángel Bedmar. Y a raíz de sus propios testimonios, de los de familiares o de otra personas, y de los datos registrados en distintos archivos municipales cuentan detalles de la corta vida de Chimeno y de las circunstancias que rodearon su muerte el 18 de septiembre de 1937 en el cerro Mulva (Fuente Obejuna), cuando fue abatido al apartarse el tanque que lo precedía, dejándolo al descubierto. Tenía sólo 25 años.
En palabras de Quique González, uno de los organizadores del evento, «es hora ya que empezemos a recuperar la memoria histórica de nuestros antepasados, familiares y conocidos que están ahí olvidados, y sobre todo a concienciar a la gente más joven. L@s colon@s tenemos que saber que tuvimos un vecino que luchó por las libertades y que gracias a personas como él estamos hoy aquí disfrutando de la democracia y la libertad». Sobre el documental, señala que lo que más ha llamado la atención a los asistentes ha sido «saber que hay todavía gente viva que lo conoció y que incluso luchó con él, personas que nos pueden contar lo que se vivió en esos momentos. La verdad es que después de cuarenta años de democracia todavía a muchos les cuesta decir que hubo ganadores y vencidos, debido al largo periódo de tiempo que vivieron reprimidos por la dictadura».
Juan José Bernete Aguayo, Capitán Chimeno, nació en Silillos el 23 de noviembre de 1912. Hijo de una humilde y numerosa familia, se crió en una choza junto al cortijo El Bramadero, donde aprendió a montar a caballo y disparar, así como a leer.
La lectura de los diarios de la época le hizo formarse una opinión negativa del régimen bajo el que vivía y, junto a un compañero, se hizo al monte en la sierra de Hornachuelos. Denunciado por la Guardia Civil fue detenido y enviado en 1933 a un reformatorio en Alcalá de Henares, donde entra en contacto con presos anarquistas que le acercan a esta doctrina además de enseñarle a leer y escribir.
En 1936, con la llegada del Frente Popular al Gobierno, se produce una amnistía que permite a Bernete eludir su condena y regresar a Silillos, donde comienza a trabajar para la CNT concienciando a sus compañeros jornaleros de la necesidad de permanecer unidos. El golpe de estado del 18 de julio le sorprende en Marinaleda (Sevilla), e inmediatamente vuelve a Silillos para organizar la resistencia frente a los sublevados. Allí se gana el sobrenombre de «Capitán Chimeno» y dirige una formación que repele los primeros ataques provenientes de Écija y a la que cada vez se unen más hombres.
La «caballería de Chimeno» consigue reducir a los sublevados de Fuente Palmera evitando todo tipo de represalias contra los alzados, y realiza ataques para liberar Almodóvar, Guadalcázar y Peñaflor (Sevilla). Establece su cuartel general en el cortijo en el que creció cerca de Silillos pero pronto tiene que huir de allí tras el ataque del bando nacional contra Fuente Palmera.
Bernete y su caballería se dirigieron hacia zona republicana, donde algunos de sus hombres de dispersaron mientras que él decide ingresar en el ejército republicano, siendo nombrado el 31 de diciembre de 1936 capitán de brigada.
El 18 de septiembre de 1937, durante un ataque al cerro Mulva (Fuente Obejuna), el tanque que lo precedía se apartó dejándolo al descubierto y fue abatido. Su entierro se celebró en Villanueva de Córdoba.
La segunda parte de las jornadas consistió en un recital poético con el acompañamiento a la guitarra de Manolo Dugo. Unas quince personas entre militantes, simpatizantes y vecinos de La Colonia participaron interpretando poemas de García Lorca, Alberti y Miguel Hernández.
Con estas jornadas abiertas a toda la ciudadanía, el Consejo Local de IU también persigue darle vida a su sede y continuará haciendo varios actos más de carácter anual.
