No existe una causa escrita, o al menos yo no la he encontrado, sobre el motivo de su celebración, entiendo que el móvil principal fue la instauración de una fiesta más de segadores, con las que se festejaban los largos y cálidos veranos. Así, San Juan correspondía al mes de junio, Santiago al mes de julio, y la feria al mes de agosto, como término de la siega.
En cuanto a los días oficiales no siempre han sido los tradicionales 18-19 y 20 de agosto. A finales de siglo no estaban todavía institucionalizados. Por citar dos ejemplos en 1880, los días fueron 20 y siguientes; y en 1885 estaba prevista su celebración, entre los días 19 y siguientes hasta el 22.
Seguidamente voy a estudiar dos años en los que por causas diferentes no hubo feria, el periodo que he escogido han sido los últimos años del pasado siglo XIX. Por lo leído, creo que se asemejan mucho a los actuales en cuanto a sequía se refiere.
En el aspecto político, gobernaban alternativamente representantes de los partidos conservador y liberal personificados en Salvador González Alonso y Francisco Pérez de Mena y Trujillo que se pasaban el sillón de alcalde de unas elecciones a otras.
Sobre la idea que tenían los colonos, de aquella época, del gobierno local, nos dice una coplilla de la murga “Los Bandoleros “(que se publica en mi libro: Historia de la Colonia de Fuente Palmera, (1768-1900) lo siguiente:
Mandan al rubio Bernier
con tan riguroso mando
si no me das el dinero
mañana viene el embargo.
Como dos bravos leones
entran saqueando el pueblo.
Malo serás liberal,
pero adiós conservador,
que nos has “dejao clavao”
como se quedó el señor.
Entrando en el tema, voy a analizar las causas por la que no se celebró la feria en los años indicados.
Por lo que respecta al primero, leamos el acta que nos lo indica:” En la Villa de Fuente Palmera a diez y ocho de agosto de mil ochocientos ochenta y dos, reunidos los señores del Ayuntamiento Constitucional de la misma que aparecerán por sus firmas, con el objeto de celebrar sesión extraordinaria, bajo la presidencia del Señor Alcalde D. Salvador González Alonso y al efecto seguidamente leída y aprobada el acta anterior. Por dicho Señor se declaró abierta la sesión manifestando que el objeto de ella era según se manifestaba en la convocatoria el acordar la inversión de los gastos de la feria de esta Villa, puesto que las presentes circunstancias calamitosas no requerían diversiones de ningún género; así, como la necesidad de nombrar algunos guardas municipales para hacer sostener el orden y poner coto en cuanto sea posible a los desmanes de la pobre clase trabajadora. La Corporación suscrita, después de discutido insistentemente dichos extremos, acordó, que las doscientas cincuenta pesetas que tiene consignadas su presupuesto corriente para gastos de feria, se distribuyan en los tres días de esta, en una limosna general de pan a todos los pobres de este término municipal hasta donde alcance el total de dicha suma, autorizando para su distribución al Alcalde presidente, cuyo importe le sea pagado seguidamente; de igual manera se acordó el nombramiento de dos guardas municipales con el haber de una peseta cincuenta céntimos cada uno, diarias, y que estos individuos los designe el señor alcalde y que entren en el ejercicio de sus funciones, el día de mañana, pagándose con el capítulo de imprevistos “
El acta no puede ser más clara, tras una sequía, la Colonia estaba como se dice” en circunstancias calamitosas”, que haría que sus vecinos tuviesen necesidad de proveerse de alimentos, como fuera, para paliar sus necesidades básicas. Por ello, el Ayuntamiento adoptó las dos medidas indicadas de suprimir la feria y nombrar dos guardas para vigilancia del municipio.
El motivo de no celebrarse la feria del año 1885, es diferente:
“En la Villa de Fuente Palmera a doce de agosto de mil ochocientos ochenta y cinco, reunidos en la sala capitular los señores del Ayuntamiento cuyos nombres al margen se expresan y declarada abierta la sesión extraordinaria por ser la hora designada al efecto por el referido señor Alcalde Presidente (Francisco Pérez de Mena), se ordenó la lectura del acta anterior que fue aprobada en todas sus partes sin rectificación alguna. Acto seguido, se hizo presente a la Corporación que el objeto de la sesión como se tenía manifestado en la convocatoria no era otro que proceder a la discusión sobre si convenía o no la celebración de la feria que se celebra en esta villa en los días diez y nueve y siguientes hasta el veinte y dos del corriente en atención al estado aflictivo en que nos encontramos con la aparición del cólera en diferentes pueblos de esta provincia, por desgracia, la Corporación en vista de lo expuesto por el Sr. Presidente, y después de una larga y detenida discusión en la que tomaron parte diferentes señores, tanto del Ayuntamiento como de la Junta de Sanidad, que también concurrieron, acodaron por unanimidad suspender la celebración de la indicada feria y que se anunciara al pueblo por medio del Boletín oficial a los efectos oportunos…”
La causa de esta segunda suspensión de los festejos mayores, como se puede apreciar, es de tipo sanitario. No es la primera vez que se toman medidas para protegerse de posibles epidemias, ya en 1820 la Junta de Sanidad, ante el rebrote de una de fiebre amarilla en Cádiz y Sevilla, había mandado limpiar de estercoleros los ruedos del pueblo, así, como la de la construcción de un nuevo cementerio.
FRANCISCO TUBÍO ADAME
Cronista de La Colonia de Fuente Palmera