Al taller han asistido más de 70 niños y niñas entre 3 y 12 años y en la jornada de hoy miércoles también ha participado un grupo de usuari@s del Centro de Discapacitados Santa Ana.
L@s niñ@s no solo han elaborado los Huevos de Pascua, sino que con ayuda de las monitoras ha coloreado dibujos relacionados con la festividad y los manteles utilizados para cubrir las mesas, además de disfrutar de distintos juegos en el último tramo de la actividad. El taller se ha desarrollado de 10 a 1 del mediodía.
Por otra parte, la Biblioteca acoge la exposición de huevos pintados elaborados por el alumnado de los colegios de El Villar, Cañada del Rabadán, Silillos, Villalón, La Ventilla, Ochavillo del Río, y Purísima Concepción y Federico García Lorca de Fuente Palmera.
Hay que destacar la originalidad de muchas de las creaciones, como los huevos que representan a un pavo real, la mascota Curro de la Expo’92, una sirenita, un buzo, una gitana o los personajes de Barrio Sésamo, entre muchos otros.
El Área de Cultura ha repartido más de 1.000 huevos de madera en los centros escolares, que ahora se quedarán en el Ayuntamiento para la decoración de diversos espacios y, sobre todo, para formar parte de los obsequios de Protocolo que se regalan en los actos y eventos municipales.
El concejal de Cultura, Quique González, ha señalado que se entregará un diploma a todos los alumn@s participantes y varios regalos y juegos educativos a cada colegio. Por otro lado, algunos de los huevos pintados más originales se expondrán en el stand con el que el Ayuntamiento estará representado en «Los pueblos colonos de Carlos III», a celebrar el 30 de abril en San Sebastián de los Ballesteros.
Cabe recordar que la fiesta de los huevos pintados es una tradición que trajeron los primeros colonos que ha perdurado en el tiempo y se mantiene viva en muchas localidades de las Nuevas Poblaciones. Es una festividad que coincide con la Pascua y simboliza la llegada de la primavera, el volver a nacer de todas las cosas, la fertilidad, el resucitar de la naturaleza. Prácticamente todas las culturas han visto en el huevo el símbolo mágico de la esperanza, el emblema de la vida, precisamente cuando la vida renace, como lo hace de forma sublime en primavera.