El taller ha consistido básicamente en trabajar la interpretación a través de una serie de juegos, los cuales Jesús Carrillo ha ido aprendiendo a lo largo de sus catorce años de trayectoria profesional en las diferentes escuelas de teatro y centros formativos en los que ha estado. A raíz de ahí, su filosofía es que el juego es la mejor herramienta para aprender, tanto en niñ@s como en mayores, y que precisamente son las personas adultas las que tienen más ganas de jugar. 
Se trata de juegos grupales, basados en la dinámica de grupos pero siempre con la conciencia de que se está actuando, no sólo jugando. Jesús Carrillo comentó que su taller no son clases propiamente dichas de teatro, ya que enseñar teatro es muy complicado y para eso hay que tener ciertas condiciones innatas. Su objetivo es compartir sus conocimientos y que los participantes, como mínimo, se diviertan; si además aprenden algo, púes mucho mejor.
El actor de la vecina localidad de Palma del Río está impartiendo estos talleres por toda Andalucía y la respuesta está siendo muy positiva.
«L@s alumn@s acaban abrazándose, acabamos abrazándonos y ellos me dan las gracias y yo a ellos; la verdad es que se lo pasan muy bien y a mí este taller me está dando muchas alegrías porque al principio tienes ciertas dudas de cómo va a responder la gente, pero luego todo sale bien».
Palabras corroboradas por los participantes, como es el caso de Juan Ramón Dugo, vecino de Fuente Palmera y miembro de la Compañía de Teatro Ilusión, de la que hubo una buena representación en el taller. Para Dugo fueron cuatro horas intensas que se hicieron cortas, y eso es buena señal. «El taller se ha distribuido en dos partes, con una primera en la que hemos hecho unos ejercicios y juegos para activar cuerpo y mente; y luego una segunda más íntima en la que nos hemos relajado y nos hemos dado abrazos todos», nos comenta. Lo que más le ha sorprendido es que ha habido personas mayores que entraron al principio un poco reticentes y se van contentísimas. Lo que se lleva aprendido es que «estos juegos y métodos te ayudan a relajarte antes de empezar la obra, de preparar la mente y meterte en el papel, ya no eres tú, sino el personaje que tienes que interpretar, es decir, Ramón se queda fuera y empieza el actor».
Cada vez que hay una actividad relacionada con el teatro, los componentes de la Compañía Ilusión se apuntan. «Es una forma de reivindicar que seguimos aquí, en activo, aunque no tengamos sede. De hecho, lo último que hicimos, que fue una representación del Quijote en la Primavera Cultural, lo ensayamos sólo un mes antes en casa de un compañero y salió muy bien. Imagínate si tuviéramos un espacio donde ensayar», afirma Juan Ramón.
Por último, indica que este tipo de actividades tendrían que darse más y son muy útiles. De hecho, «estamos atentos a quiénes vienen a participar para ver si podemos hacer algún fichaje, pero nos hace falta tanto gente como más apoyo institucional».
