No cabía ni un alfiler. Se aumentó sobre la marcha el número de sillas en la sala pero eso no evitó que hubiera gente de pie e incluso en las escaleras de acceso. Sin duda, ha sido el evento del Otoño Cultural 2023 con más público. Destacar la presencia de aficionados de fuera de La Colonia, entre ellos de Almodóvar del Río, pueblo natal de Antonio Manuel.
«A Palos» es un proyecto discográfico que aúna reivindicación social y vanguardia flamenca, con máximo respeto a su clasicismo y ortodoxia. Canta a los dramas contemporáneos: la inmigración, el paro, el maltrato, la soledad o los desahucios. Como dice el propio autor, «es un puñao de cantes a los problemas de ahora, a los que siempre cantó el Flamenco».
Y no es un mero brindis al sol. De hecho, la «Soleá de los pájaros sin alas» es un canto a quienes perdieron la vida antes que perder su casa por los desahucios.
Otra de sus canciones es «Bamberas de la memoria de las amapolas», que comienza como una nana para el niño Federico, y termina con un fandango «recordando la infamia de Queipo de Llano en la Macarena».
«Petenera del infierno en la tierra» es un alegato contra la violencia machista y un intento, también, de limpiar la imagen del Flamenco como espejo del machismo en la sociedad hispana: «Mi marío me ha pegao porque no le puse papas con bacalao», dice uno de sus versos.
En «Tientos de la ciudad sin alma» se habla de quienes no quieren ver la realidad de gente que duerme en la calle en pleno siglo XXI: «Qué solas están las calles de las ciudades sin alma. Y qué solos los que duermen sin techo y sin esperanza. Y qué ratas los gobiernos, los banqueros y la masa de gente que los miramos y les volvemos la cara».
En definitiva, «A Palos» está dedicado y cantado a los sin techo, migración, paro juvenil, mujeres solas, despoblación, memoria, injusticia social. Un espectáculo donde suenan los palos clásicos del flamenco, seguiriya, bulería, soleá, moldeados en clave actual, y otros que ya casi no aparecen en los repertorios flamencos como marianas, tientos, romances…también actualizados.
Todo ello gracias a un grupo de músicos excepcionales y experimentados: Carlos Llave a la guitarra; José María Cala al cante; David Ruiz a la percusión. Y con nuestro admirado Antonio Manuel en la palabra, el cante, las palmas, la percusión… y el andalucismo bandera en mano.
El espectáculo concluyó con un público entregado cantándole a nuestra tierra y a la libertad animado desde el escenario y con unas alegrías sobre la Mezquita de Córdoba.
«El día en que mi pueblo no cante a la libertad, que las estrellas del cielo se rompan como el cristal».