El padre advierte al niño una y otra vez…cuidado con el patinete, despacio en el bordillo, no corras tanto….
Y de repente el niño, de alrededor de nueve años, habla a su padre y no puedo evitar mirarlo asombrada y disfrutar de sus palabras.
Saca al niño que hay en ti papá, dice el pequeño. Si sacas al niño que todos llevamos dentro, dejarás de reñirme y podrás jugar conmigo!!. ¿Por qué no lo sacas y jugamos a que me pillas? ¡¡Si lo sacas podrás correr junto a mi!!!. Papi , ¿sabes que si corremos juntos no tropezaré con el bordillo???. Mira, corre a mi lado y si tropiezo me sujetas!!!.
En ese instante, siento la sabiduría de un niño tan pequeño y recuerdo el anuncio de Ikea que durante estas navidades ha paseado por las redes sociales inundando de ilusión internet y emocionando a quien lo veía.
Tristemente, los adultos, en nuestro mundo de responsabilidad y seriedad, dejamos pasar estos mensajes de nuestros pequeñines. Mensajes que nos invitan a comprar menos patinetes y a correr más junto a ellos. Porque lo que realmente hace feliz a un niño no es el tener material, sino el tener atención y momentos de juego; el compartir risas y alegría, sin riñas ni continuas llamadas de atención.
Lo que realmente hace feliz a nuestros hijos e hijas, es que les tomemos de la mano y volemos y soñemos junto a ellos; acompañarlos en su tiempo y en sus ilusiones, participando de sus vidas al cien por cien.
Con los años hemos olvidado que la vida es un arco iris repleto de escalones para subir y bajar, rampas para lanzarnos, un tobogán de ilusión para deslizarnos. Y nada mejor que recorrer los diferentes colores de la mano de aquellos a los que amamos y nos aman.
Con la cercanía de la Fiesta de Reyes, como cada cinco de enero niños y mayores esperamos la visita de los Magos, a los que hacen alusión los evangelios. Personajes que con un mensaje de buena voluntad y ofrendas se acercan a nuestra casa para teñir de alegría y sonrisa el despertar del día 6 de enero.
Me encantaría que recuperásemos el verdadero significado de este día maravilloso y que otorguemos a nuestros pequeñines su mayor deseo, que es nuestra entrega a cada instante con una mano tendida al juego y a los sueños.
Recordémosles que el 6 de enero, nos trae el comienzo de días en los que se comienza a añadir segundos de luz y debemos vivir la luz como la claridad que iluminará el camino haciendo visibles todas las cosas.
En las vísperas de esta Festividad, os deseo a COLONOS y COLONAS toda la luz del mundo y la completa seguridad de que en cada momento elegiremos el camino correcto, justo aquel que debíamos tomar.
Que las propiedades curativas de la mirra sanen nuestro cuerpo humano, el plano físico de cada uno de nosotros. Que la fragancia del incienso quemado limpie y purifique la divinidad que hay en nuestro interior. Y que con oro ofrendemos a todo nuestro ser.
Recorramos un año luminoso junto a nuestros niños y niñas ofreciéndonos a ellos como merecen.