Hoy es el día Nacional del Donante, una jornada en la que las personas trasplantadas, los profesionales y la sociedad en general nos unimos para agradecer y homenajear a quienes dicen SÍ a regalar vida, SÍ a la Donación.
Este año yo quiero mostrar mi especial agradecimiento a todos los Donantes de Sangre, y lo hago como un humilde homenaje en la persona de una vecina de nuestro pueblo.
Desideria Rodríguez Calderón tiene 69 años y vive en Fuente Palmera; es una mujer a la que conozco desde chica, convecina de barrio, yo de Los Remedios y ella de la calle Torrijos.
Muy activa y trabajadora, como tantas mujeres de su generación, bregando para sacar adelante a su gran familia de 6 hijos. Así la recuerdo yo en mi juventud, de un sitio para otro, siempre a paso ligero y con cara amable y sonriente.
Y ahora , en esta nueva oportunidad de vida que me han dado mis donantes, me reencuentro con ella, y compartimos a menudo actividades varias: deportivas, culturales, de convivencia … y así descubro que, además de a su familia, lleva casi media vida cuidando también a los demás, de manera altruista, anónima y desinteresada.
Y lo hace de la forma más generosa posible: regalando lo mejor de sí misma, donando sangre.
Desideria es donante de sangre desde hace casi 30 años. Recientemente ha sido nombrada MIEMBRO DE HONOR de la Asociación-Hermandad de Donantes de Sangre de Córdoba, por su Solidaridad en GRADO EJEMPLAR, junto a otr@s colon@s, demostrando así que nuestra Colonia es de “sangre solidaria y generosa “ y debemos sentirnos orgullos@s por ello.
Hoy la visito en su casa, para hablar sobre tantos años como donante. Ya no recuerda la primera vez que fue a donar, pero sí tiene muy claro que lo hizo porque quería ayudar.
Le dijeron que tenía una “sangre muy buena, que le servía a mucha gente“, del grupo O+, y no lo dudó un instante.
Desde que empezó, hace ya tantos años, nunca faltó a su cita con la solidaridad, afortunadamente la salud siempre la ha acompañado. Hace poco, cree que 2 o 3 años, le comunicaron que por edad, ya no podía seguir Donando, pero “si me dejaran, seguiría haciéndolo”, así de firme es su convencimiento.
Le pregunto si es consciente de la cantidad de vidas que habrá salvado o mejorado llevando su sangre, y con gesto sereno y humilde me dice que ella lo ve normal, que “si puede ayudar, ¿por qué no va a hacerlo?, mañana podemos necesitarlo cualquiera de nosotros o nuestra familia“.
Mientras me enseña su diploma y sus viejos carnets de donante, una de sus hijas se acerca al oír la conversación y me dice con orgullo que ella también es donante, de sangre y de órganos. Desde luego, la solidaridad también se hereda, o se aprende, nada como un buen ejemplo a seguir.
Desde su sentir solidario, Desideria también apoya la Donación de órganos, como ya hizo acercándose a una mesa informativa organizada por el grupo de voluntarios al que pertenezco, La Vida es Bella, donde recogió su carnet de donante y posó con nosotros para ayudar a concienciar. Y anima a todo el que pueda para que vaya a donar sangre, dice que “no es nada doloroso, un pinchazo como para cualquier analítica, y se siente una satisfacción muy grande después“.
Para finalizar, Desideria me reconoce que su mayor orgullo es haber formado y criado a su gran familia, sanos y fuertes todos, y el haber acogido y cuidado en su casa a una amiga durante 15 años, hasta el final de sus días. Pero que ahora, pensando en todas las veces que ha donado sangre, cree que ha hecho algo muy importante en la vida ayudando a los demás, y eso es también es motivo de orgullo y un premio importante para ella.
¡¡Muchas gracias, Desideria, por tanto¡¡, que la vida te siga dando salud y alegría para disfrutarla a cada momento.
Para mí es un placer tenerte como amiga y poder caminar un buen rato cada día junto a ti y otras amigas, compartiendo confidencias y valorando lo bello que es vivir.
HAZTE DONANTE Y REGALA VIDA.
Eternamente agradecida.