Unas doscientas personas se dieron cita en la Casa Grande de Fuente Carreteros para celebrar unos premios que en esta ocasión han tenido un sentido doblemente emotivo, ya que además de recordar a la figura de Juan Ramírez, con la concesión del tercer premio se daba un nuevo homenaje a Francisco López de Ahumada Suárez, Paco el cura.
Una de las novedades de la gala fue que Laura Ramírez Martínez, una de las hijas de Juan Ramírez, fue la encargada de presentar y conducir el acto, sobre lo que señaló en primer lugar que era un orgullo para ella. A continuación recordó al amigo, vecino, compañero, esposo, hermano, padre… a su padre, Juan Ramírez, luchador incansable por los derechos de los carretereños que fue alcalde pedáneo en 1988 y 1989 y alcalde-presidente de la ELA de 1989 a 1999 y de 2003 a 2007. Asimismo, cumplió un papel importante en la política de La Colonia de Fuente Palmera como vicesecretario general de Olivo, Tras su fallecimiento, fue nombrado Hijo Predilecto de Fuente Carreteros el 7 de marzo de 2008, una distinción que recibió un año después a nivel de La Colonia el día 5 de julio en la gala de los Colonos del Año. También destacó su trabajo en la Federación de Pueblos por su Autonomía y en la Federación Andaluza de Entidades Municipales, donde animó y apoyó a muchas localidades que querían lograr mayor cuota de autogobierno.
Juan Ramírez encarnó muchas de las cualidades que desde hace diez años reúnen los galardonados en los premios que llevan su nombre y que instauró la Agrupación Local de Olivo en su memoria. A través de ellos se reconoce la labor de personas y colectivos de Fuente Carreteros que luchan por los intereses del mismo, por difundir su nombre y su idiosincracia, además de atesorar unos especiales valores humanos, sociales, culturales, artísticos, etc.
Tras la presentación tomó la palabra José Manuel Pedrosa, secretario general de Olivo en Fuente Carreteros y alcalde de la ELA, que destacó el haber llegado a la décima edición de los premios «recuperando historias, valores y resaltando a personas que aportan cosas importantes a Fuente Carreteros». Pedrosa felicitó a los premiados y dejó una pequeña pincelada sobre ellos. De Carla Galán dijo que «el fútbol es su gran pasión, ha luchado por sus sueños y los va cumpliendo». Sobre el Centro de Adultos felicitó a todas las personas que han pasado por el mismo en más de 30 años, quedándose con la «alegría de su aprendizaje». Y de Paco el cura que «estaría aquí ahora mismo haciendo fotos… persona irrepetible que colaboraba con todo el mundo, Paco era de todos, era del pueblo. Vivió un tiempo aquí y fue concejal de Olivo en Fuente Palmera, siempre apoyando lo nuestro».
A continuación intervino Teresa Fernández, presidenta de Olivo Independientes, que catalogó a Juan Ramírez y Francisco López de Ahumada como «figuras imprescindibles en los pueblos, seres de luz, generosos, que trabajaban sin pedir nada a cambio. Amigos y compañeros desde ADC, batallaron por lo más justo, por el bien común, de esas inquietudes nació Olivo». Finalmente, también dio la enhorabuena a los premiados.
Seguidamente se pasó a la entrega de premios. La primera galardonada de la jornada fue la joven carretereña Carla Galán Herrera, que con sólo doce años ya sabe lo que es vestir las camisetas de las selecciones cordobesa y andaluza de fútbol, su gran afición desde muy pequeñita. La biografía de Carla la leyó Toñi Martín.
Carla estudia 1º de ESO en el CEIP Blas Infante de Fuente Carreteros y compagina bien el tiempo que dedica al deporte con los estudios. Con diez meses de vida ya le daba patadas a un balón. Y con dos años acompañaba a su tío Luis Carlos a jugar con sus amigos. Con 8 años y viendo sus cualidades, sus padres la inscribieron en la Escuela de Fútbol del Atco. Palma del Río, pasando al año siguiente a los equipos federados, siendo la única niña de la plantilla. A partir de ahí llegaron los éxitos con su club hasta llegar a la temporada pasada 2016/17, la más importante para ella hasta el momento, púes debutó con la selecciones cordobesa y andaluza en los campeonatos territoriales, logrando un segundo puesto en el autonómico y llegar a semifinales en el nacional. Carla afirma que el mejor gol de su vida se lo metió a la selección malagueña, sentenciando ese partido.
La actual campaña 2017/18 supone un salto para ella: juega en categoría infantil y ya en fútbol 11. Ha sido convocada en nueve ocasiones por el combinado provincial femenino sub-15 y ha disputado el andaluz sub-16. El fútbol 11 se adapta mejor a sus cualidades técnicas, le da más tiempo para pensar y tiene más espacios para dar el último pase. Carla es mediapunta, posee mucha técnica y visión de juego. Es persistente, guerrillera y no da un balón por perdido.
Toñi Martín destacó la valentía de Carla para practicar un deporte reservado casi en exclusiva a los hombres, donde las mujeres tienen que tener coraje -y Carlo lo tiene de sobra- y demostrar su talento por partida doble. También valoró su constancia y tenacidad para seguir trabajando día a día por conseguir su sueño de ser una gran futbolista.
A continuación, Carla, acompañada de sus padres, Rafael y Carmen, y de su hermana Gema, subió al escenario donde Pilar Martínez, esposa de Juan Ramírez, le entregó el galardón. La joven futbolista dedicó una pequeñas palabras y, muy emocionada, dijo que allá donde va lleva en su corazón el nombre de Fuente Carreteros.
El segundo premiado fue el Centro de Educación de Adultos de Fuente Carreteros y todos los alumn@s que han pasado por el mismo desde su apertura en 1984. Leyó el expediente Antonio Conrado.
La primera sede del centro fue la antigua microescuela de la Avenida del Parque, que durante muchos años fue punto de encuentro de las personas que decidieron emprender el hermoso viaje de la cultura. En 1999 la sede se trasladó al recién inaugurado Edificio de Usos Múltiples, hoy llamado ‘Alcalde Juan Ramírez’, y desde 2012 se halla en las dependencias del Colegio. Durante todo este tiempo la Escuela de Adultos ha proporcionado una oportunidad, sobre todo a mujeres, sus principales usuarias, para el desarrollo personal, creando un ámbito necesario y fascinante. Ese impulso de las mujeres, que no habían tenido acceso a la escuela en su niñez ni en su juventud, al Centro de Adultos, era capaz de elevarse por encima de la cotidianeidad asentada durante mucho tiempo, capaz de vencer el miedo al qué dirán y de enfrentarse a los comentarios machistas de aquellos hombres que, desde las tertulias de las esquinas hacían comentarios sarcásticos tratando de ridiculizarlas cuando las veían pasar cada tarde con su carpeta hacia la escuela: «¿qué vais a sacar ahora, una carrera…?».
Pero los resultados están ahí. Han aprendido a leer y escribir, a calcular, a expresarse con la palabra hablada y escrita, algunas han descubierto la poesía, el teatro o la pintura y han viajado y conocido casi toda Andalucía. Han ampliado sus relaciones personales dentro y fuera de Fuente Carreteros y se sienten orgullosas de haber dado un paso para dedicar más tiempo a ellas mismas. Se pude resumir en una frase el espíritu que mueve a todas estas personas. Como dice el libro que escribieron colectivamente en el año 2000: Querer aprender, querer vivir. Ese es, en definitiva, el motor que los impulsa.
El galardón fue entregado por Manolo Ramírez, hermano de Juan Ramírez. Al escenario subieron una amplia mayoría de las personas que asisten actualmente al Centro de Adultos, acompañadas por su profesor, que destacó en sus alumn@s «la superación por la dignidad y el coraje de sentirse valorados». También quiso expresar unas palabras uno de los alumnos, Francisco Pedrosa, que reafirmó lo mucho que la escuela de adultos ha mejorado sus vidas. Y una de las alumnas señaló que el ramo de flores que les habían regalado se lo iban a llevar a la madre de Sandra, la vecina que falleció hace unos meses en accidente de moto.
Y por último, se concedió el premio a título póstumo a Francisco López de Ahumada Suárez, Paco el cura, cuya biografía en síntesis fue leída por Rosi Martín.
Paco nació en 1940, se ordenó sacerdote en 1971 y llegó a Fuente Palmera en 1972. Los primeros recuerdos de Rosi sobre Paco fue cuando lo vio trabajando pico en mano en la calle Portales con otros obreros, lo que le pareció bastante raro porque ya lo había identificado como el nuevo cura. «Aquello no podía ser posible, pero sí, era él, y luego lo vi cómo salía al campo como uno más». Rosi formó parte de sus grupos de catequesis y de las movidas juveniles que tenían lugar en el aquel momento. Pronto se notó el cambio en la forma de llevar la parroquia. La sacristía y la casa parroquial se abrieron para todos, las catequesis eran divertidas, se formaron grupos de teatro, movimientos culturales donde se hablaba de todo… «Y desde entonces he tenido la suerte de acompañarlo por muchos momentos de su vida y de que él estuviera en la mía y en la de mi familia. Pudo trasladarse cómodamente a vivir a otros sitios, pero eligió La Colonia; incluso durante y después de su matrimonio».
A Paco le gustaba mucho una frase de El Principito que dice: «No se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos». «Y eso era él: todo corazón. Con ese corazón nos miraba a todos, y allí había sitio para cualquiera que pasara por su casa o junto a él. Paco era un hombre de luz, de los que nos ayudan a ver mejor el camino. Hombre utópico y luchador contra la injusticia, nunca se rindió, pensaba que las personas teníamos el poder de cambiar las cosas para mejorar y que se tendría que hacer desde el corazón, no desde la mente».
Rosi también hizo mención a la madre de Paco, mamá Dolores, que pasó grandes temporadas con él cuando era sacerdote y luego también. Una mujer llena de ternura y cariño. Fue un pilar muy importante para Paco.
«Paco fue pintor, dibujante, poeta, escritor, actor, cantante, payaso…. Este reconocimiento es justo que se haga, por su valor como persona, por lo que ha compartido, por lo que ha hecho por nuestros pueblos. Se dice que para ser feliz hay que tener alineado pensamiento, corazón y hechos. Paco fue feliz en este aspecto. Paco no está, su cuerpo se ha ido, pero la hermosura de su alma siempre quedará con nosotros».
El galardón fue recogido por la propia Rosi Martín y su marido, Manolo Dugo, íntimos amigos de Paco, ya que el hijo de éste, Óscar, no pudo asistir finalmente al evento. Como dato significativo, lo entregó Curro Ramírez, hermano de Juan Ramírez, que era la primera vez que podía asistir a los Premios porque vive fuera y el trabajo se lo impedía, pero ahora jubilado ya le ha sido posible. También se proyectaron dos vídeos sobre Paco, uno de su participación e 1995 en las manifestaciones en contra de la planta de gas que se quiso instalar en Fuente Carreteros, y otro de los Premios Juan Ramírez de 2010 cuando fue galardonado junto a los otros dos curas obreros que vinieron a La Colonia, Rafael Yuste y Miguel Ángel Ibañez.
El acto prosiguió con un recital de diez poemas obra de Paco a cargo de sus alumn@s del taller de expresión y declamación, acompañados a la guitarra por Manolo Dugo.