Después de la reunión de la directiva el pasado martes, los dirigentes del club villarengo tomaron la decisión de intentar incorporar a varios futbolistas de la localidad que, unidos a alguno que otro proveniente de Écija con el nuevo entrenador, se sumaran a una plantilla bastante diezmada por las bajas. El objetivo es tirar hacia adelante para afrontar lo que resta de liga, que no es poco, púes prácticamente es toda la segunda vuelta. De hecho, el encuentro que debía haber jugado la semana pasada en Peñarroya era el primero de la segunda parte del campeonato, por el que se le han restado al equipo tres puntos de la clasificación por su incomparecencia, además de una multa económica.
Pero el tema clasificatorio ya no importa, púes lo único y primordial es acabar la competición…y el año que viene será otro cantar. No obstante, debido a todos los antecedentes, desde la presidencia del club se muestran cautos y prefieren ir partido a partido. «Por el momento hemos sacado los carteles para jugar el domingo a las 4 de la tarde y eso es lo primero». Salvador Fernández está ya más que resabiado e incluso mantiene la incertidumbre para el entrenamiento de este jueves.
Después de la sanción los villarengos se quedan con dos puntos en la última posición de la tabla. Su rival del próximo domingo es uno de los gallitos de la competición, segundo clasificado con 30 puntos.