Cerca de doscientas personas se dieron cita en el templo colono del flamenco para asistir a la presentación del Círculo Taurino de Fuente Palmera, el cual tuvo un estreno de lujo con el homenaje que rindió al torero cordobés Chiquilín -al cumplirse los 25 años de su alternativa- y con la conferencia del reconocido fotoperiodista Ladislao Rodríguez Galán, Ladis, que ahondó en la figura de Manolete en el centenario de su nacimiento a través de una película que se rodó un año después de su muerte, Brindis a Manolete, protagonizada por Pedro Ortega Palomo, un manchego que hizo de doble del IV Califa.
El acto comenzó con la intervención de Mariano Gómez Adame, uno de los promotores del Círculo Taurino de Fuente Palmera, que comentó que el principal objetivo es fomentar el mundo del toro entre los más jóvenes. Aún pendientes de elaborar los estatutos, definir la directiva y formalizarse como asociación, tienen como proyectos organizar tertulias taurinas, encierros con toros ficticios para niñ@s, fiestas camperas, etc.
El torero cordobés Chiquilín, durante su intervención
A continuación tomó la palabra Manuel Jesús Adame, también vecino de Fuente Palmera e impulsor del Círculo Taurino, que dio las gracias a la Peña Flamenca Joseíto Téllez por brindarse como escenario para la presentación. «Es el sitio más bonito donde podíamos hacer este acto, donde se unen flamenco y toreo», apuntó Adame. Igualmente, agradeció la colaboración con el evento de las empresas Quinkana, Molino del Genil, Bodegas Barón y Tradecorp Oliver Reyes.
Seguidamente, pasó a presentar a uno de los protagonistas de la noche, Rafael Jiménez González, Chiquilín, torero cordobés de 49 años, ya retirado, y que el pasado 27 de mayo celebró las bodas de plata como matador de toros, una efemérides por la que está recibiendo numerosos homenajes a lo largo de este año.
Por las venas de Chiquilín corre sangre del primer Califa del toreo, Rafael Molina Lagartijo, y del cuarto Califa, Manuel Rodriguez Manolete. Chiquilín es, además, nieto y sobrino de toreros. Novillero de lujo, formó un tándem impresionante y apasionante con Finito de Córdoba, firmando ambos las actuaciones más completas que se hayan vivido en la plaza de Los Califas. Éxitos apoteósicos con llenazos hasta la bandera. Y la afición dividida entre los dos toreros.
Su magistral mano izquierda y sus soberbios pases de pecho, sacándose el toro por el hombro derecho causaron furor desde sus principios creciendo enseguida la fe de la afición en él.
Sin embargo, Rafael, después de su alternativa, se desmotivó y decidió retirarse. Pero en la mente de los buenos aficionados ha quedado su exquisitez, su toreo puro y su verticalidad ante el toro.
Chiquilín se hizo torero por vocación y genes. Su primera becerra la toreó en un taller mecánico de la barriada de Cañero. La llevó Alfonso Castillero en una furgoneta y, junto a Palitos, se hartó de torear.
Allí comenzaron los sueños de un ilusionado chaval que culminó con la alternativa otorgada por Curro Romero con Julio Aparicio de testigo en 1992, lidiando un encierro de Jandilla.
Ante el público debutó Rafael en la parte seria del espectáculo de los enanitos toreros, y de luces en Adamuz toreando con Antonio Manuel de la Rosa y Pedro Carretero. Después vino la presentación y debut con caballos en Córdoba, una novillada de Ramón Sánchez en la que alternó con Enrique Ponce y Antonio Manuel Puntas.
Se inició entonces una meteórica carrera que le hizo lograr el prestigioso trofeo Maite, que premia al mejor novillero del ciclo de San Isidro en Madrid. Siendo el único novillero cordobés que lo ha conseguido en la historia.
Rafael Jiménez tiene en su cuerpo cuatro cornadas. La más grave, la recibida en Albacete. No olvida tampoco la que recibió la tarde de su alternativa, en el toro del doctorado. Chiquilín aguantó toda la corrida y al terminar fue directamente al hospital.
Su última faena en el Coso de Los Califas fue el 12 de abril de 2003, pero no se cortó la coleta. Su despedida llegaría un año más tarde en Puente Genil. Luego no se ha vuelto a vestir de luces y actualmente su vinculación con el mundo del toreo la ejerce como presidente del Círculo Taurino de Córdoba.
Chiquilín: «Es un orgullo estar hoy aquí con el Círculo Taurino de Fuente Palmera»
El torero cordobés subió al escenario de la Peña Flamenca, contento y emocionado, para expresar su orgullo «por estar hoy aquí con todos vosotros, sólo os digo que luchéis por esto». Chiquilín añadió que «no tuve en su día la suerte de torear en Fuente Palmera, pero veo que hay una gran afición al toreo y también al flamenco». El diestro del barrio de Santa Marina se puso a disposición del Círculo Taurino colono para ayudar en cualquier cosa e hizo extensivo este apoyo por parte del presidente de la Federación Taurina de Córdoba.
En declaraciones posteriores a este periódico reiteró su «satisfacción por estar en Fuente Palmera con estas personas tan agradables y con este homenaje tan cariñoso y con tanta ilusión que me han hecho». Sobre la localidad colona, «no había tenido el placer de estar aquí antes, pero he escuchado mucho hablar de su cultura y sus costumbres». En cuanto a este año 2017 tan redondo en las fechas -con el 25 aniversario de su alternativa y el centenario del nacimiento de Manolete- Chiquilín lo está viviendo de forma especial, «lo estoy recordando con mucho cariño y se me están dando homenajes en muchas peñas, ayuntamientos, diputaciones…; estoy muy contento de ver como el aficionado se vuelca y se reconoce ese 25 aniversario de mi alternativa». Por último, en relación al estado actual del mundo del toro, Rafael Jiménez señaló que «no es el momento más álgido, pero yo creo que viendo este salón como lo he visto hoy, lleno de aficionados y de personas de todas las edades, niños…esta afición nunca se va a acabar».
Seguidamente, el Círculo Taurino de Fuente Palmera obsequió a Chiquilín con una buena muestra de productos gastronómicos de la tierra. Como dijo Manuel Jesús Adame Moro, «seguro que tienes un montón de placas, etc., por lo que nosotros vamos a ser diferentes». Así, recibió queso de Quinkana, aceite de Molino del Genil y vino y manzanilla de Bodegas Barón (Sanlúcar de Barrameda).
Conferencia sobre Manolete y su doble cinematográfico 
La segunda parte del acto la ocupó una simpática y agradable historia en torno a la figura de Manolete a cargo de Ladislao Rodríguez Galán, más conocido como Ladis, prestigioso fotógrafo cordobés y acérrimo a la fiesta taurina.
En más de cincuenta años de profesión, trabajó para numerosas revistas y periódicos nacionales y extranjeros, además de casi en la totalidad de los provinciales y locales. Atesora varios premios de fotografía periodística y recibió la Fiambrera de Plata del Ateneo de Córdoba en 1988.
Se da la casi increíble coincidencia que nació el mismo día que murió Manolete (29 de agosto de 1947), y que su padre, Ladislao Rodríguez Benítez, nació en 1917, el mismo año que el IV Califa del toreo cordobés.
Antes de iniciar el tema objeto de su conferencia, Ladis lamentó y criticó la transformación sufrida por el Museo Taurino de Córdoba, «¡que es único!», hace casi cuatro años, retirándose los recuerdos y objetos de Manolete, que ahora están guardados en un almacén municipal. También contó cómo se destruyó la placa original que lucía en la casa donde nació el torero cuando esta se derribó, sustituyéndose por otra cuando se levantó el nuevo edificio.
Ladis no vino a hablar del toreo de Manolete, sino de un personaje que se hizo famoso por encarnar en una película al diestro cordobés, con el que su parecido físico era asombroso. El film, titulado Brindis a Manolete, se empezó a rodar antes del primer aniversario de la muerte del torero, y se estrenó el 20 de diciembre de 1948. El actor novel se llamaba Pedro Ortega Palomo, era de Puertollano y fue entrevistado por Ladis en 2005. Fue escogido tras superar un casting con 22 aspirantes, imponiéndose luego entre 5 finalistas. Su parecido físico, su talla, su peso y hasta su edad -también nació en 1917- le otorgaron el papel.
Ladis contó multitud de vicisitudes sobre este personaje y sobre el rodaje de la película, como por ejemplo que la escena de la muerte de Manolete en el hospital fue la primera que se rodó, participando en ella médicos, cura y monjas auténticos. La escena se filmó en quince minutos y en una sola vez. Pedro Ortega tuvo que viajar a Córdoba a conocer a los amigos de Manolete para saber algunas de sus costumbres y hábitos. Sobre la cicatriz que tenía Manolete, se la hicieron con acetona y una horquilla del pelo, además de abundante maquillaje.
Pedro Ortega le respondió a Ladis que cobró 20.000 pesetas por su trabajo, y que le pagaron en cuatro plazos, más una dieta de 100 pesetas diaria, la cual se guardaba al tener unos familiares en Madrid. En total, ganó 32.000 pesetas, que invirtió en un solar y una casa antes de casarse. El doble de Manolete confesó que fue muy afortunado y que fue un honor haber hecho de Manolete. De hecho, la actriz protagonista, Paquita Rico, cobró 25.000 pesetas, siendo la película con la que se dio a conocer al gran público. Otro actor más consagrado, Manolo Morán, cobró 12.000 pesetas.
Por último, Ladis apuntó que hubo en proyecto dos películas más sobre Manolete, pero no salieron adelante. Sin embargo, en 2010 se estrenó la película Manolete, con Adrien Brody y Penélope Cruz, un auténtico bodrio que recibió numerosas críticas del sector taurino.
Igualmente, el fotógrafo cordobés recibió los productos gastronómicos locales y los vinos sanluqueños ante el aplauso del público.
Como colofón, muchos asistentes continuaron la velada festiva en la Peña Flamenca, mientras algunos niños daban sus primeros pases con la muleta en el patio del recinto. En la sala también estuvieron algunos novilleros aficionados de la época, como Juan Urban. Al final, cante flamenco para despedir la presentación de este nuevo colectivo colono, el Círculo Taurino de Fuente Palmera.
