La Agrupación Local de Olivo-Independientes de Fuente Carreteros ha celebrado un año más los Premios Juan Ramírez en memoria del que fuera compañero, amigo y luchador incansable por los derechos de sus vecinos. Recordando algunos datos de su biografía, fue alcalde pedáneo de Fuente Carreteros en 1988 y 1989. Una vez constituida la ELA, ocupó la alcaldía de 1989 a 1999 y de 2003 a 2007. Asimismo, cumplió un papel importante en la política de La Colonia de Fuente Palmera como vicesecretario general de Olivo, Tras su fallecimiento, fue nombrado Hijo Predilecto de Fuente Carreteros el 7 de marzo de 2008, una distinción que recibió un año después a nivel de La Colonia el día 5 de julio en la gala de los Colonos del Año. También destacó su trabajo en la Federación de Pueblos por su Autonomía y en la Federación Andaluza de Entidades Municipales, donde animó y apoyó a muchas localidades que querían lograr mayor cuota de autogobierno.
Juan Ramírez encarnó muchas de las cualidades que desde hace nueve años reúnen los galardonados en los premios que llevan su nombre y que instauró Olivo en su memoria. A través de ellos se reconoce la labor de personas y colectivos del pueblo que luchan por los intereses del mismo, por difundir su nombre y su idiosincracia, además de atesorar unos especiales valores humanos, sociales, culturales, artísticos, etc.
La presentación del acto ha estado a cargo de Antonia Adame, vocal de Olivo en Fuente Carreteros. También han participado el secretario general, José Manuel Pedrosa, y la presidenta de Olivo en La Colonia, Teresa Fernández. En la presente edición se han introducido como novedad una breve actuación musical intercalada entre la entrega de distinciones a los premiados.
Manolo Dugo, en la primera de sus interpretaciones Así, Manolo Dugo interpretó con su inseparable guitarra dos poemas musicalizados de Gloria Fuertes y Miguel Hernández, así como la ‘Elegía a Ramón Sijé’ del poeta alicantino, que dedicó especialmente «a mi buen amigo Juan, para tenerlo aún más presente». Una dedicatoria igualmente emotiva fue la de Esteban Conrado, que interpretó para las hijas de Juan Ramírez, Pili y Laura, y para su mujer, Pilar Martínez, el tema de Pink Floyd de 1975 ‘Wish you were here’, traducido ‘Ojalá estuvieras aquí’. También se lo dedicó a uno de los premiados, Aurelio Toro, «que es muy rockero».
PREMIADOS
Pilar Martínez entre el galardón a Carmen AguilarLa primera premiada de la jornada fue Carmen Aguilar Sánchez, vecina de Fuente Carreteros de 69 años, por su larga trayectoria de colaboración solidaria con el Centro Regional de Transfusión Sanguínea. El galardón se lo entregó Pilar Martínez y leyó su expediente Antonio Conrado:
Carmen Aguilar, junto a su familia
«Carmen Aguilar Sánchez nació el 2 de abril de 1948 en el número 18 de la calle Real de Fuente Carreteros. Es la hija mayor de Juan Aguilar Aguilar y de Carmen Sánchez González. De su infancia guarda muy buenos recuerdos. Entonces había muchos más niños que ahora, en cada casa era normal que tuvieran cinco o seis hijos. Les daban las doce de la noche jugando en la esquina, debajo de una de las escasas bombillas que había entonces en las calles.
Sólo fue a la escuela durante nueve meses. Su padre le decía: «mi Carmela está siempre de verano…del tomate al baño y del baño al tomate», refiriéndose a la cartilla que utilizaban para aprender a leer y escribir. Cuando nació su hermana Juana, ya la quitaron de la escuela porque su padre y su madre se tenían que ir a trabajar y la dejaban a ella y a su hermana con Amalia para que la ayudara, «ya ves tú lo que le podría ayudar yo».
Comenzó a trabajar con 12 años en las Balbuenas aclarando algodón. Otras veces, se iba con su padre a la aceituna y cada vez que llenaba una espuerta pequeña le daban una peseta. Se lo pasó muy bien trabajando en el campo y, aunque había que trabajar duro tenía muy buenas compañeras y amigas. Las jornadas eran muy largas, pero tenían tiempo para todo. Había más amistad que ahora.
Posteriormente fue a coger aceituna fuera del pueblo, a Puente Genil y a Torredonjimeno, donde guarda una gran amistad con los dueños de las tierras y con los vecinos. Se casó el 27 de mayo de 1971 con Francisco Martín Rodríguez. Han tenido dos hijos, un varón y una mujer. Ya tienen tres nietos.
Carmela es Delegada del Centro Provincial de Transfusión Sanguínea desde hace 24 años, aunque es donante desde hace 36. Se hizo donante por recomendación del médico. Al parecer, tiene mucha sangre. Así que, cuando le parecía, se montaba en la catalana e iba a donar. Aprovechaba cualquier viaje que tuviera que hacer a Córdoba para donar sangre. Y como era la mayor donante de Carretero la hicieron colaboradora.
Ha recibido varios reconocimientos. El 20 de abril de 1997 recibió el diploma de reconocimiento como Miembro de Honor del Centro Regional de Transfusión Sanguínea de Córdoba por la solidaridad repetidamente demostrada, donaciones altruistas, colaboraciones y ayudas para lograr los fines sociales perseguidos. Posteriormente, recibió la insignia con la cruz de donante y un Cordobán en cuya placa puede leerse: «La Asociación de Hermandades de Donantes de Sangre y el Centro Regional de Transfusión Sanguínea de Córdoba, a Carmen Aguilar Sánchez, en reconocimiento a su altruismo y generosidad demostrada a favor de los que necesitaron su sangre. Córdoba, 7 de marzo de 2014». Y todavía tienen que darle otro reconocimiento de la Junta de Andalucía.
Carmela es una persona sencilla, dispuesta siempre a echar una mano donde haga falta. Es una persona desprendida, que no dudó en hacerse cargo de sus tías durante trece años. Ellas vivían en Córdoba y se vinieron al pueblo. Cuando ya no se podían valer, ella se hizo cargo de las tres, lo que le implicó tener que renunciar a parte de su tiempo.
«Estoy dispuesta a ayudar a cualquiera». Con esta frase terminó Carmela la breve entrevista que le hice para elaborar este perfil. A lo largo del mismo ha quedado demostrado su carácter altruista, por lo que creemos que Carmen Aguilar Sánchez es merecedora de recibir el Premio Juan Ramírez en su IX edición».
Tras recoger el galardón, Carmela se dirigió al público con el deseo de que «estos premios no se pierdan nunca» y pidió un aplauso para Juan Ramírez.
Esteban Conrado interprentado ‘Wish you were here’El segundo de los premiados fue Aurelio Toro Osuna, vecino de 48 años, por su integración en Fuente Carreteros y su permanente disposición a colaborar en todas las actividades que se organizan en el pueblo. Leyó su perfil Beatriz Pedrosa y le entregó la distinción Pili Ramírez, hija mayor de Juan Ramírez.
Pili Ramírez entrega el premio a Aurelio Toro
«Aurelio Toro Osuna nace en Córdoba el 3 de octubre de 1968, después de que su familia emigrará desde Carcabuey a la capital. Pasa su niñez en Córdoba estudiando en el Colegio Público San Álvaro y en el Colegio Abderramán I, donde terminó la EGB. Después cursó FP en la rama sanitaria, en concreto, auxiliar de clínica.
Estuvo trabajando con empresas de ayuda a domicilio. De ahí pasó por todos los sectores: repartidor de prensa en moto, hostelería, el campo y la construcción.
Aurelio Toro con su familia Una juventud marcada por el trabajo para aportar dinero a su casa, que era lo normal en esos tiempos.
Su relación con Fuente Carreteros empieza cuando conoce a su compañera, Loli Mínguez, en casa de su hermana, cuando volvió de San Fernando de un permiso militar. Siempre que llegaba a Córdoba, al ser una persona muy familiar, lo primero era ver a sus sobrinas. De estas visitas a su familia nace su relación con Loli. Cuando acabó la mili empezaron a vivir juntos, trabajando los dos en el Hostal El Triunfo. Pero la enfermedad del padre de Loli les obligó a venirse a Fuente Carreteros para cuidarlo. Aquí empezó su contacto con nuestro pueblo y empezó a buscarse la vida trabajando en el restaurante El Catorce y en la construcción.
Aquí tuvo a sus dos hijos, pero trabajando en la construcción le descubrieron una cardiopatía en el corazón que le apartó del mundo del trabajo. Esto no le apartó de su forma de ser, ya que se integró totalmente en nuestro pueblo siendo un carretereño más, pero de los que trabajan por y para mejorarlo. Aurelio está siempre dispuesto a colaborar en cualquier actividad que se organice: en las asociaciones como Amigos del Campo, la Deportiva, Asociación de Vecinos… siempre que falta gente para estar en la directiva, ahí está Aurelio para que la asociación continúe su labor.
Es una persona que desde la comisión de festejos se desvive trabajando en los preparativos de la feria, colaborando desde primera hora en los distintos festejos como el Carreta Rock, o la comida de los mayores. Si se queda a las siete de la mañana, ahí está él, esperando para trabajar voluntariamente y siempre dispuesto a lo que sea necesario para que todo salga lo mejor posible. Su espíritu de colaboración con nuestro pueblo es digno de reconocer. Por eso hoy, en este acto de los Premios Juan Ramírez, le reconocemos su trabajo por mejorar Fuente Carreteros, su disponibilidad y trabajo en actos que se organizan desde las diferentes asociaciones y el Ayuntamiento.
Personas como él son las que hacen que muchas cosas salgan adelante, porque sin el trabajo voluntario esto sería imposible. Él llegó y se impregnó de uno de los valores más significativos de los carretereñ@s: la colaboración por las cosas colectivas del pueblo y sin pedir nada a cambio».
Asociación Tercera Edad El CaprichoEl tercer y último premio fue para la Asociación Tercera Edad El Capricho, por sus 22 años de trabajo, fomentando la mejora de la calidad de vida de las personas mayores y pensionistas de Fuente Carreteros. Entregó el galardón Laura Ramírez, hija pequeña de Juan, y leyó el expediente Diego Ballesteros:
«En los primeros meses de 1995, un grupo de personas mayores de Fuente Carreteros, en colaboración con el Ayuntamiento, toma la iniciativa de constituir una Asociación para la Tercera Edad. Se mantienen varias reuniones, se organiza una comisión gestora -encabezada por José Pavón Morello y por Félix Gálvez Baena- y se redactan los estatutos. Estos se presentan en el mes de mayo ante la Junta de Andalucía para su aprobación; y en septiembre, la Junta acuerda la inscripción en el registro de asociaciones de la ASOCIACIÓN DE TERCERA EDAD «EL CAPRICHO».
Según los estatutos, los fines de la asociación son: fomentar la interrelación de los socios y de estos con el colectivo de la tercera edad y pensionistas; superar las situaciones individuales o colectivas que puedan suponer una marginación de las personas mayores o pensionistas; promover la participación de la tercera edad y pensionistas en la vida local; participar organizadamente en la búsqueda de soluciones a la problemática de este colectivo; organizar todo tipo de actividades sociales, culturales y recreativas dirigida a las personas mayores y pensionistas; colaborar y participar en el funcionamiento del Club Municipal de la Tercera Edad; y realizar cuantas actividades colaboren a la mejora de la calidad de vida del colectivo de personas mayores.
El 28 de enero de 1996 se desarrolla la primera Asamblea General de la Asociación. Hasta ese momento se habían inscrito 135 socios, que deciden abonar una cuota de 100 pesetas mensuales. Y se elige a la primera Junta Directiva, que estaba formada por: Félix Gálvez (presidente), Mercedes Carvajal (vicepresidenta), José Pavón (secretario), Julián Aguilar (tesorero), y Manuel González, Francisco Pedrosa, Juan Ramírez y Antonio Gordillo.
Son ya 22 los años que lleva funcionando de forma ininterrumpida. Entre las muy diversas actividades que desarrolla, merecen ser destacadas: varios almuerzos y meriendas de convivencia cada año; viajes culturales (Almería, Granada, El Cabril, etc.); y las estancias semanales en distintas residencias de tiempo libre (Marbella, Punta Umbría, La Línea…).
Cada año la asociación adquiere lotería de Navidad para jugarla colectivamente entre todas las personas asociadas. Hay que decir que -hasta ahora-, la suerte no les ha acompañado mucho.
Actualmente cuentan con 100 socios y la cuota es de 10 euros anuales, que se abonan en los meses de marzo y abril. Es famosa la ‘paellera para 200 personas’ que la asociación adquirió hace muchos años, porque no sólo se utiliza para sus propias actividades, sino que la prestan de forma altruista a cualquier organismo, asociación o colectivo que la necesite.
Han sido muchas las personas que han pasado por la Junta Directiva de la Asociación. Todas ellas dieron lo mejor de sí mismas, su tiempo, su esfuerzo. La actual presidenta es Valle Ruiz Pedrajas, que ostenta el cargo desde mayo de 1999. Le acompañan en la directiva Carmen Ruiz, Carmen Aguilar, Pastora García, Juan Moyano, Antonia Martínez, Francisco Pedrosa y Jesús Soldán.
Foto con los tres premiadosLos miembros de la directiva, que trabajan con ilusión y ahínco, nos comentan que lo que peor llevan y lo que más les duele son las defunciones de las personas asociadas, ya que al tratarse de una asociación de mayores, se producen con más frecuencia que en otros colectivos.
Por todo ello, por sus 22 años de trabajo, fomentando la mejora de la calidad de vida de las personas mayores y pensionistas de Fuente Carreteros, se concede el Premio Juan Ramírez en su edición 2017 a la Asociación de Tercera Edad ‘El Capricho’ «.
Una vez finalizada esta primera parte del acto, los asistentes pudieron degustar una serie de platos cocinados y aportados por distintas personas del pueblo, así como un estupendo arroz, antes de continuar con un baile de sobremesa. En el exterior de la Casa Grande, los más peques disfrutaron de colchonetas hinchables. Como cada año, se expusieron los carteles con los expedientes de los 26 galardonados de las ochos ediciones anteriores, que sumados a los tres de la presente edición hacen un total de 29. Como organizador del certamen, Olivo-Independientes se plantea abrir los premios en un futuro para abarcar un ámbito mayor que el de Fuente Carreteros.
