La charla tuvo lugar ayer martes por la tarde en la Casa de la Memoria con la asistencia de unos quince vecin@s. Para hoy miércoles está prevista la segunda parte de estas jornadas en la que se abordarán los beneficios y principios generales de la agricultura ecológica.
En la apertura del acto ha participado Rafael Barea, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Fuente Palmera, que ha presentado a María Reyes, vecina de Fuente Palmera que trabaja como técnica de la Asociación Palma Ecológica (Palma del Río) y que ha expuesto los puntos básicos de la ordenanza municipal que regula la adjudicación, uso y disfrute de los futuros huertos sociales de Fuente Palmera.
María Reyes comenzó señalando que los huertos sociales existen desde hace muchos años y no son algo producto de la crisis, si bien es verdad que proliferan en épocas de dificultades económicas y se reducen en tiempos de más bonanza. Hoy en día, «es raro el municipio que no los tenga», afirmó. La ordenanza municipal indica que los huertos sociales de Fuente Palmera estarán destinados a personas desempleadas, jubilados mayores de 65 años y personas que sean pensionistas por cualquier causa. De ahí que dos de sus principales objetivos sean colaborar en el sustento de las familias y fomentar actividades de envejecimiento activo. En este sentido, los huertos sociales se suelen convertir en un escenario perfecto para que sus usuarios interactúen y potencien valores como el compañerismo, la amistad y la solidaridad. De hecho, también es muy común que se organicen jornadas de puertas abiertas con colegios o vecinos en general para fomentar la participación ciudadana. Otros cometidos de los huertos es impulsar el desarrollo sostenible, promover buenas prácticas agrícolas -en general encaminadas a la agricultura ecológica y porque lo que se produce es para autoconsumo-, promover una alimentación sana y hábitos saludables, y adquirir un mayor conocimiento y respeto con el medio ambiente.
{loadposition publinoticia}
Entre los requisitos que tienen que reunir los adjudicatarios se encuentran el no poseer una parcela agrícola, que ningún miembro de la unidad familiar tenga concedido un huerto social, tener las condiciones físicas mínimas para trabajar en el mismo, carecer en la unidad familiar de recursos socioeconómicos superiores al mínimo interprofesional establecido y llevar más de un año empadronado en La Colonia.
Según recoge la ordenanza, la admisión de solicitudes en el Ayuntamiento tendrá un plazo mínimo de 15 días hábiles. Luego saldrá una lista provisional de adjudicatarios, se abrirá un período de reclamaciones y posteriormente se publicará la lista definitiva. Y el siguiente paso será la adjudicación de las parcelas mediante sorteo. En el caso de que haya más solicitantes que número de huertos, la adjudicación se realizará mediante concurrencia, es decir, a tenor del mayor número de puntos que tengan los candidatos. Asimismo, se configurará una lista de reserva o espera cuyos componentes tendrán la oportunidad de acceder a un huerto social cuando alguien renuncie o se le retire la parcela por alguna causa de fuerza mayor. A los adjudicatarios se les entregará una licencia de concesión con los derechos y obligaciones. Estas se refieren fundamentalmente al aprovechamiento de la tierra, prohibiéndose la plantación de árboles, el montaje de invernaderos, el cultivo de especies exóticas o psicotrópicas y la quema de pastos. También se restringe el uso de fertilizantes y se fomenta la utilización de productos naturales que no dejen residuos. Sobre este último aspecto, hay que tener en cuenta que la producción es para consumo propio, estando prohibida su venta, y que el uso de productos químicos también podría dañar lo que tenga el vecino sembrado.
Las licencias de concesión se pierden cuando el adjudicatario deja de cumplir alguno de los requisitos. No obstante, esto no se produce de la noche a la mañana, sino que se tiene que abrir un expediente en el que se da la posibilidad al usuario de corregir las deficiencias causadas. Para velar por el buen estado de los huertos sociales y por las buenas prácticas de los adjudicatarios -entre ellas el uso racional del agua-, se llevarán a cabo inspecciones períodicas.
De hecho, cada huerto dispondrá de un contador para el suministro de agua y el usuario pagará un pequeño recibo. Asimismo, el sistema de riego de cada parcela correrá por cuenta del adjudicatario. Por otra parte, hay casos de huertos sociales en los que sus adjudicatarios se organizan en una especie de asociación para presentar sugerencias y/o reclamaciones ante el Consistorio.
Sobre la probable ubicación de los futuros huertos sociales, el Ayuntamiento de Fuente Palmera baraja dos opciones principales: El Tejar o La Estacada. En cualquier caso, tendrá que ser suelo municipal y no estar muy alejado del casco urbano, tal como determina el Centro Agropecuario de la Diputación Provincial, entidad que realiza gratuitamente el proyecto de huertos sociales a los ayuntamientos siempre y cuando se respeten esas dos condiciones.
Hoy miércoles finalizan las jornadas informativas con la ponencia de Marian Martínez, técnica de la Asociación Subbética Ecológica, sobre los beneficios y principios generales de la agricultura ecológica. La cita, a las seis de la tarde en la Casa de la Memoria.
