Cinco horas de música y teatro que tuvieron una magnífica acogida de público en una velada en la que precisamente fresquito no hizo mucho, pero la temperatura fue bastante agradable para disfrutar del variado ramillete de actuaciones y del buen ambiente que se generó en torno a la cantina, a cargo del Club Deportivo Colonial de Fuente Palmera. En la apertura del evento el concejal de Cultura, Quique González, calificó el evento como el punto y final del período estival y recalcó el apoyo a la cultura desde el Consistorio colono con actos de este calibre, donde se conjugó el flamenco, la copla, el teatro, el baile, las sevillanas, rumbas, flamenquito fusión y hasta una pequeña dosis de rock acústico como broche final.
Un alto porcentaje de los asistentes, personas mayores en su mayoría, aguantaron el tirón de casi todo el espectáculo y aplaudieron efusivamente a todos los artistas, en especial a la cantaora de flamenco Anabel Castillo, penúltima en actuar y que levantó al público de sus asientos. Una prueba más de la fiel afición que hay en la Colonia al mundo del flamenco.
El festival lamentó la gran ausencia de nuestra cantaora cañetera Rocío Luna, que se cayó del cartel por enfermedad. También por unos problemillas de salud no pudo asistir a última hora el cantaor ochavillero Rafael Guisado La K-abra.
El acto estuvo presentado por el joven Antonio Bolancé, vecino de Fuente Palmera, que leyó una pequeña biografía de cada uno de los grupos y artistas.
La noche la abrió la Academia de Baile de Isabel León de Cañada del Rabadán, por la que participaron siete jóvenes bailaoras de entre 7 y 15 años, las cuales han retomado las clases hace poco después de las vacaciones de verano. Como dato destacable, este año consiguieron el primer premio en el Concurso de Coros y Academias de Baile de Villarrubia. La profesora, la astigitana Isabel León, que lleva desde los cuatro años en el mundo del baile, se arrancó con un par de bailes para cerrar la actuación.
En segundo lugar actuó el veterano grupo maleno de sevillanas y rumbas Ecos del Guadalbaida, que están celebrando su 45 aniversario desde que en 1971 se subieran juntos por primera vez a un escenario. Juan Moreno, Ramón Sánchez, Pepe Moreno y Juan Morán siguen siendo los componentes de esta mítica formación, que en cada actuación dedican algún tema al desaparecido Miguel Paredes, fundador, compositor, maestro y amigo. Con canciones propias y de grupos como los Romeros de la Puebla y otros muchos, atesoran un amplio repertorio del que ayer mostraron una pequeña muestra en versión trío -por la baja de Ramón Sánchez-, que gustó mucho al respetable.
Con la sintonía del programa televisivo Se llama Copla de Canal Sur, irrumpió en el escenario María Ángeles Fernández, más conocida como Pastora de Córdoba. A sus 23 años, esta joven cordobesa lleva desde los 8 en el mundo de la canción y con 16 participó durantes tres meses y medio en el archiconocido espacio de la televisión andaluza. Ganadora de concursos como ‘La peineta de oro’ de la Línea de la Concepción, se caracteriza por su entrega y desparpajo sobre las tablas, pero también junto al público, como demostró anoche para cerrar su actuación.
A continuación, la música se dio un descanso para dar paso al teatro de la mano de la Compañía de Teatro Gala de Cañete de las Torres, que representaron dos sainetes de los hermanos Álvarez Quintero que provocaron las «rizas» entre el público, en especial el segundo, «Sangre gorda». Este grupo de teatro nació en 1981 con una idea clara: hacer reír. Se mantuvo activo hasta finales de los noventa y, tras un paréntesis, volvieron en 2011 con fuerza, sin dejar de lado el camino de la comedia.
Sin apenas pausa, retomó la música el dúo palmeño Almas de Calle, que interpretó varios temas propios de su flamenquito fusión alternados con otras versiones de Los Rebujitos, Enrique Iglesias, etc. Con una trayectoria de seis años y un disco grabado hace dos, es un grupo archiconocido en La Colonia por sus actuaciones en las ferias de los núcleos de población.
Si estuviéramos en un teatro, diríamos que la penúltima actuación de la noche revolucionó el patio de butacas. El flamenco de la cordobesa Anabel Castillo puso en pie en un par de ocasiones a gran parte del público, que ovacionó sus cantes y el acompañamiento de su guitarrista. Afincada en Almería, trabaja como profesora de flamenco en el Conservatorio Profesional de Danza. Aunque canta desde muy niña, no lo hizo profesionalmente hasta los 18 años, emprendiendo una etapa en la que recorrió toda España y se adjudicó numerosos premios nacionales. Entre ellos, el Concurso Internacional Lo Ferro (Murcia), el de la Federación Granadina de Peñas, el premio Jóvenes Flamencos de Córdoba, el de la Peña Camarón de la Isla y el Concurso Nacional de Tarantas de Linares “Fernando Medina”. En febrero de 2005 viajó a Costa Rica para representar a la Semana Santa andaluza, actuando con gran éxito para el presidente del país costarricense.
El colofón a la velada lo protagonizó el grupo de rock Hábikas, de La Carlota. Se trató de un miniconcierto acústico a cargo de dos de sus cuatro integrantes. Esta formación surge entre las risas y licores de un conjunto de chavales que decidieron poner música a sus sentimientos con versiones de otros grupos. Ahora destilan sus propios temas con el fin de gustar y gustarse. Hábikas son Adrián Rodríguez, Antonio Alors, Irene Delgado y Francisco Vidal. Curiosamente, y como ayer dijo uno de sus componentes, “estamos muy agradecidos a Fuente Palmera porque aquí perdimos la virginidad musical”.
Por último, señalar que tras cada una de las actuaciones, los diferentes artistas recibieron una placa de cristal conmemorativa del I Festival ‘La Colonia al Freskito’ de manos del concejal de Cultura, Quique González.
Al final de esta página ofrecemos la FOTOGALERÍA con la entrega de dichas placas.