Esta formación realizada durante las tres últimas semanas por la Fundación SAMU ha cumplido con su objetivo haciendo honor a su nombre. El Taller + Hombre «Igualdad y masculinidades diversas» ha logrado la participación de 12 mujeres y 6 hombres, además con la característica de la juventud de la mayoría de los y las integrantes. Hoy, en su última sesión, se han entregado los correspondientes diplomas de manos de la concejala de Igualdad, Laura Sánchez.
Los temas tratados han sido fundamentalmente el patriarcado, como origen de las concepciones de hombre y mujer que tenemos, los estereotipos de género y las nuevas masculinidades. Esto último ha sido la base, cómo existen nuevas formas de masculinidad que rompen con esos estereotipos de hombre hegemónico impuestos por el patriarcado.
Las nuevas masculinidades, aunque en realidad no son nuevas y podemos hablar de ellas como “masculinidades igualitarias”, son una manera de entender qué es ser hombre, desde una mirada más sana e igualitaria tanto para relacionarse con los demás como con uno mismo.
Proponen replantear esa idea tradicional de masculinidad para desaprender los roles de género que tanto hombres como mujeres van adquiriendo desde la infancia. La masculinidad tradicional tal y como la conocemos solo ofrece una forma de ser hombre: fuerte, seguro, decidido, exitoso, sin mostrar sentimientos…
Se trata de repensar esas ideas de lo que es ‘ser hombre’ y buscar otras maneras de ser y relacionarnos que sean más igualitarias. Las nuevas masculinidades apuestan por las relaciones entre iguales, rechazando las desigualdades; romper con esas ideas adquiridas socialmente que relacionan la masculinidad con la competitividad, la fortaleza y el ser ‘duro’; apuestan por acabar con la agresividad y la violencia en todas sus formas.
Durante el taller se han trabajado técnicas de comunicación, de resolución de conflictos, el papel de los hombres con las nuevas leyes de igualdad en las empresas, la corresponsabilidad dentro del hogar, etc.
La responsable de impartir el taller, Cristina Adame, señala que ha sido determinante «realizar dinámicas para fomentar la participación de las y los asistentes al curso, que se llevaran cada tema a su terreno y a su experiencia propia para entender los conceptos».
«Con esa personalización el alumnado ha sido consciente de la falta de información o desconocimiento de muchos términos que creían asumidos ya que estamos en un momento en la sociedad en la que se habla mucho de igualdad, pero en realidad todavía queda mucho por recorrer», apunta.
