El planteamiento inicial del Ayuntamiento de Fuente Palmera sobre la ubicación del comedor escolar ha cambiado tras la visita realizada este miércoles al colegio de Silillos. El motivo, que no hay ni una sola aula disponible para llevar a cabo la adecuación. Todas están ocupadas con alumnado, más la de la biblioteca y un pequeño habitáculo que se utiliza como almacén.
Una situación que parece no poder revertirse, teniendo en cuenta además que se prevé el aumento en ocho o nueve alumnos para el próximo curso. Por tanto, la opción más viable es ampliar las instalaciones y construir una sala desde cero, lo que conlleva incrementar considerablemente el presupuesto destinado en un principio, algo más de 23.000 euros.
En estos términos se expresaba la concejala de Educación. «Nuestra idea de reubicar algún espacio o aula de las existentes en el colegio se ha esfumado prácticamente, ya que este centro no dispone de salón de actos u otra sala que se pudiera acondicionar y la biblioteca se utiliza también para realizar cualquier actividad necesaria fuera de las clases».
Por tanto, la opción más viable es la ampliación de las instalaciones. «Por la referencia más cercana que tenemos, el comedor de El Villar, y por el número máximo de comensales para los que se ha concedido el servicio, 30, se necesitarían unos 100 metros, lo cual no es problema porque el colegio tiene espacio exterior suficiente», apunta Laura Sánchez.
La edil también señala que «ahora hay que acelerarlo todo porque esta obra supone lógicamente mayor tiempo de ejecución y tenemos que llegar a tiempo al mes de septiembre, aparte de subir la partida presupuestaria».
Por otro lado, Sánchez añade que asimismo empezarán a trabajar y a informarse a través de la Delegación de Educación para saber si en el próximo curso continuará la misma fórmula de llevar a cabo el servicio de comedor a través de un catering, «tras ver los problemas que han afectado este año a los comedores de Fuente Carreteros y Ochavillo del Río».