Después de dos años de parón con motivo de la pandemia del covid 19 se han notado las ganas tanto del grupo de danzantes y músicos como de los espectadores por disfrutar de un acontecimiento único heredado desde los tiempos de la colonización a finales del siglo XVIII, aunque existen diversas teorías.
Como preámbulo, el Ayuntamiento de Fuente Carreteros ha ofrecido al público los tradicionales pestiños caseros y una copa de anís. Numerosos vecinos y vecinas se han vestido con los trajes de la época y los más pequeños lo han hecho con la vestimenta de los locos, siendo el más joven un bebé de treinta días llegado desde Badalona con su familia colona.
El primer disparo al aire del escopetero anunció la salida de La Locada, que ha representado cinco piezas de baile, la primera ante la puerta de la iglesia de la Virgen de Guadalupe, en su honor; las tres siguientes en la plaza; y una quinta y última ante la casa del loco más longevo, Antonio Romero “El Chori”, de 77 años, que formara parte tocando los platillos de aquella formación que recuperó la danza en 1982 después de bastantes años desaparecida.
Tras la tercera pieza irrumpió el Oso en escena, dando saltos alocados por toda la plaza. Su domador intenta sin éxito que no se abalance sobre los niños y niñas. Algunos sienten miedo, otros ríen.
El baile del Oso tiene una simbología vinculada a lo agrario y religioso. Está basado en la superstición terrenal, con la idea de espantar los malos augurios, acontecimientos, noticias y cosechas, para que dejasen paso a un año fructífero y lleno de trabajo. Cada azote que el hombre le da al oso pretende la marcha de esos malos augurios.
Se ha cumplido por tanto el 40 aniversario de la recuperación de la tradición de forma definitiva, tan solo interrumpida por los dos años de pandemia. En este período Los Locos solo habían bailado en enero de 2020 en FITUR y el pasado 30 de abril en la fiesta de Los Pueblos Colonos de Carlos III en San Sebastián de los Ballesteros.
También hay que destacar que ha sido su primera actuación desde que la Junta de Andalucía catalogara el baile como Bien de Interés Cultural este mismo año, calificándolo como ejemplo paradigmático de expresión cultural que forma parte del patrimonio inmaterial e intangible de las poblaciones carolinas.
Cristian Sierra: «La acogida ha sido bastante buena después de dos años sin salir»
Uno de los danzantes más veteranos, Cristian Sierra, comentaba que «la acogida por parte del público ha sido bastante buena después de unos tiempos difíciles, pero hemos retomado el contacto y a la gente se la ve contenta; creo que el público se ha animado a vernos tras dos años sin salir».
Sobre la siempre habitual presencia de emigrantes carretereños nos indicaba que han llegado «desde Menorca, Barcelona, Huesca y otros puntos, algunos que llevaban más años sin venir y otros menos, pero siempre es una satisfacción volver a tu pueblo y qué mejor que en estas fechas para disfrutar de nuestra tradición más auténtica».
José Manuel Pedrosa: «Tenemos que seguir apostando por Los Locos a pesar de las dificultades»
El alcalde de Fuente Carreteros, José Manuel Pedrosa, componente a su vez del grupo de músicos, ha destacado “el arraigo del baile en cada generación de vecinos durante estas cuatro décadas, teniendo gran importancia en los últimos años la Escuela de Locos que implantamos con el apoyo de la Diputación para que los más jóvenes aprendan la danza y se vayan incorporando al grupo”.
Asimismo, afirma que “no son pocas las dificultades para mantener la tradición en un pueblo tan pequeño, afectado por la despoblación, pero tenemos que seguir apostando por nuestra mayor seña de identidad”.
Tanto José M. Pedrosa como Cristian Sierra han animado a todo aquel aficionado o aficionada que le guste el baile a sumarse al grupo porque es muy importante que no se pierda la tradición y la juventud debe ir entrando para reemplazar a los veteranos. De hecho, los dos niños que han hecho de loquillas han debutado hoy.
Un poco de historia: el origen del baile
Numerosos investigadores han intentado señalar con precisión el primer origen del baile, pero todos son hipótesis: unos piensan que la Danza fue traida por los primeros colonos de sus tierras de origen centroeuropeo en el siglo XVIII, más concretamente en 1.767, ya que su vestimenta y coreografía pudieran ser de un pueblo del Mediterráneo.
Otros por el contrario, piensan que el baile es autóctono, ya que por aquellos años de la Fundación de las Nuevas Poblaciones de Andalucía y Sierra Morena (1.767) se bailaba por estas zonas como lo demuestra el hecho significativo de que hace 35 años, asistieron a un concurso otros grupos de la provincia con bailes y folklore de características parecidas.
Con el nombre de «Los Locos» también era llamada en la Edad Media una especie de parodia con que la turba en el día de los inocentes usurpaba por un día los honores y funciones del sacerdocio, no sabemos si también con esta realidad podría entroncarse el tema que nos ocupa. La simbolización de este baile tiene relación con el día en que se representa el baile.
Según los ancianos del lugar, el baile representa la matanza organizada por el Rey Herodes (que mandó matar a todos los recién nacidos e inocentes, los cuales fueron sometidos a una persecución por parte de los soldados y ayudantes del Rey).
Este es el motivo por el cual el baile se realiza el 28 de diciembre, día de los santos inocentes. Pero algunos investigadores apuestan por asemejarlo con la festividad de San Nicolás, en Centro Europa, donde el personaje del Santo recorre diversos lugares acompañado de forma muy parecida a «Los Locos de Fuente Carreteros».
Este baile ha perdurado a través de los tiempos, gracias a la transmisión oral de padres a hijos. La desaparición de este danza en algunas épocas podría haber llevado a la extinción de la misma, de no ser por la constancia de algunos habitantes de la localidad por mantener viva esta antigua tradición.
Concretamente en el año 1951 se pierde temporalmente recuperándose en 1952, año en el cual vuelve a desaparecer después de participar en un concurso de danzas antiguas celebrado en Madrid. El baile se recupera final y definitivamente el 5 de julio del año 1982 con la celebración del 215 aniversario de la Fundación de la Colonia, y desde el 28 de diciembre de ese año continúa en Fuente Carreteros hasta la irrupción de la pandemia del covid.
