Al frente del negocio se halla el empresario José Luis Rodríguez Narváez, natural de El Villar y residente en Fuente Palmera desde los 19 años, cofundador a los 22 años del Catering Doña Rocío.
Su vinculación con el sector inmobiliario es muy estrecha, ya que su padre, Juan Rodríguez Rodríguez, ha sido agente inmobiliario toda la vida, durante más de 35 años, lo que se conoce como corredor de fincas.
José Luis tenía la espinita de coger su testigo desde hace varios años. Entonces, a raíz de la crisis del covid y el consiguiente parón del catering casi al 100%, llegó el momento idóneo de montar el negocio. Junto a los consejos de su padre, estudia y se prepara… “había tiempo de sobra con la pandemia”.
Nova JR Inmobiliaria comenzó a trabajar en la zona de la Colonia y en estos dos años ha ido expandiéndose por la comarca y también recientemente por la costa, en especial la Costa del Sol donde el mercado inmobiliario es muy potente.
Como toda inmobiliaria, su principal actividad es la de ejercer un exhaustivo asesoramiento y acompañamiento en la venta y compra de inmuebles, fincas rústicas, solares, etc., percibiendo unos honorarios por la completa gestión de la compra-venta. El precio de venta siempre lo pone el vendedor, si bien se le aconseja en función de una valoración de mercado.
José Luis Rodríguez explica que se lleva a cabo una captación de clientes, unos que quieren vender y otros que desean comprar, “aunque cada vez más son ellos los que nos buscan y preguntan por nuestros servicios”.
“En Nova JR Inmobiliaria les ofrecemos experiencia, compromiso, respeto y dedicación; tanto los vendedores como los compradores son los que tienen la última palabra, nosotros solo les acompañamos en el camino; por suerte, tenemos muchos contactos y entre mi padre y yo abarcamos un amplio abanico de edades; nuestra trayectoria como empresarios en otros sectores también nos ayuda en este sentido”.
José Luis añade que “nosotros estamos para ayudar a vender o comprar, somos profesionales y las personas cada vez más acuden a las inmobiliarias para realizar estas operaciones”.
Por otra parte, hay que destacar la última novedad de la inmobiliaria, que es la creación del área de fondos de inversión y subastas, una cuestión que les ha llevado mucho tiempo, trabajo y burocracia. “Lo interesante es que compramos por debajo de mercado y proporcionamos a los clientes unos precios muy favorables”.
Además de esto, colaboramos estrechamente con una agencia de marketing digital, por lo que nuestra presencia en internet también es importante (web, redes sociales y publicidad geolocalizada). Ofreciendo un plus a la hora de potenciar la visibilidad de los inmuebles que tenemos en venta, lo que nos ayuda a acortar los plazos de venta.
Otro dato significativo es el período medio de venta de un inmueble, que es de 2 a 4 meses, lo que demuestra la capacidad de eficiencia de Nova JR Inmobiliaria.
El sector inmobiliario en la Colonia
En la actualidad, no hay muchos inmuebles disponibles en venta en la Colonia y el precio no es de lo más económico en comparación con otras localidades. Tampoco hay mucho alquiler porque está todo ocupado.
“Tenemos muchísima demanda de alquiler, con una lista de entre 20 y 30 personas al mes buscando alquileres, pero no hay viviendas, por lo que sería un buen momento para invertir en la construcción de apartamentos”.
Los solares también se sitúan ahora mismo en un precio alto porque no hay gran cantidad, lo que unido a la subida que han sufrido los materiales, “complican las iniciativas de construirse una casa a un precio razonable porque cuesta 40 ó 50 mil euros más que hace seis meses o un año”.
En cuanto al tipo de vivienda más demandado, la casa de planta baja es lo que busca el comprador, precisamente lo que menos abunda en la Colonia, de ahí que lo que más se venda sea la unifamiliar de doble planta.
“Últimamente también hay mucha demanda de pisos pequeños o apartamentos, con precios más asequibles que favorecen su alquiler”. Esto es debido en parte al flujo laboral que hay en el municipio en muchos sectores (educación, sanidad, alimentación, metal, agricultura, etc.).
Donde existen igualmente algunas buenas ofertas es en las aldeas, tanto de solares como de casas viejas. “Nos llegan clientes que nos preguntan por esta opción. Más complicado es encontrar vivienda nueva por las dificultades de construir, por lo que mucha gente se viene a Fuente Palmera”.
El perfil más usual del comprador con el que trabaja Nova JR Inmobiliaria es el de una pareja entre 25 y 40 años que quiere invertir en su primera vivienda. Luego está el inversor que quiere obtener una rentabilidad con la operación, que bien compra para alquilar o para que el inmueble se vaya revalorizando. “Por tanto, tenemos las dos vertientes, los que compran por corazón y los que compran por negocio”.
Y sobre el tipo de vendedor, predomina aquel que se está haciendo una segunda vivienda y quiere vender la primera, así como las personas con cierta edad que venden su casa de dos plantas para trasladarse a pisos pequeños o viviendas de una planta.
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