A continuación, varias decenas de romeros y romeras partieron desde la iglesia portando el Simpecado hacia el Molino del Mármol, lugar elegido este año como escenario de convivencia. Durante los poco más de dos kilómetros de camino, varios caballistas y algún carruaje formaron parte de la comitiva. A lo largo de la tarde noche, se fueron sumando miembros de la hermandad, niños y mayores, que disfrutaron de la velada comiendo, bebiendo y cantando, con la salve rociera incluida a San Isidro.
El Hermano Mayor, Curro Vidal, nos contó que la romería chica nació hace once años por la necesidad de organizar otra actividad en el año, pues de mayo a mayo, refiriéndose a la Romería de El Villar, el tramo de tiempo se hace muy largo para la gente. «Había que refrescar la fiesta y propusimos la directiva hacer una romería chica cuatro o cinco meses después de la grande para que la gente no le perdiera el sabor al camino, y la acogida fue estupenda».
Ha habido veces en que se ha hecho en la misma Cañada del Rabadán o en otros molinos. El año pasado fueron un poquito más lejos, al cortijo de Luis Candelas, en El Villar, cerca de la carretera de la Cañada San Gil, tuviendo que utilizar el remolque para transportar las bebidas, el mismo que usan en la romería grande.
En esta edición, la novedad ha sido que han hecho el camino en procesión con el estandarte, a diferencia de otros años que han utilizado un carro de varas, como en 2013, donde la carreta iba tirada por dos mulos blancos que les dejó Casa Ramón, de Majaneque.
La Hermandad de Romeros de Cañada del Rabadán la componen unas 160 familias, en total más de 400 romeros y romeras. Este año han conseguido que les den un trozo de tierra, concretamente el dueño de la finca La Estrella, para construir una casa hermandad. El terreno se sitúa al principio del citado cortijo, justo detrás de la conocida casa del Perdigón en uno de los extremos de Cañada del Rabadán. Curro Vidal agradece enormemente la gentileza del dueño de La Estrella y que, una vez hayan firmado las escrituras, empezarán poco a poco a levantar la casa hermandad, que en un futuro acogerá la romería chica. Incluso este año tuvieron la intención de celebrarla allí con unas carpas que les ha dejado el Ayuntamiento de Fuente Palmera, pero finalmente se decantaron por el Molino del Mármol, cuyo propietario también tenía muchas ganas de que la celebraran en el molino, magníficamente preparado. Como dice Curro, «este hombre es una persona gloriosa que desde hace tiempo nos decía que celebráramos la romería en su molino, tenía muchas ganas de que fuéramos allí, pues está en unas condiciones excelentes, con aseos y camas para el que quisiera quedarse a dormir».
Por último, señala Curro que «tanto esta romería como la grande discurren en armonía, no hay altercados. La de mayo atrae a muchísima más gente, en esta última llevamos cerca de treinta enganches y dos carretas con sus yuntas de bueyes, porque tenemos un bueyero también muy bueno. Hemos hecho doce romerías grandes y cada año intentamos avanzar y mejorar siempre algo».